QUEMA DE BAGAZO

“Mayo 29 de 1979.

C. Ing. Héctor Ángel Hernández López
Gerente General del Ingenio
Alianza Popular, S.A.
Presente:

Por medio del presente nos dirigimos a usted, de la manera más atenta, con el fin de rogarle suspenda la quema de bagazo que esta realizando esa Industria y que perjudica la salud de las familias de este Ejido que viven en las proximidades de ese Ingenio y aún los que no, pues el humo de esa quema provoca además del mal olor que despide hace un ambiente poco agradable para los vecinos de esta comunidad, quienes los más próximos a los límites de ese Ingenio se han visto en la necesidad de abandonar sus hogares en busca de aire puro que respirar.
Esperamos que nuestra petición obtenga la atención que requiere a la mayor brevedad posible para el bienestar de las familias de ese poblado especialmente los niños.

Atentamente
EL COMISARIADO EJIDAL
Espiridión Sánchez Granados.

El JUEZ AUXILIAR
Ricardo Rodríguez”.

Quizás exagerado, quizás no. Lo cierto es que la quema de bagazo es parte del proceso para el calentamiento de las calderas. Lo referente al humo es cuestionable pues éste nunca bajó ni ha bajado a distancia considerable de la superficie como para convertir el ambiente irrespirable.

Lo que sí acontecía era el exceso que de esa quema resultaba, la ceniza alfombraba todo el poblado y los vientos introducían al interior de las viviendas esos residuos, la ropa; en especial la de color blanco, se manchaba con suma facilidad.

Pareciese que los quejosos son foráneos y ajenos a la completa actividad, pero no, se trata solo de un destello, un vulgar pretexto de inconformidad ante la gigante presencia de la mole y sus trabajadores –considerados en aquellos días como invasores-. El tiempo todo acomoda y este detalle no fue la excepción.