MALOS DOCENTES

En Octubre 7 de 1937, trasciende como queja que, el Profesor Jesús Fragozo , de San Andrés de los Limones, había abrazado y agarrado de los pechos a una de sus alumnas, el Padre de Familia ofendido acude ante el Presidente Escolar, Andrés Gómez pero éste no se atreve a indagar así que acude con el Juez Auxiliar Brígido Gómez quien interroga a los alumnos más grandes de edad quienes aseguran a ver visto cuando el mentor abrazaba y le manoseaba los pechos a su compañera, cuando aquél es llamado ante el Juez Auxiliar primero asegura que sí la abrazó pero nada más, y que “no tiene nada más que decir”. El Juez envía oficio a la Presidencia Municipal y ésta al Profr. Elfego Reyes, Inspector Federal de Educación en Cárdenas, S.L.P.

Para el 24 de Octubre, el Edil se comunica por escrito con el Profesor para hacerle saber que por voz propia del Juez Auxiliar se ha enterado que se ha tornado odioso con los alumnos a los cuales exageradamente castiga, incluso hasta ya le tienen miedo, y que su presencia está hartando a la comunidad. Agrega en su misiva: “Procure tratar a los niños con las consideraciones que su edad merece y conforme a los reglamentos de enseñanza, con la amabilidad se gana más que con durezas; por otra parte, piense que con el atentado que usted cometió en la niña su discípula, a pedimento de partes, estuviera usted procesado, pero esa gente es buena y eso lo debe tomar en consideración”.

El Presidente Municipal Interino en turno, lo era el señor Sixto Zúñiga, quien pretendió darle la mejor de las salidas al asunto, pero el docente lejos de entender su error, acomete en contra de todos, ello provocó la intervención del Inspector Escolar que, como costumbre en esos casos, se limitó a cambiar de plaza al mentor.

Éste fue un episodio que no se calló, pero cuántos quedaron en el silencio tormentoso de no denunciar, por pena, por cobardía, por miedo. No es desconocido por pasadas generaciones la actitud de algunos docentes para con sus alumnas, o el grotesco trato para con ciertos varones; incluso en la Cabecera municipal, alumnas engañadas, acosadas y hasta violadas por respetables Maestros, y las autoridades; bien gracias.

Cierto, cuando se trataba de señoritas pudientes, hasta la cárcel llegaron a parar, saliendo de ella solo para reparar el daño, cubriendo multas exageradas económicas o con el matrimonio, para después de eso, desaparecer.