COPALILLOS

La comunidad de Copalillos se encuentra dentro del Ejido de La Palma en un área de transición biótica, su vegetación se aprecia compacta en peculiares bosques donde predomina el encino acompañado de un matorral sub montano muy propio de la Sierra Gorda, para llegar a el, se aborda la carretera de terracería que inicia en Vicente Guerrero; sobre la rúa Ciudad Valles – Río Verde, un camino poco transitado que se proyecta como un corredor al interior de la zona baja de la pamería de tal manera que al utilizar esta vía se puede llegar, atravesando la Sierra Madre Oriental, hasta la planicie formada por la zona húmeda del valle de Tampasquín.
Desde Vicente Guerrero, localidad pame perteneciente al vecino municipio de Rayón, son 5 kilómetros de accidentado camino, obligadamente lento pero encantadoramente hermoso, pues se puede apreciar a placer el ecosistema de fuerte tonalidad amarillenta de sus follajes caedizos, los centenares centenarios árboles que erguidos muestran su grandeza y a la vez, refugio de intrépidas aves que suelen acompañar con su melodioso canto el tránsito esporádico que propios y visitantes.
Cuenta con 235 habitantes, de ellos 134 son hombres y 101 mujeres, con una altura sobre el nivel del mar de 1300 metros, su clima es templado y suelen presentarse corrientes de viento fresco continuamente, sus centros educativos son: Escuela “José María Morelos” y “Prof. Alberto Carrera Torres”, Preescolar y Primaria; respectivamente, ambas de modalidad indígena.
Tienen energía eléctrica, letrinas de 10 a 15 metros de longitud con respecto a la casa habitación, misma que se construye con materiales maderables de la región, aunque algunas de ellas se han elevado con cemento y bloc, beneficio llevado por el Gobierno Federal después de la histórica visita a Santa María Acapulco; uno de los centros más sólidos dentro de la cultura Pame, del entonces Presidente de la República, Lic. Ernesto Zedillo Ponce de León quien anunciara tal ayuda bajo el concepto de “Vivienda Digna”, el agua potable la obtienen de profundos pozos y la llevan a sus domicilios en cubetas. Como sus áreas anexas a la casa-habitación son de dimensiones considerables, éstas se observan sembradas con cítricos, entre ellos, mandarinas, naranjas, limón dulce y lima, además de plátanos, nopales, chile piquín e incluso, algunos breves surcos con frijol y garbanzo. También cultivan en escala mínima caña de azúcar para uso exclusivo en la alimentación de sus escasas cabezas de ganado menor y una que otra mayor. La población de aves de traspatio es importante pues es fundamental en la dieta de sus habitantes.
Las únicas infraestructuras que se pueden observar, provenientes de una atención directa gubernamental son la Casa de Salud; regularmente cerrada y, la Cancha Deportiva en donde suelen los jóvenes reunirse por las tardes para practicar el voleibol, disciplina preferida y de la que son excelentes exponentes.
Esta localidad, como todas, inicia siendo un pequeño caserío, dependiente del juzgado auxiliar de Cuesta Blanca hasta 1975, año en el que logran contar con su propio Juez, naciendo propiamente "Copalillos", situación de completo agrado pues para acudir ante aquella autoridad caminaban 5 kilómetros; agregando una sutil actitud personal indiferente ante las problemáticas que solían aquejarlos.
Los hombres se emplean como jornaleros temporales en actividades agrícolas en la región cañera de Tambaca, con ello, son las mujeres quienes quedan al frente de sus familias; ellas suelen producir en rudimentario amasijo de un barro colorado, comales y ollas frijoleras, solo de uso personal.
El nombre de la localidad proviene del copalillo, árbol resinoso estéticamente esbelto y alto con poco follaje, además un tanto aromático y una tonalidad ceniza en la corteza.