El 7 de Noviembre de 1946, El Presidente Municipal de Tamasopo, Miguel Izaguirre Montoya, responde a Oficio previo, del C. Manuel García Rojas, Presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño en San Luis Potosí, sobre los nombres y domicilios de los comerciantes de la localidad.
La pequeña lista es la siguiente:
Cesáreo Castro, Comercio No.6
Amador Saavedra, Comercio No. 9
Luis Tapia Rodríguez, Comercio No. 11
J. Ascención Gómez, Comercio No. 19
Francisco Izaguirre, Comercio No. 21
Isaías Zamudio, Comercio No. 24
Matías Zúñiga, Comercio No. 26
Marcial Huerta, Plaza Principal.
Víctor B. Torres, Puesto en el Mercado
Adolfo Zamudio, Puesto en el Mercado
J. Félix Castillo, Avenida Santa María
J. Pilar Ponce, Aldama No. 10.
Con la misma fecha, informa a Ignacio Mendoza P., Presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Masa, en México, D.F., que las personas con Molino de Nixtamal son las siguientes:
Silverio Izaguirre, Comercio No. 23
Baldomero Pecina, Frente al Mercado, lado Poniente
Graciano del Castillo, Avenida Santa María.
La mencionada Calle del Comercio es la ahora “Hidalgo”, partía desde la vía del tren, a escasos metros de la Estación y se prolongaba hasta topar con la llamada Avenida Santa María; hoy Francisco I. Madero, la calle Aldama tiene el nombre ahora de Juárez, cierto, se trata de solo una cuadra pues el resto de la actual “Juárez” se nombró hasta los años setentas, como Avenida Damián Carmona.
De los establecimientos comerciales expresados, en aquellos tiempos, sobresalían los del señor Zamudio y el del señor Ponce, el primero con la característica de separar en departamentos sus ramos que incluían vestido, calzado, entre otros, en cambio, la Casa Ponce, aunque con un aspecto sombrío en su interior, resultaba atractiva pues se encontraba de todo, desde petróleo, clavos, cuerdas, remedios, abarrotes en general, entre muchos insumos acostumbrados en esos días, además resultaba ser la tienda más cercana a la Estación del ferrocarril, privilegio que la mantuvo en constante progreso hasta que la zona centro se consolidó comercialmente dejándola al margen y declinando totalmente en los años ochentas.
Sobre los molinos de nixtamal, se recuerda el pleito y demanda entre dos de ellos, ubicados muy cerca uno del otro, situación prevista como prohibida en la reglamentación de sus operaciones, al final del cansado papeleo, el señor Pecina es obligado a reubicar su molino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario