“Oficio # 36
C. Presidente Municipal y de la Junta de Reclutamiento
Tamasopo, S.L.P.
En cumplimiento a lo ordenado por esa H. Junta de Reclutamiento en sus oficios números 112, 117 y 126 de fecha 20 de marzo y consignado a los Jueces Auxiliares de “El Nacimiento”, “Las Maravillas” y “La Maravilla” de esta jurisdicción, digo a usted lo siguiente. Estas fueron Colonias de Indígenas que se formaron en la época de la Revolución, por orden de concentración a este pueblo, pero restablecida la paz toda esta gente volvió a sus respectivos lugares. Habitando en la actualidad gente solamente en el lugar denominado “El Nacimiento” siendo este uno de los pequeños barrios de esta población habitado siempre por clase indígena. Ahí se encuentra Maximino de la Cruz, uno de los citados por usted, pero me consta que no tiene ningún hijo de nombre Valentín de la Cruz.
Tiene dos hijos varones de nombres Zeferino de la Cruz de 20 años de edad, y otro de nombre Agustín de la Cruz de 15 años. Lo que comunico a usted para su conocimiento y en debido cumplimiento y le protesto a usted mi atención y respeto.
Atentamente
Sufragio Efectivo. No Reelección.
Villa de La Palma, marzo 31 de 1945
El Juez Auxiliar, Antonio del Castillo”.
El sencillo oficio nos proporciona algo interesante, “Colonias indígenas” en tiempos de la Revolución, más bien se trataba de concentraciones algo nutridas, en espera de ser llamados a las filas de participación “cedillista”, en dichas aglomeraciones improvisadas se contaba con elementos de toda la región étnica, personas que ignorando ideales de lucha, postulados u objetivos sociales, se dejaron llevar no por un sueño futurista de bienestar en donde su condición de vida habría de mejorar, sino más bien, con la certidumbre de que comerían al menos, una vez al día en dicha concentración. Y es que el movimiento armado de la trifulca revolucionaria no sacudió físicamente la región pame, fue zona inaccesible, sin intereses que afectar.
En donde sí se sentía esa presencia, lo fue sobre las paralelas de hierro, en aún geografía pame. Desde el “Espinazo del Diablo” hasta Canoas, encabezados o liderados claro está, por mestizos de la zona.
Dudas sobre la participación de elementos armados de origen étnico pame no las hay, pero su participación fue externa, nutriendo los grupos de los “Carreras” o “Cedillos”. Al interior de la geografía referida solo esporádicos rumores llegaban de vez en cuando. Así que, las mencionadas rancherías, que ya no existen, no eran núcleos de sobrevivencia o que huyeran del fenómeno armado o que se sintieran hostigados por el flujo de la plebe; lo eran cierto, células disponibles esperando la orden para trasladarse a específico punto sobre la vía del ferrocarril, para de ahí, ser conducidos a las filas combatientes y dar la vida por los intereses de otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario