sábado, junio 07, 2008

LAS MENTIRAS POR INTERNET


Cada vez que alguien hace uso de la red para obtener información acerca de un algo predeterminado, es común que solo consulte las primeras 20 páginas virtuales de las miles que el buscador utilizado le proporciona. De ahí que, estas páginas suelen ser todo el “universo” que el usuario tome en consideración para concebir o determinar en base a la información encontrada, la definición conceptual de su búsqueda.
Lamentablemente, no todo lo que aparece en la Internet es fiel verdad y reflejo real del sustantivo o tema introducido en el buscador. Lo que me preocupa es cuando un usuario “teclea”: Tamasopo y/o municipio de Tamasopo.
La información residida dentro de los virtuales espacios, es; primeramente, elaborada por personas que no son de Tamasopo, excepto un bonito portal local con información turística, personas que solo visitaron un poco del extenso territorio municipal y que sin embargo, suelen describirlo como si lo hubiesen recorrido en su totalidad.
Ese desconocimiento les hace cometer errores en la descripción que comparten para millones de usuarios, por mencionar solo algunos, quizás los más comunes, suelen llamar al Río Frío como el que alberga sitios como “Puente de Dios” o “Las Cascadas de Tamasopo”, hacen mención del “Trampolín” como parte del Río Tamasopo, confunden a muchas personas que creen que Tamasopo son unas cascadas, igual, turistas insistentes en saber de los huastecos pues el Internet les ha señalado a Tamasopo en el interior de la misma; Tamasopo solo es huasteca geográfica y no étnica. Lo más grave es la información de tipo histórico, geográfica y demográfica, información que se originó en los años sesentas y que se sigue divulgando como si fuese actual o reciente; por ejemplo, recalcan que la única vía de transporte realmente importante es el tren San Luis Potosí-Tampico (desaparecida en los años noventas, en su aspecto público), mencionan al Ingenio Azucarero de Agua Buena como una industria vital en el municipio (inactivo desde mediados de los años setentas), hablan de una cabecera municipal itinerante (ignoran que el municipio de Tamasopo surge de una fusión de otros tres), carente de infraestructura carretera (aunque deficiente, albergamos interesantes circuitos carreteros hacia el interior del extenso territorio municipal) y, encima, nos atribuyen una ajena gastronomía que si bien no es desconocida, no es propia en la mesa de los hogares del municipio. También por ahí, nos colocan al buen amigo Lagunillas como vecino colindante territorial (entre ambos se ubica una pequeña porción de Santa Catarina la cual perteneció al municipio de La Palma más no al de Tamasopo y otra igual superficie de Rayón; que en un pasado no muy lejano, su parte Este pertenecía también al viejo municipio de La Palma).
Cierto, esta situación habrá de modificarse cuando sean los mismos tamasopenses quienes elaboren las páginas de divulgación virtual, con información verídica y certera, igual considero y comparto una innegable responsabilidad como autoridad en la materia histórica, y aunque ganas no faltan, son otro tipo de recursos los que limitan la divulgación certera en la red.
De cada diez páginas que cualesquier buscador arroje, siete tienen relación con el turismo; el 30 % restante corresponde a temáticas de información hemerográfica, geográfica, histórica y gubernamental, entre otras.
Con relación a los buscadores, considero que es una selección personal, todos son buenos, solo es cuestión de adaptarse al uso y manipulación de alguno en específico. En lo individual, creo que Google ofrece una información más selecta pero igual, adolece en los mismos términos de fondo; cuando a Tamasopo se hace referencia.

