El señor Manuel Sosa, comerciante, es un personaje del viejo Agua Buena que no solo tuvo por varios años la responsabilidad del servicio postal, es clave para que se diera la presencia de ministros de la Iglesia Católica y posteriores años la edificación del recinto para su culto; esto último es quizás la faceta que más inconvenientes y malestares le provocara con el Ayuntamiento en turno, quienes no perdían oportunidad para señalarlo pretendiendo afectarle en sus actividades, un antagonismo absurdo por cotos de popularidad en el pueblo.
Presento aquí dos oficios relacionados, el primero con el servicio postal, el segundo, emitido el día 7 del mes de Agosto de 1936 y referente con el mal funcionamiento del medio de transporte entre Agua Buena y Tamasopo; mismo que era regenteado por el señor Sosa.
“Of. Núm. 54
Asunto: Solicita la presencia de un Inspector del Ramo.
Agua Buena, S.L.P. a 11 de febrero de 1936.
Ciudadano Director General de Correos
MEXICO, D.F.
Atendiendo a las frecuentes quejas que del público de esta localidad se reciben en esta Oficina, referentes a las notorias irregularidades que hay en el servicio postal que está a cargo del Señor MANUEL SOSA, Sr. he de merecer de esa Superioridad, que para remediar estos perjuicios, se sirva disponer pase a este lugar, un Inspector del Ramo, a hacerle una visita a la Oficina Postal y se de cuenta personalmente de las deficiencias mencionadas.
Aprovecho la ocasión para protestar a usted las seguridades de mi distinguida consideración y respeto.
Sufragio Efectivo. No Reelección.
El Presidente Municipal
J. Pascual Martínez”.
“Ciudadano MANUEL SOSA SR.
Presente.
Ruego a usted de la manera más atenta se sirva tomar en consideración lo siguiente:
Que habiendo observado el público desde hace tiempo, que la plataforma de tiro de mula que usted usa para conducir el correo y pasajeros, no presta las seguridades consiguientes por carecer de freno, y está expuesto el pasaje a sufrir un día un accidente, para evitarle a usted las dificultades resultantes le recomienda que desde luego proceda usted a remediar esta irregularidad, bajo su más estrecha responsabilidad si no lo verifica.
Me apresuro a manifestar a usted lo anterior en vista del percance de ayer, reiterándole mis atenciones”.
Cierto que pudiera tomarse como preventivo el segundo oficio, empero la cantidad de notificaciones recibidas; en especial por cuestiones de religión (véase el artículo “Intolerancia religiosa”) nos asoma una permanente actividad por desprestigiarlo.
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