viernes, septiembre 26, 2008

DESICIONES SALOMÓNICAS


Como si fuese una bendita característica adjunta a la envestidura del Presidente Municipal se encuentra la paciente actitud de escuchar trivialidades del pueblo que esperanzado en la intervención del edil, esperan ver su universo equilibrado y el rumbo de su histórica evolución a salvo.
Así, escucha con ternura en la mirada las palabras de la comadre de la vecina que tiene un perro que mordió hace algunos años a un primo de un amigo que tiene el hermano de la muchacha que en el molino por las mañanas le cierra un ojo a Ramón, que es hijo de la señora que vende gorditas y licuados en donde todos los días se desayuna el marido de la cuñada que es media hermana de la tía que es madrina de primera comunión de la joven que vive en amasiato con el entenado de la comadre; la cual es su vecina.
Entre narraciones, aventuras, reseñas y descripciones, suelen los ediles verse tentados a explotar emocionalmente. Recuerdo hace algunos años, uno de esos mandatarios nos compartía su desayuno ciudadano del día: “el problema es que la gallina no entiende, continúa metiéndose al solar de la vecina a poner los huevos; mismos que la dueña de la gallina pelea como suyos mientras que la vecina reniega de los daños que hace la gallina y como auto compensación o pago, se come los huevos”. Se trataba de un pleito por los huevos de la gallina.
Por el estilo, casos como ese y aquél se ventilan con la intención de que la sabiduría del mandatario ponga punto final al conflicto.
Los hay de todo, de vecinos, de comadres, de borrachos, por un árbol, un perro, la basura, etcétera. Justos e injustos, abusos inocentes e inocentes abusivos, chuscos e insípidos, en fin, si se tratase de registrar todo ese “acervo de quejas y demandas” pensarían los posibles lectores que el autor posee desmedida creatividad.
En el oficio expedido número 772, de la Presidencia Municipal de Tamasopo, con fecha de 1 de Noviembre de 1955 se lee lo siguiente: “ C. Juez Auxiliar, La Copa, Municipio de Tamasopo, S.L.P.
Habiendo tomado conocimiento esta autoridad de que el C. Juvenal Ramos le pidió una yunta de bueyes para trabajarlos, al C. Ildefonso González, vecino de ese lugar y tomando en cuenta de que dichos animales no se los han regresado ni pagado la renta que han devengado en el tiempo que los han trabajado y a mientras se localizan dichos bueyes para recogerlos su dueño, se servirá usted recogerle a la señora esposa de Juvenal una mula alazana de la propiedad de su marido y ser ese Juzgado Auxiliar el Depositario de ese animal mientras aparecen los bueyes de que se trata. Desde luego usted hará saber a la señora que es de justicia que haya alguna garantía para el quejoso C. Ildefonso González.- Atentamente. SUFRAGIO EFECTIVO. NO REELECCION.- El Presidente Municipal, Adelaido Gómez Vargas. (Rúbrica)”.
La mula alazana no era una mula cualquiera, era el medio de transporte que utilizaba el demandado, así que sin ella la vida se dificultaba.
Mentira o no, lo cierto es que los bueyes aparecieron a la brevedad y seriamente se aseveró que dichos bueyes andaban perdidos en el monte y por ello no los podían entregar; ¡a que animales!

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