EL RÍO FRÍO


Como la legendaria Mesopotamia, Tamasopo se erige entre ríos, se viste de verde follaje que florece gracias a la excelente humedad que, en términos generales, se aprecia en gran parte de su relieve.
De los cursos hidrológicos que nos llenan de orgullo, el más extenso es el Río Frío o Gallinas, llamado originalmente como Tanchamay que en lengua tenek hace referencia a un sitio frío, helado. Esta corriente nace dentro del municipio, en el Noreste, cerca de las localidades del Quince y Los Ríos y no como se suele ilustrar en innumerables referencias turísticas y geográficas del Estado con un origen desde el vecino municipio de El Naranjo.
Su curso se aprecia galantemente acompañado por miles de ahuehuetes de impresionantes grosores, mismos que dan sombra a sus tranquilas y cristalinas aguas que albergan endémicas especies acuáticas con hábitos nocturnos. En su trayecto, rumbo al Sureste del municipio, a escasos metros de Damián Carmona, recibe las gélidas aguas de San Nicolás de los Montes enriqueciendo un poco más la biodiversidad de la entidad.
Al dejar a El Chino atrás, se adentra al municipio de Ciudad Valles por breve espacio, en donde recibe las cálidas aguas del Piedritas; reducto hidrológico de lo que fuera la ciénaga en el Norte de Tambaca, misma que fuera drenada para arrancarle superficie aprovechable para el monocultivo de la zona. Posteriormente el Frío sirve como frontera natural entre Rascón y el territorio de Aquismón; el cual concluye exactamente en el punto donde éste recibe las nutritivas y abundantes aguas del Tambaca, en realidad decir Tambaca es solo eso, un decir, se trata de los ríos Agua Buena y Tamasopo que dan la auténtica apariencia de un nuevo curso formado con anterioridad varios kilómetros rumbo al Noroeste. Desde el citado punto, el Frío separa únicamente a nuestro municipio con Aquismón hasta el abrupto final de la corriente.
Las aguas del Tambaca tornan espléndidamente la temperatura del interior del río, como consecuencia, la naturaleza permite la abundante presencia de carrizos, otates, palmeras, palos de rosa, higuerones, cedros, ceibas, sauces, entre cientos de especimenes más, igual en el interior, la diversidad de fauna es notoria.
Turisticamente existen bellos parajes dignos de ser visitados, desde Damián Carmona, El Chino y El Carpintero hasta El Tamul.
Su recorrido lento permite escasas cascadas, cerca de Damián Carmona, sin embargo, una vez que ha recibido las aguas del Tambaca forma en su marcha cerca de cien cascadas hasta cerrar con broche de oro su existencia; sí, el Frío concluye formando la maravilla huasteca por excelencia, la máxima joya natural que los tamasopenses compartimos con todo aquél que guste hacerla propia: La Cascada del Tamul

INGENIO RASCÓN


Ingenio Rascón, nombre con el que se nombraba a Damián Carmona hasta las años cincuentas. Antes de éste, Hacienda Rascón.
Este sustantivo, ha sido el causante de que algunos historiadores o escritores registren que en Rascón había un ingenio azucarero, o que en Rascón se encontraba la vieja hacienda propiedad de los Rascón.
El nombre de “Ingenio Rascón” cumplió una función un tanto romántica que la población de Damián Carmona supo utilizar extraordinariamente cuando se convierte en heredero directo de la fama de la calidad del piloncillo fabricado en la vieja hacienda. Al continuar nombrándose “Ingenio Rascón” se da por entendido que el producto proviene del mismo lugar y con la misma calidad.
Cerca de cuarenta años de arduo trabajo consolidan a este pueblo como sinónimo de la molienda, del trapiche, los puntos, del pilón que se concentra en Ciudad Valles y el Señor Eligio Quintanilla Torres se encargaba de distribuir hacia las grandes urbes.
Rascón fue el apellido de una gran familia adinerada que se asentó en el Valle del Tanchamay, familia que impulsó el desarrollo de la región y de Ciudad Valles. El pueblo de Rascón, nace poco antes de 1890 cuando por autorización de don José Martín Rascón, los trabajadores de la vía férrea en construcción se asientan en el sitio para edificar los talleres mecánicos de la futura compañía ferrocarrilera, claro que don Martín donó el terreno con al menos dos condiciones: que el naciente pueblo y estación llevase el apellido de su padre y que, trazaran un ramal desde ese punto hasta la Casa hacienda; pasando primero encima del Río Frío (Puente de la Mula) y posteriormente por El Chino hasta llegar al punto ya señalado. De ahí, saldría otro pequeño ramal hasta Micos.
Aún se recuerda la vía de Rascón a Damián Carmona y los talleres, removidos tempranamente a Cárdenas; en donde por cierto, existe un lugar llamado “El Rasconcito”, en honor al sitio en donde se establecieron citados talleres por vez primera.
Cuando en 1946 se fusiona San Nicolás de los Montes con Tamasopo; Ingenio Rascón conservó aún su nombre y por muchos meses posteriores continuó utilizando en su documentación civil oficial el viejo sello que imprimía la leyenda: “Juzgado Auxiliar Ingenio Rascón Mpio. de S. Nicolás de los Montes S.L.P.”
En esos años, la comunidad era la tercera en importancia en la región; atrás de Agua Buena y Tamasopo, se calculaba un aproximado de 800 habitantes. El Ayuntamiento de Tamasopo cubría los salarios del cuerpo de policías que resguardaban el orden; aunque en ocasiones eran ellos mismos quienes propiciaban el desorden, además de cooperar con la Escuela Primaria “José María Morelos y Pavón” con la cantidad de veinticinco pesos mensuales para el pago de auxiliar de docentes; en esos mismos días, el trabajador encargado de la limpieza del jardín municipal en Tamasopo ganaba 46 pesos.

