JUNTA DE CONCILIACIÓN MUNICIPAL

En 1942 se integraba por: Teodoro Castillo, Presidente, Lucino Méndez, Secretario, Representante Obrero, Aurelio Zúñiga, Representante Patronal, Baltazar Martínez. El 7 de Enero se conforma expediente de demanda de Patricio López contra Santos I. Gómez (padre de José Gómez), por despido injustificado, pago de tiempo extra, pago de vacaciones, pago por enfermedad profesional y reinstalación en el trabajo, pues fue corrido de la cantina ubicada en Ingenio Rascón, propiedad del señor extinto José Gómez, sin previo aviso. Aunque se pretendió definir el asunto e incluso se le presentó al demandante la resolución de la Junta, éste no aceptó y el caso se pasó hasta la Junta Central de Conciliación y Arbitraje de la Ciudad de San Luis Potosí, pero como el expediente no llenaba los requisitos legales, el caso se prolongó demasiado. Asunto algo complejo pues los bienes de José Gómez quedaron intestados. El 18 de Enero se dicta sentencia definitiva (por parte de la Junta Municipal) y el C. Santos I. Gómez debería pagar la cantidad de 1,510.82 como parte de demanda del juicio perdido, obviamente Gómez no acepta y el caso se turna nuevamente a San Luis Potosí.

Al final se llega a un acuerdo medio entre los involucrados.

Para el 2 de Julio de 1942, Alejo Torres, demanda a Manuel Toy, vecinos de Ingenio Rascón, por despido injustificado, horas extras y pago de curaciones por accidente sufrido durante el desempeño de su labor. Para esta última fecha, la Junta de Conciliación Municipal se conforma con el mismo personal; solo han suplido al Secretario quedando en su lugar el señor Manuel R. Mireles. Llegan a un arreglo el 7 de Julio, Manuel Toy cubre 150 pesos por demanda de Torres, comprometiéndose a ocuparlo eventualmente en algunos trabajos, pero sin considerarlo trabajador de planta.

De lo más común en esos tiempos, presenciar una demanda por despido injustificado, no de parte del gremio obrero azucarero quienes defendían sus derechos a través de la Sección 86, pero sí del sector comercial tanto de Agua Buena como de Ingenio Rascón.

Gran cantidad de ellas no prosperaron, cierto que se hacían las averiguaciones y el expediente se nutria con las declaraciones de las partes y los testigos del caso, pero en el momento en que se comprobaba, por ejemplo, que el ex empleado robaba mercancía o dinero al empleador, la demanda se venía abajo. Curiosamente ningún demandado pidió cargos a sus ex trabajadores.