LA BANDA DE LA CAMIONETA ROJA

Amador Navarro Rojas, originario de Cárdenas, S.L.P. y vecino de La Palma, de 42 años de edad, dice ante el Presidente Municipal Amado Olguín García que el 10 de marzo de 1981 como a las 19:00 horas fue atacado en su pequeño negocio por 3 individuos, entraron preguntando a gritos que en donde estaba la mariguana y presumiéndose de la Judicial, lo golpearon en la cabeza con la cacha de un arma y perdió el conocimiento, cuando despierta se encuentra amarrado fuertemente de manos y pies; además tapado de la boca, pero escucha la voz de alguien que le llama desde la calle y pide auxilio como puede, al estar desatado y revisar sus pertenencias se percata que le robaron 6 mil pesos y al interior de su casa hicieron desorden de muebles presumiendo que buscaban valores.

Después de tranquilizarse un poco acude a la Clínica de Salud en donde es atendido por la Doctora Valentina Luna P.

El caso pasa de la oficina del Presidente Municipal a manos de la Comandancia Municipal quienes se enfocan a la investigación, “la Camioneta Roja”, pequeña banda de asaltantes que penetraban a rancherías para hacer de las suyas, varios casos frustrados en el proceso de las investigaciones pues nadie daba información quizás temiendo por sus vidas; asolaban la región, municipios de la Zona Media y, su “modus operandi” era el mismo, arribar prepotentes preguntando por la yerbita, amagaban, golpeaban, amarraban, robaban y se iban.

Benito Rubio Castillo, quien antes del asalto se encontraba bebiendo un refresco en la tienda de Navarro Rojas, es sacado violentamente por los bandidos y corrido del área. Posteriormente confesaría que reconoce a las personas que asaltaron, pues un día antes las había visto pues se había estacionado precisamente frente a su casa, iban supuestamente a comprar ganado al señor Tomás Flores Salas, pero no llegaron a un arreglo ya que le querían pagar menos y Flores Salas no aceptó. Pero todos dicen reconocer la camioneta roja, solo que a veces la veían con redilas de tubos cromados y a veces no.

Tomás Flores Salas habría de ampliar las novedades, efectivamente, le habían ido a buscar para negociar ganado, no una, sino varias veces, pero nunca llegaron a un arreglo. El día antes de la experiencia sufrida por Navarro Rojas uno de ellos le pregunto en donde podía comprar cigarros y él, les señaló la tiendita diciéndoles hasta el nombre del dueño, el mismo Flores Salas desmentiría el que fueran judiciales pues aseguraba conocer a uno de ellos de nombre J. Isabel Compeán, a quien apodaban “El Mosco”, vecino de El Refugio, Municipio de Rioverde, S.L.P. e incluso sabía con exactitud en donde vivía.

De esa forma, con la detención de uno de ellos, los otros dos son capturados, y la Banda de la camioneta Roja llega a su fin.

En su momento, la fama alcanzada en la región fue en verdad cierta, corría el rumor de la cercanía de los asaltadores y muchos cerraban sus pequeños negocios por el resto de ese día.