LOS HONORES A UN CANDIDATO


Los eventos públicos de la política siempre intentan mostrar el mejor de los rostros ante una sociedad expectante. Atrás de cada acto existen gran cantidad de personas que han dedicado horas de planeación, que han trazado objetivos y que han proyectado en su imaginación cada segundo del suceso; cuadro tras cuadro, en cámara lenta, con sus constantes repeticiones para corregir posibles deficiencias.
Hoy en día, quizás ya no; pero en tiempos pasados en donde predominaba un solo partido en el poder, en donde la selección del candidato era omnipotente, en ese momento lo más importante para los “organizadores” era impactar al señor ciudadano, más si éste era “El Grande”.
En 1970, el municipio recibió la visita del señor Luis Echeverría Álvarez, candidato del Partido Revolucionario Institucional a la Presidencia de la República; obviamente, a la postre, ganador de las elecciones.
Su presencia generó movimientos no acostumbrados en los pequeños círculos del poder local quienes con mucha anticipación se dieron a la tarea de preparar hasta el más minúsculo detalle, una organización integral que involucró a gran cantidad de ciudadanos en forma directa.
La visita aconteció el 13 de mayo de 1970, ese día, el candidato visitó Agua Buena y posteriormente se dirigió a Tamasopo.
Las comisiones responsables de que el evento fuera a todas luces efusivo y ordenado fueron: Cartelones, Confeti y papelillos, Vallas, Animadores y Porras, Previsión Médica, Anuncios-Propaganda y Magna voces, Orden y Conducción de tránsito de vehículos, Ornato e instalaciones necesarias, Preparación y distribución de alimentos, Comisión Femenil de Recepción.
El comité pro recepción, estuvo encabezado como Presidente por el señor Eusebio López Sáinz (Edil municipal en turno), José Díaz Parra como Seretario e Inocencio Díaz Almanza como Tesorero, Profesor Heberto Morín Martínez como Vocal Secretario, José Ramírez Raygoza (vicepresidente), Robustiano Hernández Castillo, Mario Izaguirre Morales, Guillermo Torres Ledesma, Ramón Hernández Capetillo y Dr. Gabriel Compeán Martínez como vocales. Este fue el comité encargado solo por parte del H. Ayuntamiento y del PRI; en Agua Buena se integró otro más compacto orquestado desde la gerencia del Ingenio, destacan de ese evento los nombres de J. Jesús Moreno Andrade y Adolfo Alba Ponce, ambos ahora ex presidentes municipales.
Esta visita produjo a corto plazo un gran cambio en la región. La petición constante en aquella ocasión fue la modernización del Ingenio o la construcción de uno nuevo que proporcionara seguridad de producción y captación de abasto de las grandes zonas que se planeaban abrir al cultivo cañero.

PLÁTANOS EN AGUA BUENA


Hablar de un cultivo que no sea caña de azúcar en el municipio es raro, diríamos mejor: extraordinario.
Nuestras húmedas tierras por fortuna tienen aún la capacidad de hacer brotar, crecer, desarrollar y producir frutos tradicionales en la zona que bien podrían ser canalizados para un plan intensivo. Damián Carmona por varias décadas se perfumó con azahares, por todas partes la temporada de mango nos grita su enorme potencial, al igual que los cítricos, el aguacate, las ciruelas, las guayabas, entre otros, solo de autoconsumo, como árboles de sombra; solitarios e ignorados en su dimensión económica.
En 1929, el señor Anastacio Aguilar, vecino de Agua Buena, Municipio de San Nicolás de los Montes, Distrito de Ciudad del Maíz; manifestaba en su declaración a la Dirección General de Rentas del Gobierno del Estado que se dedicaba al cultivo de plátano, que tenía sembradas dos hectáreas y media, superficie que tenía en arrendamiento con la Hacienda Agua Buena, en mencionada área dice contar con una producción anual de 480 racimos; obteniendo por rendimiento 240 pesos.
El terreno en mención, ubicado en el vértice formado por el Río Agua Buena y la Acequia Grande, se encuentra hoy en día con cultivo de caña de azúcar y otros fragmentos invadidos por líneas semi rectas que delimitan y anteponen su pertenencia humana. Aún con ello, toda la superficie cercana a la Acequia Grande se aprecia siempre verde, cientos de plantas de plátano le han dado un especial toque al medio natural que embellece al Trampolín.
El señor Aguilar vislumbró en este cultivo una sana alternativa de producción completamente diferente a la costumbre de la región, entendamos que no era una actitud de autoconsumo, no podríamos imaginarnos a la familia Aguilar alimentándose de plátanos todo el año. Su cosecha era trasladada a Cárdenas en donde el fruto tenía excelente demanda.
240 pesos anuales en 1929 no eran despreciables. Consideremos, hipotéticamente, que los egresos por concepto de arrendamiento, de cultivo y transporte al mercado, entre otros, equivalgan a un 20%, entonces le restan 192 pesos anuales. En promedio al mes son 16 pesos, el Presidente Municipal de La Palma ganaba al mes la cantidad de 11.62, entonces aunque poco, el cultivo alterno otorgó sueldo equiparable al de un funcionario público.
Las zafras de esos tiempos eran de tres o cuatro meses, el personal obrero ganaba por jornadas de hasta 12 horas la suma de .60 centavos, así que trabajando todos los días los cuatro meses le hacían obtener 72 pesos por temporada; la mitad de los dividendos plataneros. Entonces, cultivo magnífico, alternativa acertada que la envidia del patrón sepultó obligando al señor Aguilar a cambiar su plantío innovador por la gramínea preponderante.

UNO DE LOS GRANDES


Demasiado humano, presumir la grandeza de su pueblo, de sus hombres, sus culturas; hasta su barbarie.
Cada sociedad presume sus ilustres personalidades, se enaltecen con los logros ajenos de aquellos, les festejan sus aciertos históricos y minimizan los errores pretextando la condición humana propensa al ritmo de las pasiones momentáneas y circunstanciales.
En ese típico acento de exaltación, debo compartir un nombre: José Martín Rascón, tamasopense de altos vuelos, hombre afortunado quien fuera seleccionado por don Porfirio Díaz Mori para que en representación del pueblo y gobierno mexicano acudiera a Japón, para consolidar las fuertes bases de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Llega al puerto de Yokohama en septiembre de 1890 y es recibido con todos los honores, de esa forma, Rascón se convierte en el primer enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de México en el lejano Japón; claro que, como consecuencia de la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación del 30 de noviembre de 1888, pactado en Washington. Un acuerdo de suma importancia para ambos países, con plena igualdad jurídica, sobre el respeto a la soberanía y la dignidad.
Jose Martín Rascón presenta sus credenciales diplomáticas en Tokio ante el Emperador Meiji Mutsu-Hito, posteriormente se concentra en buscar lugar para las instalaciones de la embajada en la ciudad capital; antes de ello había mantenido una oficina consular en Yokohama. En noviembre de ese mismo año, firma con el gobierno de Tokio un contrato de arrendamiento por 30 años, prorrogables por tiempo indefinido sobre dos lotes que sumaban cinco mil metros cuadrados, ubicados en el Barrio de Nagata-cho, zona centro en donde se congregaba el poder político japonés.
En ese sitio se construyó el edificio de la Legación mexicana, mismo que fue totalmente destruido por los bombardeos de los aliados en el transcurso de la segunda guerra mundial.
Después de haberse firmado el Tratado, México recibe la primera migración japonesa, misma que se establece en Chiapas y logra convertirse en pilar de la actividad cafetalera en aquella hermana entidad; éste movimiento demográfico es conocido como “la inmigración de Enomoto”.
José Martín Rascón fue el menor de los hijos de José Domingo Rascón, quien comprara la extensa hacienda de San Ignacio del Buey en 1842 y que, una vez adjudicada; en 1844, cambiara de nombre por Hacienda Rascón.
Si José Martín Rascón no es tamasopense por argumentos micro patrioteros, entonces el General Ignacio Zaragoza no es mexicano pues nació en Texas, cuando aquél territorio aún pertenecía a México.

CAÓTICO 1940


Deseo entender que una severa crisis social antecede a un profundo cambio estructural en el organismo que experimenta dicha mutación, dice el pueblo en tono conformista; pretendiendo ocultar sus lamentaciones, que después de la tormenta llega la calma.
1940 fue un año difícil, en el marco nacional el asesinato de León Trotsky y las elecciones federales agitaban las masas urbanas quienes iniciaban a solicitar transparencia en los procesos de la vida democrática.
En Tamasopo, nuestra querida y recóndita pequeña patria las cosas no pintaban distinto, aunque ajenos a la ideología marxista y a los golpeteos entre ¨camachistas¨ y ¨almazanistas¨, la situación fue sumamente delicada.
Brotes de viruela azotaron la zona que va desde La Esperanza hasta Santa María Tampalatín, situación de emergencia que el gobierno del Estado no atendió hasta que el número de fallecimientos se tornaron convincentes y la epidemia se propagó hasta La Palma.
Además, una cruel crisis económica originada por el paro del Ingenio de Agua Buena quien se negaba a cubrir salarios atrasados a los obreros; anteponiendo la declaración de la quiebra empresarial.
La situación azucarera, trajo consigo que cientos de jornaleros temporales y de tránsito por la zona se congregaran en las poblaciones cercanas a las áreas de cultivo, Agua Buena se fue viendo poco a poco asediada por miradas ajenas que robaron pronto la tranquilidad social. Imposible controlar a tanta gente, los robos se hicieron presentes; hasta la ropa de los tendidos desaparecían a plena luz del día, una ola de abigateos por la región acentuaba la primicia del pueblo: ¨la panza es primero¨, de las reses sacrificadas solo se encontraban las ensangrentadas pieles.
Se decía que en esos núcleos de personas se infiltraban presidiarios peligrosos, asesinos que escapando de sus cárceles encontraron en las circunstancias de 1940 el ideal campo para pretender pasar desapercibidos.
Al detener la producción el Ingenio, buen número de agricultores determinaron aminorar los daños de la situación procesando la gramínea para obtener piloncillo; lamentablemente, estos minúsculos intentos se estrellaron en la incomprensible actitud de las autoridades municipales en turno quienes desmantelaron los sencillos trapiches declarándolos ilegales, además de que perjudicaban los intereses de la compañía azucarera.
Sumado a todo aquello, la noticia de que un grupo armado de ex cedillistas levantados contra el gobierno se refugiaban por los rumbos de La Gavia movilizó tropas en varias direcciones para combatirlos.
Nuestras autoridades municipales claro que se preocuparon ante la angustiante situación, sin embargo, poco lograron hacer, por cierto, el municipio de Tamasopo en ese primer año de la cuarta década del vigésimo siglo, contó con cinco Presidentes Municipales.

