sábado, junio 07, 2008

LAS MENTIRAS POR INTERNET


Cada vez que alguien hace uso de la red para obtener información acerca de un algo predeterminado, es común que solo consulte las primeras 20 páginas virtuales de las miles que el buscador utilizado le proporciona. De ahí que, estas páginas suelen ser todo el “universo” que el usuario tome en consideración para concebir o determinar en base a la información encontrada, la definición conceptual de su búsqueda.
Lamentablemente, no todo lo que aparece en la Internet es fiel verdad y reflejo real del sustantivo o tema introducido en el buscador. Lo que me preocupa es cuando un usuario “teclea”: Tamasopo y/o municipio de Tamasopo.
La información residida dentro de los virtuales espacios, es; primeramente, elaborada por personas que no son de Tamasopo, excepto un bonito portal local con información turística, personas que solo visitaron un poco del extenso territorio municipal y que sin embargo, suelen describirlo como si lo hubiesen recorrido en su totalidad.
Ese desconocimiento les hace cometer errores en la descripción que comparten para millones de usuarios, por mencionar solo algunos, quizás los más comunes, suelen llamar al Río Frío como el que alberga sitios como “Puente de Dios” o “Las Cascadas de Tamasopo”, hacen mención del “Trampolín” como parte del Río Tamasopo, confunden a muchas personas que creen que Tamasopo son unas cascadas, igual, turistas insistentes en saber de los huastecos pues el Internet les ha señalado a Tamasopo en el interior de la misma; Tamasopo solo es huasteca geográfica y no étnica. Lo más grave es la información de tipo histórico, geográfica y demográfica, información que se originó en los años sesentas y que se sigue divulgando como si fuese actual o reciente; por ejemplo, recalcan que la única vía de transporte realmente importante es el tren San Luis Potosí-Tampico (desaparecida en los años noventas, en su aspecto público), mencionan al Ingenio Azucarero de Agua Buena como una industria vital en el municipio (inactivo desde mediados de los años setentas), hablan de una cabecera municipal itinerante (ignoran que el municipio de Tamasopo surge de una fusión de otros tres), carente de infraestructura carretera (aunque deficiente, albergamos interesantes circuitos carreteros hacia el interior del extenso territorio municipal) y, encima, nos atribuyen una ajena gastronomía que si bien no es desconocida, no es propia en la mesa de los hogares del municipio. También por ahí, nos colocan al buen amigo Lagunillas como vecino colindante territorial (entre ambos se ubica una pequeña porción de Santa Catarina la cual perteneció al municipio de La Palma más no al de Tamasopo y otra igual superficie de Rayón; que en un pasado no muy lejano, su parte Este pertenecía también al viejo municipio de La Palma).
Cierto, esta situación habrá de modificarse cuando sean los mismos tamasopenses quienes elaboren las páginas de divulgación virtual, con información verídica y certera, igual considero y comparto una innegable responsabilidad como autoridad en la materia histórica, y aunque ganas no faltan, son otro tipo de recursos los que limitan la divulgación certera en la red.
De cada diez páginas que cualesquier buscador arroje, siete tienen relación con el turismo; el 30 % restante corresponde a temáticas de información hemerográfica, geográfica, histórica y gubernamental, entre otras.
Con relación a los buscadores, considero que es una selección personal, todos son buenos, solo es cuestión de adaptarse al uso y manipulación de alguno en específico. En lo individual, creo que Google ofrece una información más selecta pero igual, adolece en los mismos términos de fondo; cuando a Tamasopo se hace referencia.

EL RÍO FRÍO


Como la legendaria Mesopotamia, Tamasopo se erige entre ríos, se viste de verde follaje que florece gracias a la excelente humedad que, en términos generales, se aprecia en gran parte de su relieve.
De los cursos hidrológicos que nos llenan de orgullo, el más extenso es el Río Frío o Gallinas, llamado originalmente como Tanchamay que en lengua tenek hace referencia a un sitio frío, helado. Esta corriente nace dentro del municipio, en el Noreste, cerca de las localidades del Quince y Los Ríos y no como se suele ilustrar en innumerables referencias turísticas y geográficas del Estado con un origen desde el vecino municipio de El Naranjo.
Su curso se aprecia galantemente acompañado por miles de ahuehuetes de impresionantes grosores, mismos que dan sombra a sus tranquilas y cristalinas aguas que albergan endémicas especies acuáticas con hábitos nocturnos. En su trayecto, rumbo al Sureste del municipio, a escasos metros de Damián Carmona, recibe las gélidas aguas de San Nicolás de los Montes enriqueciendo un poco más la biodiversidad de la entidad.
Al dejar a El Chino atrás, se adentra al municipio de Ciudad Valles por breve espacio, en donde recibe las cálidas aguas del Piedritas; reducto hidrológico de lo que fuera la ciénaga en el Norte de Tambaca, misma que fuera drenada para arrancarle superficie aprovechable para el monocultivo de la zona. Posteriormente el Frío sirve como frontera natural entre Rascón y el territorio de Aquismón; el cual concluye exactamente en el punto donde éste recibe las nutritivas y abundantes aguas del Tambaca, en realidad decir Tambaca es solo eso, un decir, se trata de los ríos Agua Buena y Tamasopo que dan la auténtica apariencia de un nuevo curso formado con anterioridad varios kilómetros rumbo al Noroeste. Desde el citado punto, el Frío separa únicamente a nuestro municipio con Aquismón hasta el abrupto final de la corriente.
Las aguas del Tambaca tornan espléndidamente la temperatura del interior del río, como consecuencia, la naturaleza permite la abundante presencia de carrizos, otates, palmeras, palos de rosa, higuerones, cedros, ceibas, sauces, entre cientos de especimenes más, igual en el interior, la diversidad de fauna es notoria.
Turisticamente existen bellos parajes dignos de ser visitados, desde Damián Carmona, El Chino y El Carpintero hasta El Tamul.
Su recorrido lento permite escasas cascadas, cerca de Damián Carmona, sin embargo, una vez que ha recibido las aguas del Tambaca forma en su marcha cerca de cien cascadas hasta cerrar con broche de oro su existencia; sí, el Frío concluye formando la maravilla huasteca por excelencia, la máxima joya natural que los tamasopenses compartimos con todo aquél que guste hacerla propia: La Cascada del Tamul

INGENIO RASCÓN


Ingenio Rascón, nombre con el que se nombraba a Damián Carmona hasta las años cincuentas. Antes de éste, Hacienda Gallinas.
Este sustantivo, ha sido el causante de que algunos historiadores o escritores registren que en Rascón había un ingenio azucarero, o que en Rascón se encontraba la vieja hacienda propiedad de los Rascón.
El nombre de “Ingenio Rascón” cumplió una función un tanto romántica que la población de Damián Carmona supo utilizar extraordinariamente cuando se convierte en heredero directo de la fama de la calidad del piloncillo fabricado en la vieja hacienda. Al continuar nombrándose “Ingenio Rascón” se da por entendido que el producto proviene del mismo lugar y con la misma calidad.
Cerca de cuarenta años de arduo trabajo consolidan a este pueblo como sinónimo de la molienda, del trapiche, los puntos, del pilón que se concentra en Ciudad Valles y el Señor Eligio Quintanilla Torres se encargaba de distribuir hacia las grandes urbes.
Rascón fue el apellido de una gran familia adinerada que se asentó en el Valle del Tanchamay, familia que impulsó el desarrollo de la región y de Ciudad Valles. El pueblo de Rascón, nace poco antes de 1890 cuando por autorización de don José Martín Rascón, los trabajadores de la vía férrea en construcción se asientan en el sitio para edificar los talleres mecánicos de la futura compañía ferrocarrilera, claro que don Martín donó el terreno con al menos dos condiciones: que el naciente pueblo y estación llevase el apellido de su padre y que, trazaran un ramal desde ese punto hasta la Casa hacienda; pasando primero encima del Río Frío (Puente de la Mula) y posteriormente por El Chino hasta llegar al punto ya señalado. De ahí, saldría otro pequeño ramal hasta Micos.
Aún se recuerda la vía de Rascón a Damián Carmona y los talleres, removidos tempranamente a Cárdenas; en donde por cierto, existe un lugar llamado “El Rasconcito”, en honor al sitio en donde se establecieron citados talleres por vez primera.
Cuando en 1946 se decreta la anexión del Municipio de San Nicolás de los Montes con Tamasopo; Ingenio Rascón conservó aún su nombre y por muchos meses posteriores continuó utilizando en su documentación civil oficial el viejo sello que imprimía la leyenda: “Juzgado Auxiliar Ingenio Rascón Mpio. de S. Nicolás de los Montes S.L.P.”
En esos años, la comunidad era la tercera en importancia en la región; atrás de Agua Buena y Tamasopo, se calculaba un aproximado de 800 habitantes. El Ayuntamiento de Tamasopo cubría los salarios del cuerpo de policías que resguardaban el orden; aunque en ocasiones eran ellos mismos quienes propiciaban el desorden, además de cooperar con la Escuela Primaria “José María Morelos y Pavón” con la cantidad de veinticinco pesos mensuales para el pago de auxiliar de docentes; en esos mismos días, el trabajador encargado de la limpieza del jardín municipal en Tamasopo ganaba 46 pesos.

LOS HONORES A UN CANDIDATO


Los eventos públicos de la política siempre intentan mostrar el mejor de los rostros ante una sociedad expectante. Atrás de cada acto existen gran cantidad de personas que han dedicado horas de planeación, que han trazado objetivos y que han proyectado en su imaginación cada segundo del suceso; cuadro tras cuadro, en cámara lenta, con sus constantes repeticiones para corregir posibles deficiencias.
Hoy en día, quizás ya no; pero en tiempos pasados en donde predominaba un solo partido en el poder, en donde la selección del candidato era omnipotente, en ese momento lo más importante para los “organizadores” era impactar al señor ciudadano, más si éste era “El Grande”.
En 1970, el municipio recibió la visita del señor Luis Echeverría Álvarez, candidato del Partido Revolucionario Institucional a la Presidencia de la República; obviamente, a la postre, ganador de las elecciones.
Su presencia generó movimientos no acostumbrados en los pequeños círculos del poder local quienes con mucha anticipación se dieron a la tarea de preparar hasta el más minúsculo detalle, una organización integral que involucró a gran cantidad de ciudadanos en forma directa.
La visita aconteció el 13 de mayo de 1970, ese día, el candidato visitó Agua Buena y posteriormente se dirigió a Tamasopo.
Las comisiones responsables de que el evento fuera a todas luces efusivo y ordenado fueron: Cartelones, Confeti y papelillos, Vallas, Animadores y Porras, Previsión Médica, Anuncios-Propaganda y Magna voces, Orden y Conducción de tránsito de vehículos, Ornato e instalaciones necesarias, Preparación y distribución de alimentos, Comisión Femenil de Recepción.
El comité pro recepción, estuvo encabezado como Presidente por el señor Eusebio López Sáinz (Edil municipal en turno), José Díaz Parra como Seretario e Inocencio Díaz Almanza como Tesorero, Profesor Heberto Morín Martínez como Vocal Secretario, José Ramírez Raygoza (vicepresidente), Robustiano Hernández Castillo, Mario Izaguirre Morales, Guillermo Torres Ledesma, Ramón Hernández Capetillo y Dr. Gabriel Compeán Martínez como vocales. Este fue el comité encargado solo por parte del H. Ayuntamiento y del PRI; en Agua Buena se integró otro más compacto orquestado desde la gerencia del Ingenio, destacan de ese evento los nombres de J. Jesús Moreno Andrade y Adolfo Alba Ponce, ambos ahora ex presidentes municipales.
Esta visita produjo a corto plazo un gran cambio en la región. La petición constante en aquella ocasión fue la modernización del Ingenio o la construcción de uno nuevo que proporcionara seguridad de producción y captación de abasto de las grandes zonas que se planeaban abrir al cultivo cañero.

PLÁTANOS EN AGUA BUENA


Hablar de un cultivo que no sea caña de azúcar en el municipio es raro, diríamos mejor: extraordinario.
Nuestras húmedas tierras por fortuna tienen aún la capacidad de hacer brotar, crecer, desarrollar y producir frutos tradicionales en la zona que bien podrían ser canalizados para un plan intensivo. Damián Carmona por varias décadas se perfumó con azahares, por todas partes la temporada de mango nos grita su enorme potencial, al igual que los cítricos, el aguacate, las ciruelas, las guayabas, entre otros, solo de autoconsumo, como árboles de sombra; solitarios e ignorados en su dimensión económica.
En 1929, el señor Anastacio Aguilar, vecino de Agua Buena, Municipio de San Nicolás de los Montes, Distrito de Ciudad del Maíz; manifestaba en su declaración a la Dirección General de Rentas del Gobierno del Estado que se dedicaba al cultivo de plátano, que tenía sembradas dos hectáreas y media, superficie que tenía en arrendamiento con la Hacienda Agua Buena, en mencionada área dice contar con una producción anual de 480 racimos; obteniendo por rendimiento 240 pesos.
El terreno en mención, ubicado en el vértice formado por el Río Agua Buena y la Acequia Grande, se encuentra hoy en día con cultivo de caña de azúcar y otros fragmentos invadidos por líneas semi rectas que delimitan y anteponen su pertenencia humana. Aún con ello, toda la superficie cercana a la Acequia Grande se aprecia siempre verde, cientos de plantas de plátano le han dado un especial toque al medio natural que embellece al Trampolín.
El señor Aguilar vislumbró en este cultivo una sana alternativa de producción completamente diferente a la costumbre de la región, entendamos que no era una actitud de autoconsumo, no podríamos imaginarnos a la familia Aguilar alimentándose de plátanos todo el año. Su cosecha era trasladada a Cárdenas en donde el fruto tenía excelente demanda.
240 pesos anuales en 1929 no eran despreciables. Consideremos, hipotéticamente, que los egresos por concepto de arrendamiento, de cultivo y transporte al mercado, entre otros, equivalgan a un 20%, entonces le restan 192 pesos anuales. En promedio al mes son 16 pesos, el Presidente Municipal de La Palma ganaba al mes la cantidad de 11.62, entonces aunque poco, el cultivo alterno otorgó sueldo equiparable al de un funcionario público.
Las zafras de esos tiempos eran de tres o cuatro meses, el personal obrero ganaba por jornadas de hasta 12 horas la suma de .60 centavos, así que trabajando todos los días los cuatro meses le hacían obtener 72 pesos por temporada; la mitad de los dividendos plataneros. Entonces, cultivo magnífico, alternativa acertada que la envidia del patrón sepultó obligando al señor Aguilar a cambiar su plantío innovador por la gramínea preponderante.

UNO DE LOS GRANDES


Demasiado humano, presumir la grandeza de su pueblo, de sus hombres, sus culturas; hasta su barbarie.
Cada sociedad presume sus ilustres personalidades, se enaltecen con los logros ajenos de aquellos, les festejan sus aciertos históricos y minimizan los errores pretextando la condición humana propensa al ritmo de las pasiones momentáneas y circunstanciales.
En ese típico acento de exaltación, debo compartir un nombre: José Martín Rascón, tamasopense de altos vuelos, hombre afortunado quien fuera seleccionado por don Porfirio Díaz Mori para que en representación del pueblo y gobierno mexicano acudiera a Japón, para consolidar las fuertes bases de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Llega al puerto de Yokohama en septiembre de 1890 y es recibido con todos los honores, de esa forma, Rascón se convierte en el primer enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de México en el lejano Japón; claro que, como consecuencia de la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación del 30 de noviembre de 1888, pactado en Washington. Un acuerdo de suma importancia para ambos países, con plena igualdad jurídica, sobre el respeto a la soberanía y la dignidad.
Jose Martín Rascón presenta sus credenciales diplomáticas en Tokio ante el Emperador Meiji Mutsu-Hito, posteriormente se concentra en buscar lugar para las instalaciones de la embajada en la ciudad capital; antes de ello había mantenido una oficina consular en Yokohama. En noviembre de ese mismo año, firma con el gobierno de Tokio un contrato de arrendamiento por 30 años, prorrogables por tiempo indefinido sobre dos lotes que sumaban cinco mil metros cuadrados, ubicados en el Barrio de Nagata-cho, zona centro en donde se congregaba el poder político japonés.
En ese sitio se construyó el edificio de la Legación mexicana, mismo que fue totalmente destruido por los bombardeos de los aliados en el transcurso de la segunda guerra mundial.
Después de haberse firmado el Tratado, México recibe la primera migración japonesa, misma que se establece en Chiapas y logra convertirse en pilar de la actividad cafetalera en aquella hermana entidad; éste movimiento demográfico es conocido como “la inmigración de Enomoto”.
José Martín Rascón fue el menor de los hijos de José Domingo Rascón, quien comprara la extensa hacienda de San Ignacio del Buey en 1842 y que, una vez adjudicada; en 1844, cambiara de nombre por Hacienda Rascón.
Si José Martín Rascón no es tamasopense por argumentos micro patrioteros, entonces el General Ignacio Zaragoza no es mexicano pues nació en Texas, cuando aquél territorio aún pertenecía a México.

