PESCA CON DINAMITA

En el Boletín Informativo correspondiente a los meses de Noviembre-Diciembre, de la Delegación Federal de Pesca en el Estado de San Luis Potosí, en su página 3, aparece hermosa fotografía del Río de los Otates, a la altura del primer puente de acceso rumbo al Trampolín, y se acompaña del siguiente texto:
“Aprovechamos este medio de difusión que nos brinda nuestro boletín informativo, para solicitar el auxilio de todas aquellas personas que en una u otra forma puedan hacerlo, para tratar de evitar que gente sin conciencia y falta de escrúpulos, esté atentando en contra de la flora y la fauna de los embalses de nuestro Estado.
Hemos seguido recibiendo noticias en el sentido de que, personas irresponsables utilizan dinamita para sacar peces del agua. Lo anterior, en primer término, está originando un atentado en contra del patrimonio de muchas familias que utilizan el pescado como medio de sustento o como fuente de alimentación y en segundo lugar, están causando un daño irreversible a la ecología de esos lugares donde se realiza este detestable acto.
Invitamos a la ciudadanía a despojarse de su indolencia y temores, denunciando ante las autoridades municipales, ejidales o directamente a esta Delegación, todos los casos que conozcan, dado que son una flagrante violación a la Leyes de Pesca”. (Delegación Federal de Pesca, 1985)

Efectivamente, en esos tiempos algunas personas con explosivos hacían enorme mortandad de peces y acamayas, pero no en el Río de los Otates o el Tamasopo, solían hacerlo en el Río Verde y la zona de Ojo Caliente, un acto más devastador que la contaminación emanada del Ingenio Azucarero, un daño irreversible.

Actividad furtiva que pronto concluye gracias a la versión de que, quienes fueran sorprendidos lo pagarían con cárcel, empero, la criminal idea de pesca cómoda ya había sido sembrada en aquella zona y, no tardó mucho en que se supiera que ahora, algún valiente ignorante usaba químicos agrícolas que vertidos en la corriente del agua del arroyo Ojo Caliente, le hacía obtener exageradas cantidades de acamayas, tantas que al día de hoy, ese cuerpo de agua carece del crustáceo de agua dulce, abundante en otros tiempos.

Fuente:

Boletín Informativo Bimensual de la Delegación Federal de Pesca en el Estado de San Luis Potosí, Noviembre-Diciembre de 1985.