LOS PAMES NO QUIEREN MORIR

“El día 15 de junio [de 1987], un grupo de 18 indígenas Pame del Ejido La Palma, municipio de Tamasopo, llegó al Palacio de Gobierno de esta ciudad. Se trataba de representantes de igual número de comunidades de ese ejido que buscaban una audiencia con el Gobernador para presentarle un “Pliego petitorio”. Pertenecían todos ellos a una organización independiente de Partidos y Centrales, denominada Consejo de Lucha y Unificación Pame. Fueron recibidos por el Subsecretario General de Gobierno, Lic. Miguel Martínez Castro. En la reunión, a propuesta de los Pame, se logró un acuerdo fundamental: el compromiso del Gobierno a convocar a varias dependencias del Estado a una asamblea con el Consejo de Lucha Pame, para el día 28 de junio de este año a las 11 de la mañana. El objetivo de esta Asamblea es que cada dependencia se aboque, en lo que le corresponde, a dar solución a las demandas de los indígenas.
Considero de especial interés dar a conocer aquí el documento que los Pames presentaron ante las autoridades estatales y que es el siguiente:
“Nosotros, indígenas Pame, habitantes de los Municipios de Tamasopo y Rayón, hace algunos años decidimos organizarnos para impedir que desaparezca la raza Pame y para luchar por la solución a los graves problema que vivimos hace cientos de años”.
“Siempre hemos tenido que soportar las presiones y burlas de los ciudadanos mestizos que nos ven como indios ignorantes y tontos y como simples objetos para hacer los trabajos más pesados. Se nos niega toda capacidad de gestoría y los relacionados con nuestros propios problemas de indígenas se quiere resolver poniendo a los mestizos de por medio”.
“Esta situación ha servido únicamente para que se nos despoje de la riqueza forestal de nuestro territorio, haciéndose negocio con el corte de durmiente del que se nos paga poco o nada. Se está dejando, además, el bosque desolado y se están espantando las lluvias, lo que nos perjudica mucho para nuestras siembras”.
“También se nos pisotea los derechos agrarios y no se nos permite participar en los asuntos del ejido, aún cuando la mayoría de nosotros somos ejidatarios. Los comisariados mestizos retrasan el trámite de los certificados agrarios o, de plano, los esconden para evitar nuestra participación”.
“A pesar de que las diferentes dependencias y el Gobierno Estatal hacen declaraciones y dicen estar preocupados por nuestra situación, la verdad es que no hacen nada y nuestra existencia es cada vez más difícil”.
“El maíz que cosechamos -cuando hay- es tan poco que no alcanza para cubrir nuestras necesidades más que para uno o dos meses al año. Tenemos que ir al corte de caña y ahí se nos pagan salarios bajísimos que no sirven para nada y es mucho el trabajo; además, no tenemos prestaciones ni derechos de ningún tipo. En nuestra comunidad carecemos de los servicios más elementales, somos tratados como ciudadanos de última categoría y constantemente sufrimos las arbitrariedades de las diferentes autoridades. Estas, sólo porque estamos organizados para pedir justicia, permanentemente nos amenazan de muerte o de encarcelamiento. Por si fuera poco, lo único que nos alegraría que son nuestras danzas y nuestra música, no las podemos practicar porque carecemos de instrumentos musicales que están muy caros y no los podemos comprar”.
“Por todo esto que hemos dicho, formamos el Consejo de Lucha y Unificación Pame que hoy le presenta, Sr. Gobernador, el siguiente Pliego Petitorio para que intervenga Ud. en su resolución.

PLIEGO PETITORIO:

1. Que se realice un estudio de la situación de nuestros bosques con la participación de especialistas, autoridades competentes y nosotros, los indígenas.
2. Que hasta en tanto no exista dicho estudio, se impida el corte de madera y se cancele toda concesión.
3. Que se practique una auditoria a las autoridades que administran los fondos producto del corte de durmientes y se nos rindan un informe a los indígenas interesados.
4. Que los fondos existentes se destinen a resolver necesidades prioritarias de las comunidades Pame.
5. Que se establezca un programa de reforestación y viveros, con la participación de los indígenas.
6. Que se apoye a los Pame para organizar pequeñas empresas productivas (cría de colmenas, trapiches, etc.)
7. Que se facilite el otorgamiento de créditos y de asesoría para la producción de maíz y frijol y para otras empresas productivas que puedan desarrollarse.
8. Que se agilice el trámite de certificados agrarios y éstos se entreguen a la mayor brevedad posible, sin cobro de cuotas ilegales.
9. Que se dé impulso a la construcción de caminos y se amplíe y pavimente la carretera de Vicente Guerrero a La Palma.
10. Que las dependencias gubernamentales lleven a cabo obras para beneficio de todos los Pame, como son:
- Tanques de almacenamientos de agua.
- Tuberías y bombas para aprovechar manantiales en comunidades que carecen de agua.
- Una Clínica regional fija, ubicada en un lugar accesible para todas las comunidades.
- Un consultorio ambulante que de servicio en diferentes comunidades en determinados días.
- Una Secundaria en la región de La Palma para los niños que terminaron la Primaria.
11. Que se impulse la enseñanza bilingüe Pame Castellano.
12. Que se respete nuestra cultura y se nos apoye en la adquisición de instrumentos musicales.
13. Que el gobernador Tradicional Pame sea elegido en Asambleas General de los Pame y por delegados y que el INI (Instituto Nacional Indigenista) respete nuestras decisiones.
14. Que se destituya inmediatamente el actual Comisariado Ejidal, Juan Ponce.
15. Que destituya al Delegado Municipal de La Palma y el cargo lo ocupe un Pame.
16. Que la región de La Palma se construya otra vez en Municipio y sus autoridades sean Pame.
Villa de La Palma, a 14 de junio 87.
CONSEJO DE LUCHA Y UNIFICACIÓN PAME”

Un día después de la presentación de este documento y de la entrevista de los Pame con el Gobernador, leí con sorpresa una declaración del Coordinador del Instituto Nacional Indigenista Estatal, en el sentido de que esta Institución enfrenta un programa difícil en el desarrollo de su trabajo y es que “los indígenas rechazan todo apoyo”. Lo que acabo de relatar y transcribir parece demostrar lo contrario.
¿No será que lo que los indígenas rechazan son los métodos, procedimientos y tipo de programa que el INI pretende imponer? Valdría la pena, tal vez que el INI evaluara sus principios de acción, los cuestionara y se decidiera a modificarlos, en beneficio de los sectores a los que corresponde atender. Por poco que fuera, con una política más responsable y que atacara los problemas de raíz (o cuando menos lo intentara), en algo se avanzaría”. (Artis, Gloria, en “El Sol de San Luis”: 87-06-22)

Fuente consultada:
El Sol de San Luis.