“En Agua Buena, Municipio de Tamasopo, Estado de San Luis Potosí, siendo las 17 –diecisiete- horas del día 16 –dieciséis- de agosto de mil novecientos cincuenta y siete, ante el suscrito Delegado Municipal, se presentaron varios vecinos de este lugar que tienen su domicilio en el barrio denominado Cantarranas, denunciando que el C. GREGORIO RAMIREZ, montado en una mula y en completo estado de ebriedad, andaba por el barrio mencionado atropellando a las familias. Entre los quejosos se encuentran los Cc. SATURNINO ESPINOSA y JUAN ARAUJO quienes manifestaron que por el susto recibido, tenían a sus hijos enfermos; así como la señora ANGELA DE SANTIAGO DE CUELLAR, quien manifestó que su hermano menor habíale echado el animal encima el mencionado C. RAMIREZ, así como de que al requerirle del porqué del atropello le contestó con palabras obscenas que las mismas vecinas pueden confirmar; habiendo hecho lo mismo con niños que se encontraban bañando en la acequia del mismo barrio a la altura de la casa del Sr. VICTOR GARCIA.- Con el fin de consignar los hechos a las autoridades inmediatas superiores, se levanta la presente ACTA para los efectos legales que corresponda.- DOY FE”.
EL DELEGADO MUNICIPAL
ANTELMO ZUÑIGA PAEZ”.
Trivialidades de Barrio, aunque jocosa la situación bastante exagerada, ¡que susto de niños ni que nada!, ellos alegres y burlones ante la escena equina y su montador que a pesar del estado alcohólico no caía de la bestia, a la que golpeaban con la palma de la mano y se echaban a correr rumbo a la sequia, claro, en respuesta el dúo, hombre y bestia, arremetían en contra de aquellos escandalosos escuincles que parecía no conocían a los borrachos; sobre todo en “Cantarranas”. Cierto, no faltaría el niño quejoso y espantado que denunciaría ante sus progenitores lo ocurrido, escandalizando más de lo que en verdad era.
Los nombres de los vecinos, claro, cómo no recordarles si vivían en las proximidades Norte, Sur y Este del domicilio que me vio nacer.
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