ANTONIO RIVERA
BARRÓN
1947-2024
Nace el 5 de julio de 1947, en Rascón,
Municipio de Cd. Valles, hijo de Cleofas Rivera y Sara Barrón.
Su relación y cercanía con los
tamasopenses, se da desde muy temprano pues realiza sus estudios de secundaria
en la “Justo Sierra”, compartiendo aula con jóvenes de Agua Buena y, Tamasopo.
En aquellos ayeres, abandonar el pueblo
para estudiar no era fácil, así que, como la mayoría, busca la forma de salir
adelante, migrando al país vecino del Norte en donde logró desempeñarse como
trabajador en la línea de procesamiento de carne vacuna, después de un tiempo,
regresa a su patria chica para integrarse a la vida laboral en el campo
agrícola, teniendo la fortuna de ser incorporado al grupo que solicitaba
tierras de la ciénaga de Tanchayán; como ampliación ejidal de Tambaca y, una
vez dotadas por el Ejecutivo de la Federación, Rivera Barrón queda formalmente
como ejidatario de Tambaca, lo que ocasionó que cambiara su domicilio de Rascón
a Tambaca.
Inquieto desde entonces, su franca
amabilidad y preocupación desinteresada en los problemas cañeros al interior
del ejido, logra que sus compañeros lo respalden y lo conviertan en 1983, en el
Presidente del Comisariado Ejidal.
Durante su periodo administrativo, no
solo dedicó su esfuerzo en beneficio del colectivo ejidal cañero, sino que,
desde su inicio gestionó obras y servicios a la comunidad, entre ellos la
culminación de la Plaza Principal, la cual se encontraba inconclusa desde cinco
años atrás, debido al nulo apoyo de la Presidencia Municipal, por igual, fue
insistente ante la ampliación de la red eléctrica y tuvo el acierto de rendir
un homenaje conmovedor a los fundadores del lugar, grabándose en una pared del
salón ejidal, los nombres de aquellos.
Cuando en septiembre de 1986 concluye su
periodo, entrega cuentas claras a los ejidatarios, quienes siempre habrían de
reconocerle honestidad, rectitud y entrega. Además, por vez primera, en el
devenir histórico ejidal del Estado de San Luis Potosí, un delegado estatal de
la Reforma Agraria, asiste a un cambio de autoridades ejidales, tratándose del Lic.
Mario del Valle Fernández.
En esa oportunidad, no dejó de agradecer
el respaldo de FIOSCER ante las soluciones del gremio.
Varias personalidades agrarias de la
Huasteca asisten al evento, dejando sorprendidos a los locales, quienes,
acostumbrados a las asambleas sencillas, ahora veían aparecer a representantes
de organismos del Estado; respaldando la actuación de “Toño Rivera”, indicativo
político que habría de entenderse, como la manifestación de un círculo externo,
dándole la apertura a un nuevo integrante.
En noviembre de ese mismo año, es
elegido como Secretario General de la Unión Local de Productores de Caña de Azúcar
de la CNC de Tambaca; abastecedores del Ingenio “Alianza Popular”, teniendo
ahora la oportunidad de extender su entrega al sector cañero, de enfrentar
adversidades propias del gremio, sin perder esa característica humildad.
Su popularidad de auténtico líder rebasa
ya, el concepto regional, su figura se acrecienta a agigantados pasos, más ante
la crisis nacional provocada por la indiferencia de los industriales azucareros,
pues su actitud, valiente y con argumentos, solo alienta a la unidad de los
productores cañeros.
El 14 de octubre de 1989, es reelecto
para un segundo periodo al frente del organismo, lapso en el que, por igual,
junto al gremio, lucha por mejores condiciones, precios más justos por la
gramínea, programas con instituciones estatales y federales para fortalecer y
dinamizar la actividad y, al cañero mismo.
En diciembre de 1992, entrega la
estafeta cañera a un nuevo Secretario General; ya no pretendió otra reelección
pues, a partir de 1993, ocuparía su nueva cartera como Secretario de Acción
Agropecuaria en la Unión Nacional de Cañeros de la CNC.
Meses en los que, el panorama nacional
cañero era de constantes enfrentamientos con los dueños de los ingenios y,
algunos de ellos se declararían en quiebra cerrando sus puertas a la
industrialización de la caña de azúcar. Situación que lo torna más sensible
ante las justas exigencias de los productores agrícolas que, no le dejan más
que actuar como el amigo que entrega las herramientas jurídicas para enfrentar
las adversidades y vislumbrarles en su aplicación, resultados de certeza,
fortaleciendo la unidad.
