ENFERMERA VISITADORA

El 23 de abril de 1941, es designada Juana Robledo Saavedra como Enfermera visitadora en el Municipio, por parte del Departamento de Salubridad en el Estado, con el fin de que recorra la geografía local otorgando información y cursos sobre actividades sanitarias. Llega el 6 de mayo y se presenta con el edil interino. Para el 7, ya existe un horario de servicio:
“Se pone en conocimiento a todos los habitantes de esta Villa y a los de las Rancherías vecinas, pasen a la Presidencia Municipal a vacunarse y a curarse gratuitamente. La Enfermera estará a las órdenes de Ustedes a las siguientes horas: por la mañana de 8:30 a 12 horas, por la tarde de 3 a 6 excepto los domingos y sábados por las tardes.
Atentamente
Presidente Municipal
Gerónimo Reyes”.
(Archivo Amoxcalli)

Para el 22 de mayo sale de vacaciones.
El 4 de Junio, el Presidente Interino comunica al Jefe de los Servicios Sanitarios Coordinados en el Estado que:
“Me refiero al atento oficio de Ud. número 501512 05 de fecha 3 de los corrientes, manifestando a ud. que aún no ha llegado la Enfermera Visitadora Juana Robledo Saavedra, a continuar su trabajo en esta Villa.
Con motivo de las lluvias torrenciales que se han desatado en esta región el paludismo empieza a atacar con fuerza, y es por eso que hago a Ud. atenta súplica para que regrese la Enfermera ya que es muy necesaria su presencia, no solamente en esta, sino en algunas fracciones, como La Curva, Cafetal y Santa María Tampalatín.
Me es grato protestar a Ud. mis atenciones…”
(Ibidem)

Omitiendo la ausencia de la Enfermera, queda de manifiesto que, durante las temporadas de lluvias y periodos posteriores, la población sufre a causa de enfermedades; como el paludismo.
No es difícil imaginarnos una zona empantanada, charcos y pequeñas lagunas por doquier, propicias condiciones para la reproducción del mosquito anofeles hembra.
En donde hay charcos, posibles ranas, quizás origen del nombre del popular Barrio en Agua Buena, aunque en aquél vecino Municipio de Tamasopo, ya en aquellos ayeres, la población contaba con Médico permanente auspiciado por la Empresa azucarera y una Brigada de Salud conformada por Obreros de la Sección 86, quienes en cuestiones sanitarias no escatimaban recursos ni esfuerzos propios.