“Servicios Sanitarios Coordinados en el Estado.
Asunto: Se le remiten 150 capsulas de veneno.
San Luis Potosí, 25 de Junio de 1936.
C. Presidente Municipal
Agua Buena, S.L.P.
En contestación a su atento Oficio # 198 de 15 de junio en curso y a fin de que se proceda sin pérdida de tiempo al sacrificio de los perros callejeros, sin dueño, o el cual no los provea de bozal, me permito remitirle 150 capsulas conteniendo estricnina en cantidad de 0.15 cada una a fin de que se proceda en la forma siguiente:
Cada capsula deberá ser introducida en el orificio que se haga en cada pedacito de carne del tamaño suficiente para que pueda ser tragado por un perro de medianas dimensiones. Se dará un trocito de carne con su capsula a cada perro vigilando que realmente se lo coma. Los perros que rehúyan deberá insistirse con ellos hasta que lo tomen.
Los trocitos de carne se administrarán como antes hemos indicado a los perros callejeros sin dueño y se exigirá a los dueños que los provean de bozal o en caso de no hacerlo se procederá a envenenarlos. A las personas reacias puede usted imponerles multa moderada.
Le encarezco que se manejen con cuidado las capsulas y que solamente a una persona encomiende esta comisión a fin de que vigile cuidadosamente su cumplimiento y tenga cuidado de lavarse sus manos después de haberlas suministrado y procurar que ningún niño vaya a tomarse una.
Le suplico acusarnos recibo e informarnos oportunamente del número de perros sacrificados.
Por lo que se refiere a los perros rabiosos hay que sacrificarlos inmediatamente, siendo también necesario sacrificar aquellos perros mordidos por perros rabiosos, pues ya una vez mordidos no se podrá evitar que estalle en ellos la rabia y para seguridad de los habitantes de ese lugar conviene sacrificarlos desde luego.
Reitero a usted mi atenta consideración.
SUFRAGIO EFECIVO. NO REELECCION
El Jefe de los Servicios
Dr. Abundio Estrada”.
Éste documento sea quizás, el testimonio de la primera absurda cacería criminal contra los desafortunados canes en condición de callejeros en el viejo Agua Buena, el consumo de ese alcaloide provoca la contracción de los músculos del animal, muriendo por asfixia aún estando consciente en todo momento, por supuesto, fue común su uso, la medida extremista, impulsada posiblemente por la abundancia de “matanceros” en el pueblo.
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