
En 1940, el 2 de Julio, miembros de la Sección 92, Albino García, José Gómez, Primitivo Contreras y Adolfo Alva Millán, Secretario General, Tesorero, Organización y Propaganda, y Correspondencia y Acuerdos Internos, respectivamente, presentan dificultades con Marcelino Vargas debido a herramientas que eran de la Compañía Continental, S.A. y que ahora pertenecen a la Sección, entre ellos el magneto de la locomotora gas-oil, para mover el tractor que se encontraba abandonado, bajo la intemperie y sin poderlo mover, además herramientas varias, el acusado niega rotundamente todo, dice tener facturas que amparan su propiedad y que si tiene herramientas que pertenecían a la Compañía pero que no las entrega.
Al día siguiente, es decir, el 3 de Julio, en Asamblea General de la Sección 92 acuerdan crear comisión especial para recogerle todos los bienes que posea el señor Marcelino Vargas y que eran propiedad de la Compañía Continental, S.A. pero que por adjudicación que hiciera el Departamento del Trabajo de la Ciudad de México, D.F., el día 15 de Diciembre de 1939 ahora le pertenece a la Sección 92, son designados: José Gómez, Carlos Castillo y Delfino Gutiérrez. A reunión sindical acude Vargas y acepta entregar dichos bienes: “1.- Violín, una lona que nos sirve para tapar el dínamo de la turbina, 9 láminas que arbitrariamente recogió de la Caseta de la Estación de Rascón, en la que se hacía el servicio de Oficina durante el tiempo que se embarcaba caña al Ingenio de Agua Buena”. (Archivo Amoxcalli: 40-07-03)
Marcelino Vargas, 29 años, casado, originario de La Palma, Municipio de Tamasopo y vecino de Ingenio Rascón; Municipio de San Nicolás de los Montes, contratista en diversos trabajos, hace el servicio del correo sin nombramiento de nadie, y dice que gratuitamente. Comunica a la Presidencia Municipal que el día 23 de Julio una comisión formada por José Gómez, Adolfo Alva Millán, Carlos Castillo y Albino García se presentaron en su domicilio para recogerle algunas herramientas que utiliza para el servicio de la comunicación (se refiere al correo Ingenio Rascón-Estación Rascón), servicio que viene haciendo desde hace un año tres meses, sin interrupción hasta ahora, al recogerle piezas del motor debe parar el servicio, dice ser víctima de abusos en nombre de la Sección 92, además le desclavaron láminas de su casa mismas que eran de la Compañía y no de la Sección, señala directamente como agitador de los hechos en su contra al señor José Gómez.
Quizás parezca el asunto trivial, insignificante, empero, en Ingenio Rascón los sucesos se presentaban de esa forma, el nuevo gremio azucarero avanzaba lento en su consolidación y los constantes impedimentos en su desarrollo laboral eran originados por actitudes personales que representaban otros intereses materiales. Algunos, ajenos al esfuerzo colectivo, se apropiaban indebidamente de recursos que habían pertenecido a la Compañía Continental, S.A. y los defendían sin justa razón, mentían, amenazaban, aceptaban la situación solo para ganar tiempo.
Para evitarse más conflictos y pesares gratuitos, el 1 de Agosto se acuerda el proyecto en el seno de la Sección 92 para que Marcelino Vargas extraiga durmientes utilizando la vía Ingenio Rascón-Estación de Rascón y en plataformas del servicio de la Sección 92, con el compromiso de reparar vías y plataformas que se dañen, pagar cinco centavos por pieza, contratar al personal sindicalizado para los trabajos, que la explotación sea del radio del mismo ejido y que, no se presenten dificultades con dicho Vargas y el Ejido.
La propuesta funcionó un tiempo a satisfacción de la comunidad, pero no tardó aquél en sentirse dueño de las paralelas.
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