“En Agua Buena, Cabecera Provisional del Municipio de San Nicolás de los Montes del Estado de San Luis Potosí, a los 30 treinta días del mes de Diciembre de 1933 mil novecientos treinta y tres, siendo las 8 ocho horas, compareció ante esta Presidencia Municipal a mi cargo el señor Esteban Santos, de 34 treinta y cuatro años de edad, soltero, albañil, originario del Cerrito de la Cruz y vecino de San Nicolás de los Montes y expuso: que a principios del año en curso acudió a esta localidad para tratar algunos asuntos administrativos y que por la noche acudió a un baile que estaba en Cantarranas, que al andar gustando el baile le habló el C. Comandante y le dijo que se diera por preso, lo cual dice que cumplió y que al llegar a la cárcel el Comandante le quitó la pistola con funda y 22 cartuchos calibre 38 especial, que a los tres días lo sacaron a declaración para contestar una demanda que presentó en su contra el señor Fermín Villalón, y que después de haber aclarado todas las alegaciones y conflictos, la culpa recayó en ambos litigantes quienes se hicieron acreedores a las penas que las leyes establecen.- Que una vez cumplida su pena que recayó en multa, la hiso efectiva, y que en seguida se dirigió al C. Presidente para suplicarle que le hiciera entrega de la pistola que le recogió el Comandante al estar en el baile; y que le resolvió el Presidente que no le entregaba nada, que más tarde volvió a pedirla pero que nada pudo conseguir.- Expone el declarante que como la citada pistola no tiene delito ni está comprometida en asuntos criminales, cree injusto que se le haya recogido y que por esta razón suplica que se le notifique al C. Hilario Segura entonces Presidente Municipal, para que haga entrega de la citada pistola o que se la pague en efectivo. Con esto da por terminada la declaración y firma.- Doy Fe.- El Presidente Municipal Interino, José Anaya, El Secretario, El Declarante. Rúbricas.
El señor Hilario Segura funge como Presidente Municipal durante 1932 y parte de 1933, meses de una actuación bastante gris, en donde la intriga, el embuste y el abuso de poder eran tan solo algunos caracteres en común. Y bueno, nos basta la constancia dejada con motivo del robo de la pistola para decir al menos que, al señor Segura le agradaban las pistolas ajenas.
Del proceder al tomarle preso, era normal; más no justificada, que se comportaran así, no fue el único en permanecer tres días preso y sin saber el delito.
Por cierto, en un artículo titulado “Tamales de Gallina” el señor Presidente Municipal Hilario Segura juega un papel importante en la trama de la investigación para esclarecer el caso; aunque cuando se asume legalmente la indagatoria simplemente su presencia desaparece. Un caso trivial, abordado y resuelto jocosamente.
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