El 28 de Enero de 1970, el Delegado Municipal de Agua Buena comunica a la Presidencia que: “El día 27 del presente mes, a las 21 horas de la noche, el señor Ángel Lázaro Núñez acusa a los jóvenes de robo, acto seguido son detenidos y encerrados en la Delegación, mientras daba aviso a la Comandancia de Tamasopo quien envió a tres policías para el traslado de éstos, pero al tratar de sacarlos hubo un asalto como de 30 personas que se oponían al traslado, gritaban “si se los llevan no respondemos por ustedes”.
Pero hasta el día 10 de Febrero el Presidente Municipal comunica al Delegado que recibió Oficio 45, de fecha 28 de Enero, del caso de robo a Ángel Lázaro Núñez en contra de los jóvenes J. Jesús Landaverde, Leonardo Castro y Francisco Arzola, así como un asalto a la Delegación para evitar el traslado de los reos a la Cabecera, y en donde se señala como organizadoras a las señoras, Virginia Mateos, Cecilia Arzola.
El caso se enreda y es enviado hasta la Procuraduría General de Justicia en el Estado, a cargo del Lic. Emeterio López Alonso quien, el 6 de Julio envía al Síndico Municipal Oficio indicándole que de acuerdo a las averiguaciones no existe delito, pues el querellante nunca lo demostró.
LOS HECHOS: La tarde-noche del día 27 de Enero de ese año, los jóvenes Jorge Prado Martínez, Francisco Martínez Arzola, Leonardo Moctezuma, Pablo Landaverde y Jesús Landaverde paseaban por el rumbo de “Cantarranas”, cuando determinan acudir a la Plaza y se encaminan a la tienda del señor Benito Castillo, en la zona Centro, para comprar una pieza de pan; en el trayecto se les incorpora Ángel Ibarra. Cuando salen de dicha tienda, se encuentran con el señor Lázaro Núñez en completo estado de ebriedad, quien aborda a uno de ellos y en tono insistente lo reprende pretendiendo respuesta sobre quién había abierto el vehículo de éste, la negativa del muchacho enciende más el alterado humor del señor Núñez provocando la risa espontánea de uno de los jóvenes que ante las amenazas y rayadas de madre salen corriendo escapando de aquella situación; pero Pablo Landaverde es atrapado por el acusador quien asegura que esos muchachos le han robado herramientas del vehículo.
Con Pablo en su poder, se dedica a buscar al Delegado Municipal, a quien le asegura ser víctima de robo por parte de éstos, así, se perfilan a la Oficina de la Delegación en donde Landaverde es esposado y como el resto del grupo siguiera los pasos de aquellos, por curiosidad o compañerismo, son también detenidos. Mientras permanecen encerrados en la Oficina de la Delegación, el funcionario municipal junto con el demandante se dirige a Tamasopo y varios minutos más, regresan con tres policías para hacer el traslado de los acusados a la Cabecera.
Pero cuando llegan dispuestos a efectuar el plan, se encuentran con nutrido grupo de personas que exigían no solo saber de los hechos, solicitaban la inmediata liberación de los jóvenes pues consideran injusto el proceder del Delegado al hacer y asentar como verdadera la versión del señor en estado de ebriedad sin contar con ninguna prueba del delito, además le arengan el hecho de ser jóvenes, algunos menores de edad y que, además, eran los encargados de realizar “El Censo” al siguiente día; tanta presión sintió el Delegado que permanecía mudo ante los reclamos del enardecido contingente, solo el acusador pronunciaba airadamente que éstos, eran los ladrones y que en su haber, tenían más de 50 delitos.
Para calmar la situación, los jóvenes son liberados, pero el asunto no concluyó ahí, meses después se abre la investigación llegando tal demanda hasta el escritorio del Procurador de Justicia del Estado quien determinaba no encontrar la existencia de delito alguno en el expediente elaborado.
Por tal, los muchachos dejaron de ser señalados por el delito de robo, curiosamente; quien más alentaba el proceso desde los primeros días era el Delegado Municipal quien fue señalado, el 18 de Mayo, en su declaración, el C. Ángel Lázaro Núñez, de 32 años de edad, chofer, originario de San Diego de la Unión, Guanajuato y vecino de Agua Buena quien, ya en sus sentidos despejados, afirma que solo pretendía darles un escarmiento a los jóvenes; pero el Delegado “la hiso en grande”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario