SALARIOS EN DEMANDA

“C. Presidente Municipal
Presente:

J. Jesús Fuentes, en ejercicio de sus derechos civiles, ante usted, muy respetuosamente digo:

Con fecha, o mejor dicho, en los primero días de Febrero del año actual. Comencé a prestar mis servicios como velador de los intereses de la Empresa denominada “Ingenio Agua Buena, S. A.” cuya sociedad me asignó un sueldo de $1.50 un peso cincuenta centavos diarios. Debido a mi ignorancia, no especificamos, por lo que a mi respecta, cual sería la jornada mínima o sean las horas de trabajo diarias, dando por resultado que yo trabajaba catorce horas diariamente, inclusive los domingos. Pues bien señor Presidente, andando desempeñando mi cometido en éste lugar, en el Patio de la Empresa, sucedió que como a las veintitrés horas, me di cuenta que cinco individuos andaban en una plataforma, haciendo tercios de caña de la propiedad de mi patrón, ya viene a ser el Ingenio ya referido, y al sorprender a los sujetos aludidos, les hice la reclamación correspondiente, diciéndoles que estaba prohibido el que cogieran aquellas cañas ajenas, manifestándoles además, mi carácter de Velador, pero lejos de atenderme lo que les decía en mi cumplimiento de mi deber, todos ellos se transformaron en energúmenos, dando por resultado, que todos se me echaran encima, sin darme cuenta que armas portarían, porque estaba obscura la noche. Al verme yo amagado y que mi vida peligraba, y por instinto de conservación, hice uso de una cuchilla que yo portaba, y al ver ellos que herí a uno de los mismos, emprendieron la fuga, quedando únicamente un individuo que hasta ahora después he sabido que se llama Luis N.
De estos hechos tomó desde luego conocimiento el Comandante de la Policía de éste lugar, y una vez que se hicieron algunos trámites, fui consignado a la Autoridad Judicial de Cárdenas, S.L.P., en donde estuve privado de mi libertad en el cautiverio. Tuve que nombrar dos Defensores, los cuales lograron que se me pusiera en libertad causional, hasta el día 8 ocho de los corrientes; y necesariamente tuve que hacer algunos gastos, como yo demostraré en su oportunidad. Quise evitar dar éste paso que estoy dando, en la creencia de que el Ingenio no pondría obstáculo para protegerme en el sentido de sufragar los gastos que he hecho, y que se derivan de haber andando defendiendo sus intereses; pues es el caso que las gestiones que he hecho para que se me indemnice mi tiempo perdido, todas han sido en vano; y por lo mismo, a usted, señor Presidente PIDO:

Que haciendo uso de las facultades que le conceden el Artículo 336 y sus concordantes de la Ley Federal del Trabajo, se sirva dar los trámites de dicho precepto, y que al efecto se nombre por usted un Representante del Gobierno, otro del que habla y otro del Ingenio; y que integrada que sea la Junta Municipal de Conciliación, para que tome cartas en este asunto tal como lo dice el Artículo 337 de la aludida Ley; y para que en su oportunidad se obligue a mi patrón a que me reconozca y pague todos los gastos que hice, o sean los perjuicios que recibí por andar defendiendo sus intereses; que cuando menos lo haga dicho Ingenio para demostrar un rasgo de filantropía.

Acompaño una copia simple para el repetido Ingenio de Agua Buena, y espero de la Honorable Junta que se integre, que previo los trámites que la aludida Ley requiere, me oiga en justicia, y que en caso que se haga necesario, se turne éste negocio a la Junta respectiva de la Ciudad de San Luis Potosí, para que siga su curso legal la presente instancia.

Hago a usted presente mi distinguido respeto, no sin antes señalar como mi domicilio la Casa sin Número, sita en la calle conocida con el nombre de “Santa María” en éste lugar, y el de la parte demandada, en el Ingenio de Agua Buena, S.L.P.

Tamasopo, S.L.P. a 25 de agosto de 1941”.

Efectivamente, casos similares solían presentarse en la relación con la parte patronal, quienes con lujo de prepotencia, ignoraban en ocasiones las justas reclamaciones de los caídos en desgracia cuidando los intereses de la empresa; claro, también hay que decir, innumerables obras y actitudes de adhesión social fueron claves para la cristalización de aquellas, mismas que sin el respaldo de la Empresa difícilmente se hubieran logrado.