LOS GRANDES CRÍMENES


Todas las sociedades cuentan en su devenir con personalidades que han dejado huellas por alguna inolvidable razón, circunstancia o hecho. Los crímenes o asesinatos se convierten en parte de la historia cuando el personaje es parte de la historia misma, cuando los partícipes directos o indirectos, ejecutores o intelectuales, testigos claves o mirones despreocupados adquieren por sus acciones un papel mínimo o trascendental en el armonioso tejido que como marcas imborrables el tiempo deja a su paso.
De nuestro municipio, en arrogantes actitudes rurales, se recuerdan algunos todavía, en 1938 el Mayor Pedro Izaguirre caído en Agua Buena, la población de la cabecera municipal prefiere llamarlo como asesinato; en Agua Buena se dice que fue en defensa propia. Izaguirre fue figura de indiscutible influencia regional, sostenido por la herencia “cedillista”, encontró la muerte cuando irrumpe a balazos una asamblea de la Sección 86 de los azucareros.
Octavio Bolívar Sierra Sánchez, militar guerrerense de altos rangos es asesinado misteriosamente en su Hacienda de La Copa el 6 de agosto de 1955, este señor era dueño de enormes dimensiones de terrenos, porciones desde el Trigo hasta la ciénaga de Tambaca. Su asesinato provoca que su gente cercana elimine al supuesto autor intelectual de la caída de éste, a Félix C. Casarrubias Dávila.
Lorenzo Chao, acaudalado comerciante oriental residido en Tamasopo, asesinado para despojarlo de su fortuna en 1940 y en 1958 Vicente King, bajo el mismo móvil. Miembros de la Logia “Chee Kung Tong” No. 5, con cede en Tampico, Tamaulipas, razón de peso para que los crímenes no pasaran desapercibidos y los culpables encarcelados. La Logia presionó a las autoridades estatales para que a su vez obligara a las competencias de Cárdenas y Tamasopo investigar los sucesos hasta esclarecer el crimen.
El General Turrubiartes, cobardemente acribillado cuando salía por la noche de una cantina en Tamasopo y rematado con un machete cuando mal herido intentaba llegar a su caballo, este hecho quedó impune pues los involucrados eran consentidos de un régimen tolerante con sus “muchachos”.
Cierto que, a lo largo de la historia regional han acontecido innumerables crímenes, desde pasionales, por pleitos de ebrios, por malos entendidos, por envidia, venganza; o simplemente, por intolerancia social.
De los casos mencionados con anterioridad, cada uno es digno de analizar profundamente, no en el sentido jurídico de las circunstancias sino por las características del personaje, su influencia, el poder, las propiedades, sus contribuciones al presente propio y al inmediato futuro, las áreas de desenvolvimiento de cada uno de ellos, la actitud social y la calidad humana.

LA NUEVA SECUNDARIA


Desde los últimos años de la década de los sesentas, la necesidad de un centro educativo de nivel básico medio era esencial para el municipio, si bien es cierto que ya existía la Secundaria Federal Nocturna “Justo Sierra” en la cabecera municipal, ésta era insuficiente y además las mismas condiciones del centro educativo pronosticaban un cierre no muy lejano.
El proyecto para un nuevo centro escolar de esta naturaleza se visualizó desde 1968 pero la respuesta de la Federación no correspondió al ánimo del pueblo, al siguiente año, 1969, se cristaliza el proyecto bajo el concepto de obra “convenio especial“, en dicho tratado la Federación a través de la CAPFCE absorbería un monto de 1,100,000.00, de los 1,500,000.00 del costo total de la obra. El resto, es decir los 400, 000.00 correspondería al H. Ayuntamiento Municipal y a la iniciativa privada. El Gobierno del Estado se suma con un 33% y el Ingenio de Agua Buena con porcentaje igual, de esa forma, el Ayuntamiento solo tendría que aportar la suma de 133, 333. 33.
Para efecto de que todos los trámites se llevaran ordenadamente y hubiese representación de la comuna en el desarrollo de tan importante evento; se integró un equipo de ciudadanos mismos que habrían de coordinar las actividades necesarias para recabar los recursos que se requerían.
El comité se formó el 14 de Julio en Asamblea en el interior de la Presidencia municipal, dicho comité quedó integrado por Eusebio López Sainz como Presidente, Secretario Mario Izaguirre Morales, Eduardo Humberto Briones Rojas como Tesorero.
La campaña del comité formado para recabar los suficientes recursos económicos fue sumamente ardua, se giraron oficios de ayuda a múltiples empresas regionales y estatales, se involucró a organismos ejidales, obreros, ganaderos, del comercio, entre otros, para reunir lo estipulado; incluso se determinó una cantidad específica para la población de Agua Buena y Tamasopo.
El Ayuntamiento proponía un terreno ubicado en el Noroeste de la cabecera, superficie de una hectárea que el ejido de Tamasopo con anterioridad había donado para tal fin, sin embargo, la intervención del Ingeniero Adolfo Díez Díaz, gerente del Ingenio de Agua Buena, fue determinante para que la definitiva selección fuera en el terreno frente a las cascadas por tratarse de un punto equidistante entre Tamasopo y Agua Buena.