Transcurría el mes de octubre del mismo
año, 1993, cuando es designado dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias y
Sindicatos Campesinos del Estado de San Luis Potosí, posición que le hace
recorrer el territorio potosino, en un acercamiento constante con el agro, para
reconocerle de cerca, para sentir de frente, la problemática que se vivía en
cada región y, buscar con ellos, las mejores soluciones para continuar
fortaleciendo la actividad y las finanzas de sus protagonistas; no con dádivas
gubernamentales, sino respaldados en el arduo trabajo y la actitud limpia de
cada administración de producción agrícola, con firmeza, honestidad y,
responsabilidad.
El 21 de agosto 1994, es electo Diputado
Federal por el Distrito IV, con cabecera en Ciudad del Maíz, integrando la LVI
Legislatura Federal.
Prosigue con su labor en forma
apasionada, el campo y, el acercamiento al campesinado.
No hay figura más reconocida en el
ámbito agrícola estatal que la de “Toño Rivera”, su presencia en cada lugar al
que acude para atender a productores, ejidatarios y sociedad general en su
Distrito, genera espacios en los medios de comunicación impresa.
La buena aceptación social no podía ser
mejor, en 1996, por ejemplo, por varios meses, diferentes sectores, grupos e
incluso declaraciones a título personal en Ciudad Valles, lo desean y
vislumbran como el candidato ideal para la Presidencia Municipal; olvidando
que, su residencia es Tambaca, Municipio de Tamasopo, S. L. P.
Para la renovación, en 1996, de la Liga
de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos de la CNC en el Estado, se
consolida una planilla de unidad alrededor de Rivera Barrón, asumiendo
nuevamente la dirigencia por un periodo más, en septiembre 30.
En 1997 es electo Diputado Local por el
Distrito XI, con cabecera en Cárdenas, integrando la LV
Legislatura del Estado, misma que se estableció el 15 de
septiembre de 1997 y concluyó el 14 de septiembre de 2000.
No todo fue triunfo y éxito en su carrera política, también conoció la
derrota, en el 2000, pierde la elección para presidente municipal de Tamasopo,
en aquél experimento electoral denominado “Segunda Vuelta Electoral”.
A principios de 2002 es invitado a
integrarse como auxiliar en la Liga de Comunidades Agrarias de la CNC, por
Felipe Aurelio Torres Torres, dirigente en turno; y aprovechando su experiencia
en el ramo y conocedor en la zona, se convierte en enlace cañero regional para
con el organismo estatal, además de atender y representar en forma directa
parte de la zona media del Estado.
Pretende en el 2004, la Secretaría
General de la Unión Local de Cañeros, enfrentando una oposición manipulada con recursos
que no pudo revertir, posteriormente, algunos años más, con argumentos antirreglamentarios,
le coartan su participación al interior del ejido de Tambaca cuando desea
participar en la renovación administrativa.
Funda en noviembre del 2007, el “Grupo
Solidario Tambaca, SC de RL.”, una sociedad cooperativa con ejidatarios de
Tambaca, pretendiendo el impulso a la producción cañera y ganadera sobre bases éticas,
corporativo que encabeza por dos periodos continuos.
Impulsado por amistades cercanas,
participa en el proceso interno del Partido Revolucionario Institucional para
la candidatura a presidente municipal de Tamasopo, sin el éxito esperado.
Por igual, el viejo círculo de amistades
le convencen para contender en la renovación de la Unión Local Cañera y,
nuevamente, los resultados le son adversos.
Entendiendo el cambio generacional, se
retira lo suficiente de los espacios administrativos y, se enfoca a su actividad
de agricultor, atendiendo sus cultivos cañeros, lo mismo que los de su señora
madre, ejidataria en el vecino Rascón, Municipio de Ciudad Valles.
Empero, a finales del 2021, los ejidatarios
de su patria chica le encarecen los lidere, convirtiéndose así, en Presidente
del Comisariado Ejidal de Estación Rascón.
A escasos meses de concluir ese periodo,
fallece, en septiembre de 2024.
Antonio Rivera Barrón, un auténtico
líder cañero que, traspasó los límites de la geografía regional, un orgullo
para su casa adoptiva, Tambaca, el personaje más estimado en su momento, el
representante de una generación que por costumbre diaria tenía, el escuchar a
todo aquél que lo buscara, a adherirse en la búsqueda de soluciones colectivas;
por encima de la individualidad, un humano ordinario, pero con un desempeño
extraordinario.