UNA VIEJA ESPADA DESAPARECIDA

El 8 de febrero de 1943, Pascual Martínez Trejo, presidente Municipal de Agua Buena, envía al C. Presidente Municipal de Cárdenas, Enrique Zubiaga el Oficio Número 282, en donde solicita la ayuda para recuperar una “espada de tamaño regular” propiedad del Ayuntamiento y que el señor Raymundo Flores Torres se llevó sin consentimiento aprovechando que trabajaba como policía en éste lugar. Como se tiene conocimiento que este individuo labora como policía municipal en esa ciudad, se solicita la ayuda para que “se le recoja el arma de referencia a dicho señor y se le castigue como usted lo crea conveniente”.

También, mediante oficio, el presidente municipal de cárdenas, el 17 de febrero, que localizaron a dicho Flores Torres y que al interrogarlo declaró que dicha arma se encuentra guardada en su casa de Agua Buena, que como se partida de ese lugar fue prematura no la pudo entregar pero que, autoriza la Ayuntamiento de Agua Buena para que entre a su propiedad y extraiga el arma buscada, el señor Flores Torres aprovecha para ofrecer disculpas por lo acontecido y reitera que nunca pensó obrar mal.

“Oficio No. 294
Asunto: Contestando haberse encontrado la Espada.

C. PRESIDENTE MUNICIPAL
CARDENAS, S.L.P.

Me apresuro a contestar su oficio número 10-65-J. en el que se refiere a la localización y requerimiento de Raymundo Flores, manifestándole que de acuerdo con las instrucciones en nota que dicho Flores adjunto al oficio de referencia, se ha encontrado la Espada a que nos venimos refiriendo.

Por lo anteriormente actuado y expresado, anticípole las gracias y así mismo manifestarle por su conducto, al C. Raymundo, que por su ignorancia o mala táctica de no haber previsto las cosas, se ha visto poco perjudicado y por lo tanto, esta Presidencia cree terminado dicho asunto.
Atentamente.
SUFRAGIO EFECTIVO. NO REELECCION.
Agua Buena, S.L.P. a 19 de Feb. De 1943.

El Presidente Municipal, Pascual Martínez Trejo.
El Secretario Interino, Lucino Méndez”.

A casi setenta años de haberla recuperado, a más de sesenta de haber desaparecido el municipio de Agua Buena para fusionarse con el de Tamasopo, ¿por cuántas manos habrán pasado? O quizás engalana algún pasillo o sala de alguna residencia de algún ex Presidente Municipal tal como sucede con el Decreto Original del 5 de diciembre de 1932.