El encargado de la obra fue el Arquitecto Enrique Barquín Monroy, el complejo educativo se componía de 8 aulas, 6 talleres, administración y biblioteca, pórticos y anexos correspondientes, laboratorios trimixtos, cooperativa, servicios sanitarios, acceso principal, plaza cívica, canchas de basquetbol y voleibol, bardeo perimetral del terreno, circulaciones y jardinería.
La construcción inició el 7 de noviembre de 1969.

EFÍMERO AGUA BUENA



Las actuales tierras de lo que ahora es Agua Buena y toda la región, fueron propiedad del afamado Gobernador de las Filipinas, el Arzobispo Manuel Antonio Rojo del Río Lafuente Lubián y Vieyra, tierras solo visitadas quizás, por el señor Antonio Ledesma; administrador del primero.

Posteriormente la fortuna le da la espalda al religioso y son expropiados sus inmensos bienes por parte de la corona española, situación que favorece a obscuros planes de Félix María Calleja del Rey quien en complicidad con Felipe Barragán y Jáuregui se adjudican, a favor del segundo, mediante un supuesto remate aún discutible las nada despreciables tierras de aquél caído en desgracia.

La propiedad era considera la más extensa en manos de una sola persona, se extendía desde Ciudad del Maíz y Cárdenas hasta Ébano, claro que había otras dos superficies dentro de esa área, igualmente, nada despreciables: las haciendas de San Ignacio del Buey y la de San Agustín de los Amoles, pertenecientes a la Compañía de Jesús.

En un tiempo muy inestable, los Patriarcas Barragán fallecen, heredando sus vastas pertenencias a sus múltiples vástagos, esto origina el fraccionamiento del latifundio en secciones poco a poco vendidas a extranjeros, traspasadas, arrendadas, en condueñazgo, rentadas, prestadas o invadidas. En el caso de Agua Buena, las tierras pertenecen a la familia Díez Gutiérrez desde mediados del Siglo XIX quienes levantan “La Casa Grande” y formalizan la “Hacienda Agua Buena”, un complejo agropecuario con extensos plantíos de caña de azúcar, naranjas, plátanos y café, aunque los dueños solo la visitaban por cortos períodos de descanso pretendiendo encontrar un poco de tranquilidad que en su agitada vida social cosmopolita no tenían.

Una excelente casa de campo en donde solían en esporádicas ocasiones reunirse una pequeña élite del poder potosino para salir en correrías y practicar uno de sus deportes selectivos; la caza.

Con la llegada formal de la “Río Tamasopo Sugar Company”, el pueblo (que ya existía al menos desde 20 años antes) experimenta un acelerado crecimiento en su población consolidándose así el popular barrio de “Cantarranas” como el grueso que alberga a la clase obrera y jornalera, el sector patronal y sus empleados de suma confianza se establecen justo al otro extremo, en la elevación y anexos de la Hacienda. La ubicación de la Casa Hacienda no es fortuita si consideramos que cada año los ciclones o tormentas asolaban la región desbordando el río y provocando inundaciones en las partes bajas.

El 13 de enero de 1921 el Congreso del Estado declara que la Cabecera temporal del Municipio de San Nicolás de los Montes será Agua Buena, temporalidad que concluye hasta la anexión con Tamasopo en noviembre de 1946. Aunque hay que decir, que Agua Buena se ostenta como Cabecera Provisional del Municipio de San Nicolás de los Montes, desde inicios de 1920, y así consta en documentación propia de las funciones del H. Ayuntamiento establecido en esos años.

Al parecer la mayor influencia para que se decrete que Agua Buena es cede de los poderes municipales es la empresa azucarera pues así conviene a sus intereses, esto origina que desde esa fecha, los Presidentes Municipales de San Nicolás de los Montes sean originarios o vecinos de Agua Buena; restando para aquella localidad solo un Juez Auxiliar.

