“En Tamasopo, Estado de San Luis Potosí, siendo las 10:00 horas, del día 15 del mes de diciembre de 1990, el suscrito Síndico Municipal en funciones de Agente del Ministerio Público y testigos de asistencia con que actúa, a solicitud del Consejo Municipal de Solidaridad nos constituimos en el barrio “PASQUINES” de ésta Cabecera Municipal y de constituidos en el mencionado lugar CERTIFICO Y DOY FE: Tener a la vista un Depósito para almacenamiento de agua, mismo que fue construido dentro del Programa Nacional de Solidaridad de 1990; y el cual cuenta con las siguientes medidas y colindancias:- Al Norte 6.0 metros con camino General, al Sur 6.0 metros con la señora Norberta Romero, al Oriente 6.0 metros con la misma, al Poniente 6.0 metros con la señora Norberta Romero. Reunidos los vecinos beneficiados con el mismo, así como el Comité de Solidaridad para la construcción de dicho depósito y el Comité de Fondo Municipal de Solidaridad, con el fin de asentar acuerdo de donación de terreno, que ocupará la obra denominada “Tanque de Almacenamiento de Agua” en el Barrio Pasquines de éste lugar. En la cual la señora Norberta Romero Viuda de Almazán, cede este terreno para la construcción de ésta Obra de beneficio para los habitantes de ésta Colonia, con la cual solucionarán el abasto de éste vital líquido. Con lo anterior se dio por terminada la presente diligencia que se autoriza en forma, firmando los que en la misma intervinieron. - DAMOS FE.
EL SINDICO MUNICIPAL EN FUNCIONES DE AGENTE DEL MINISTERIO PUBLICO. ANTONIO TOVAR SANCHEZ, TESTIGOS DE ASISTENCIA: Ramírez M., Héctor Reyes Peña. DONA EL TERRENO: Norberta Romero Viuda de Almazán. Presidente de Comité de Obra, Alberto Lucio. Secretario, Mariano Almazán Romero. Tesorero, Salomón Guillén. EL CONSEJO MUNICIPAL DE SOLIDARIDAD: Presidente, Robustiano Hernández C. Secretario, Juan Carlos Mendoza Martínez. Tesorero, Hugo G. Michel”.
Obras como la anterior fueron múltiples, por toda la geografía municipal, el Programa Nacional de Solidaridad fue tan sólido que durante más de un lustro aterrizó pequeñas resoluciones a las necesidades de las comunidades; principalmente rurales. Obviamente que había tras dicho programa social fines ocultos que en el proceso electoral de 1994 se hicieron más que visibles.
Claro, ello al pueblo no le importaba, lo realmente trascendente era la forma en que los recursos llegaban, sin intermediarios burocráticos, cierto, solo la Presidencia Municipal como contralor y orientador de dichos recursos, quien, a su vez, se sujetaba a normas y lineamientos de la propia Secretaría de Desarrollo Social. Así, se pintaron Escuelas, se revistieron tramos de caminos, se construyeron banquetas, se cercaron espacios deportivos, se abrieron tiendas de consumos populares, entre muchas otras acciones de beneficio social.
La palabra más popular, de significado más justo y noble, así sonaba en esos años “Solidaridad”, indudable que lo más importarte con lo que cuenta nuestro Municipio, si hubiese surgido en esos tiempos llevaría el sustantivo en referencia. Claro, no se escapó de ese tipo de insulto, pues “Alianza Popular” fueron palabras claves en el discurso político de Luis Echeverría Álvarez.
Lo más absurdo, tres periodos de gobierno municipal solo se concretaron, principalmente, a coordinar las obras de “Solidaridad” y hacerlas sentir como propias ante la población. Cierto, algunas obras de gran impacto, pero otras tan pobres, tan limitadas que, resultaba increíble entender cómo llegó a consolidarse prioritaria, la pinta de los sustantivos de las calles en la cabecera municipal.
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