CAÓTICO 1940


Deseo entender que una severa crisis social antecede a un profundo cambio estructural en el organismo que experimenta dicha mutación, dice el pueblo en tono conformista; pretendiendo ocultar sus lamentaciones, que después de la tormenta llega la calma.
1940 fue un año difícil, en el marco nacional el asesinato de León Trotsky y las elecciones federales agitaban las masas urbanas quienes iniciaban a solicitar transparencia en los procesos de la vida democrática.
En Tamasopo, nuestra querida y recóndita pequeña patria las cosas no pintaban distinto, aunque ajenos a la ideología marxista y a los golpeteos entre ¨camachistas¨ y ¨almazanistas¨, la situación fue sumamente delicada.
Brotes de viruela azotaron la zona que va desde La Esperanza hasta Santa María Tampalatín, situación de emergencia que el gobierno del Estado no atendió hasta que el número de fallecimientos se tornaron convincentes y la epidemia se propagó hasta La Palma.
Además, una cruel crisis económica originada por el paro del Ingenio de Agua Buena quien se negaba a cubrir salarios atrasados a los obreros; anteponiendo la declaración de la quiebra empresarial.
La situación azucarera, trajo consigo que cientos de jornaleros temporales y de tránsito por la zona se congregaran en las poblaciones cercanas a las áreas de cultivo, Agua Buena se fue viendo poco a poco asediada por miradas ajenas que robaron pronto la tranquilidad social. Imposible controlar a tanta gente, los robos se hicieron presentes; hasta la ropa de los tendidos desaparecían a plena luz del día, una ola de abigateos por la región acentuaba la primicia del pueblo: ¨la panza es primero¨, de las reses sacrificadas solo se encontraban las ensangrentadas pieles.
Se decía que en esos núcleos de personas se infiltraban presidiarios peligrosos, asesinos que escapando de sus cárceles encontraron en las circunstancias de 1940 el ideal campo para pretender pasar desapercibidos.
Al detener la producción el Ingenio, buen número de agricultores determinaron aminorar los daños de la situación procesando la gramínea para obtener piloncillo; lamentablemente, estos minúsculos intentos se estrellaron en la incomprensible actitud de las autoridades municipales en turno quienes desmantelaron los sencillos trapiches declarándolos ilegales, además de que perjudicaban los intereses de la compañía azucarera.
Sumado a todo aquello, la noticia de que un grupo armado de ex cedillistas levantados contra el gobierno se refugiaban por los rumbos de La Gavia movilizó tropas en varias direcciones para combatirlos.
Nuestras autoridades municipales claro que se preocuparon ante la angustiante situación, sin embargo, poco lograron hacer, por cierto, el municipio de Tamasopo en ese primer año de la cuarta década del vigésimo siglo, contó con cinco Presidentes Municipales.

ESTACIÓN RASCÓN

EL ORIGEN   El surgimiento de Estación Rascón tiene origen en la necesidad de la Compañía del Ferrocarril Central Mexicano de contar c...