Anecdótico resulta, mencionar que pocos, muy pocos municipios difieren de ser homónimos de su propia Cabecera Municipal, Agua Buena fue uno de ellos.

Agua Buena, en 1944, extrañamente se transforma en Cabecera de su mismo Municipio, pero continúa siéndolo por igual de San Nicolás de los Montes, en documentos, oficios y circulares de esos tiempos, aparecen indistintamente la referencia en la que comparten ambos municipios la misma cede de Cabecera, aunque, pareciese una confusión o indecisión que les hace remitir Oficios en donde primero expresan “perteneciente al Municipio de Agua Buena” y posterior, en otros tanto, solo lo citan como cede de la Cabecera de San Nicolás de los Montes; no solo durante de 1944 a 1946, incluso muchos años anteriores.

En el Suplemento Número 81 del Periódico Oficial del Estado de fecha 10 de Octubre de 1946, el Poder Legislativo del Estado da a conocer a sus habitantes el DECRETO NUMERO 51. He aquí el contenido:

“EL H. CONGRESO CONSTITUCIONAL DEL ESTADO LIBRE Y SOBERANO DE SAN LUIS POTOSI, EN USO DE LAS FACULTADES QUE LE CONFIEREN LAS FRACCIONES I Y X DEL ARTICULO 34 Y III DEL ARTICULO 84 DE LA CONSTITUCION POLITICA DEL ESTADO LIBRE Y SOBERANO DE SAN LUIS POTOSI, DECRETA LO SIGUIENTE:

ARTICULO 1º. Se reforman los Artículos 2º. De la Ley Orgánica del Municipio Libre y 1º. Del Decreto de 14 de noviembre de 1944, expedido por la H. XXXVII Legislatura del Estado, en los términos siguientes:

Los Municipios en que se divide el Estado, serán los siguientes:

Ahualulco, Alaquines, Aquismón, Cárdenas, Cedral, Cerritos, Cerro de San Pedro, Ciudad Valles, Coxcatlán, Ciudad del Maíz, Catorce, Charcas, General Pedro Antonio Santos, Guadalcázar, Villa de Guadalupe, Lagunillas, Matehuala, Moctezuma, Mextiquic, Pedro Montoya, Ramos, Rayón, Rioverde, Salinas, San Luis Potosí, San Martín, San Nicolás Tolentino, Santa Catarina, Santa María del Río, Santo Domingo, Soledad Díaz Gutiérrez, Tamuín, Tamasopo, Tamazunchale, Tampacán, Tampamolón, Tancuayalab, Tanlajás, Tanquián, Vanegas, Venado, Villa de la Paz, Villa de Arriaga, Villa Hidalgo, Villa de Reyes, Villa Juárez, Villa Morelos, Xilitla, Villa de Zaragoza y Villa Alfredo M. Terrazas.

ARTICULO 2º. En consecuencia quedan suprimidos los Municipios de Pozos, Tierra Nueva, Villa Arista, Huehuetlán y Agua Buena.

ARTICULO 3º. Las demarcaciones territoriales suprimidas quedarán con la categoría de Congregaciones Municipales por reunir los requisitos de la Fracción II, Artículo 84 de la Constitución Política del Estado y pasarán a integrar los Municipios vecinos como sigue:

ARTICULO 4º. La demarcación territorial que pertenecía al extinto Municipio de Villa de Pozos pasará a formar parte del Municipio de San Luis Potosí.

ARTICULO 5º. La demarcación territorial que pertenecía al extinto Municipio de Tierra Nueva, pertenecerá en lo sucesivo al Municipio de Santa María del Río.

ARTICULO 6º. El territorio que perteneció al extinto Municipio de Villa de Arista será parte integrante del Municipio de Villa Hidalgo.

ARTICULO 7º. La demarcación territorial del extinto Municipio de Huehuetlán, pasará a formar parte del Municipio de Ciudad Santos.

ARTICULO 8º. El territorio del extinto Municipio de Agua Buena, será parte integrante en lo futuro del Municipio de Tamasopo.

ARTICULO 9º. En las Congregaciones de Pozos, Municipio de San Luis Potosí; Villa Arista, Municipio de Villa Hidalgo; Tierra Nueva, Municipio de Santa María del Río; Huehuetlán, Municipio de Ciudad Pedro Antonio Santos y Agua Buena, Municipio de Tamasopo, funcionarán como Autoridades Municipales un Delegado por cada una de las Congregaciones, que serán nombrados en los términos de la Constitución Política del Estado.

TRANSITORIOS:

ARTICULO PRIMERO. Las reformas establecidas por el presente Decreto entrarán en vigor desde el día de su publicación en el Periódico Oficial.

ARTICULO SEGUNDO. Quedan derogadas todas las Leyes y disposiciones que se opongan al presente Decreto.

