CONVENIO JORNALERO

“Señor Hilario Guillén.
Oficina.
Muy señor mío y amigo:
Confirmo nuestra conversación de hoy como sigue:
1.-Usted se compromete a traernos, de los pueblos de su rumbo en el Estado de Querétaro, 60 sesenta hombres para los trabajos de estas Haciendas.
2.-Aunque esta gente la necesitábamos solamente hasta el día 10 de febrero más o menos, pero para no originarles perjuicios ya que usted nos dice vienen en csmino a pesar de no haberles indicado que salieran, puede traerlos desde luego.
3.-Le reconocemos a usted por concepto de sus gastos en los diferentes pueblos la suma de $50.00 (cincuenta pesos).
4.-Por cada hombre de trabajo que usted traiga le reconocemos por concepto de sus gastos de camino la suma de $5.00 (cinco pesos) por cada uno.
5.-Pueden venir hasta dos mujeres por cada 5 hombres y por estas dos mujeres pagamos su pasaje de Cárdenas a esta únicamente a $1.30 cada una.
6.-Durante su estancia aquí, le abonamos el mismo sueldo del año pasado o sean $4.00 por día de trabajo.
7.-Este año se han suprimido los gorderos y los mismos hombres hacen sus combinaciones sobre este particular.
8.-Usted se compromete a estar con su gente, hasta fines del mes de marzo de 1926.
9.-Queda entendido que por cada hombre que cumpla este arreglo, le abonaremos a usted $2.00 de comisión.
10.-Mandamos el presente arreglo, visado por la Presidencia Municipal de esta.
11.-El jornal es de 85 centavos por tarea y la gente se compromete a estar por 75 días de trabajo que es el plazo de este convenio.
Su afmo. Amigo y atento S.S.
Luis Roever”
El contrato tiene fecha de enero 18 de 1926. De dicho acuerdo se extraen conceptos importantes de la actividad vital en la región, entre otros.
El origen de la clase jornalera queda manifiesta, para años posteriores, la gente empieza a engrosar las rancherías; entre ellas Tamasopo, con la convicción de establecerse, solían decir que “para qué volver a su tierra, que el trabajo estaba aquí”. Provenientes de Jalpan de Serra, Peñamiller, Pinal de Amoles, San Joaquín, Arroyo Seco, Pedro Escobedo, San Juan del Río y Tolimán; principalmente.
Los trabajos del corte de caña duraban los 75 días señalados, en esos días; que lo eran todo para la fuerza laboral migrante, ganaban a razón de .85 por “tarea” la cantidad de 63.75 más los cinco pesos por gastos de traslado, $68.75. Considerando que trabajaran una tarea diaria, una hectárea equivalía a 20 tareas; es decir 500 metros cuadrados. Hoy en día, el corte de una hectárea se secciona en aproximadamente nueve gavillas, 1111.11 metros cuadrados y es muy raro que un solo hombre concluya dicho corte; siempre requiere ayuda. Podemos hipotéticamente pensar que una gavilla equivale a dos tareas, solo agregaremos que el corte se hacía en crudo y tenían ellos mismos que llenar a hombro las carretas, además de despajar la caña. Dificilmente creer que concluían dos tareas diarias.
El contratante, Hilario Guillén, ganaba por temporada $470.00.
La zafra duraba a ritmos forzados tres meses, la gramínea provenía de los campos pertenecientes a la propia Hacienda de Agua Buena; los Ejidos propiamente cañeros aún no existían.
Sobre el papel de la mujer pues queda claro la utilidad y la productividad.
El Presidente Municipal de San Nicolás de los Montes con Cabecera Provisional en Agua Buena es don Aurelio Vázquez quien, como autoridad, respalda el acuerdo. Es importante señalar que cada vez que el Ingenio requiere el apoyo, respaldo, complicidad o complacencia de las autoridades municipales; éstas, se hacen presentes. La situación empezó a cambiar recién los años cuarentas, la reacción de la empresa fue la indiferencia y el impulso desmedido; o con medida económica, para que desapareciera San Nicolás de los Montes y Agua Buena como municipios y se integraran a Tamasopo, en donde mantenía influencia.