Lo tendrá entendido el Ejecutivo del Estado y lo hará publicar, circular y obedecer. Dado en el Salón de Sesiones del H. Congreso del Estado, a los cuatro días del mes de octubre de mil novecientos cuarenta y seis.- Dip. Presidente. Lic. ALFONSO VEGA S.- Dip. Secretario. J. FLORENCIO RUIZ.- Dip. Secretario. Prof. NICOLAS LOPEZ.

Por tanto, mando se cumpla y ejecute el presente Decreto y que todas las Autoridades lo hagan cumplir y guardar y al efecto se imprima, publique y circule a quienes corresponda. Dado en el Palacio del Poder Ejecutivo del Estado a los siete días del mes de octubre de mil novecientos cuarenta y seis.

GONZALO N. SANTOS.
El Secretario General de Gobierno, Lic. LUIS NOYOLA”. (Archivo Amoxcalli, 46-10-04).

La anexión se formaliza hasta el 1 de Enero de 1947.

A continuación presento los Presidentes Municipales del Municipio de San Nicolás de los Montes con Cabecera Provisional en Agua Buena; es de notar que solo los dos últimos cubren el naciente periodo de gobierno de tres años, tal como hoy en día, antes de ello presentan una duración de dos años.

1921 – Emilio V. Ortiz - Interino
CONSEJO MUNICIPAL
1922 – Roberto Reveles – Interino
1922 – Enrique Nóldes – Interino
1922 – José Anaya – Interino
1922 –Hermenegildo Aguilar – Interino
1923 – Gregorio Aguilar – Interino
1924 – 25 Sixto Zúñiga – Constitucional
1926 – 27 Rafael Sosa – Const.
1926 – Aurelio Vázquez – Interino
1928 - 29 Mariano Quevedo –Const.
1929 – Remigio Román– Interino
1929 – Cristóbal Mendoza - Interino
1930 – 31 Sixto Zúñiga– Const.
1930 – Espiridión Montoya – Interino
1932 – 33 Hilario Segura – Const.
1933 - José Anaya - Interino
1934 – 35 Santos I. Gómez – Const.
1934 – Mariano Quevedo - Interino
1936-37 Pascual Martínez Trejo – Const.
1936 – Alberto Enríquez – Interino
1936 – Odilón Méndez – Interino
1937 – Adalberto Estrella – Interino
1937 – Galdino García – Interino
1938 – Alberto Enríquez – Constitucional
JUNTA DE ADMINSTRACIÓN CIVIL
1938 – Teodoro Castillo – Presidente Titular
1938 – Guillermo Torres – Interino
1939 - 40 Guillermo Torres - Constitucional
1939 – J. Guadalupe Páez Zúñiga – Interino
1940 – Pedro Rangel - Interino
1940 – Facundo Netro - Interino
1941 – J. Guadalupe Páez Zúñiga– Const.
1941 – Galdino García- Interino
JUNTA DE ADMINISTRACION CIVIL
1941 – Luis Torres Hdez. – Presidente Titular
1941 – Francisco Rivas – Interino por un día
1941 – 43 Pascual Martínez Trejo – Const.
1941 – Facundo Netro - Interino
1941 – Agustín F. Pérez - Interino
1942 – Salvador Ortega - Interino
1944 – 46 Gregorio Zavala Medina – Const.
1944 – J. Pilar Martínez – Interino.

ACCIDENTE DE TRÁNSITO


Era el 12 de abril de 1956, los rayos del Sol golpeaban los rostros sudorosos de los guayineros que esa tarde salían de los campos de Pasquines rumbo a Tamasopo para de ahí, perfilarse rumbo al Ingenio; punto final de las diarias odiseas que al pasmoso ritmo de los bueyes parecían interminables.
Cada viaje era diferente, distinto, con particularidades que solo ellos; los guayineros y carreteros, sabían apreciar.
Tres yuntas jalaban efusivamente dos carretas, cada carreta con su responsable y al frente de los bueyes un guía general que tenía la función de solo caminar delante de las bestias. Salieron del callejón y abordaron el camino a Pasquines, tras recorrerlo trescientos metros iniciaron a subir la ligera pendiente, en este punto, el carretero del primer vehículo punza con su larga vara en los traseros de los animales que alcanza para que no aflojen el paso, para mantener un mismo ritmo de velocidad.
Entonces, se escuchó un fuerte grito que el guía general lanzaba con agitados movimientos de sus extremidades superiores, “¡Ay, lo pisan!”.
Ambos carreteros de un salto bajan de sus respectivos vehículos, aún sin percatarse de la situación pero con la seguridad de que algo esta sucediendo, detienen como pueden, la pesada mole rodante. Fracciones de segundos, desde el grito y la acción de detener la marcha de los bueyes; sin embargo, imposible detener el cuadro que ante sus incrédulas miradas se muestra.
Un pequeño de ocho años yace en el caluroso camino, a escasos centímetros de la rueda izquierda de la última carreta, en su desnudo pecho se aprecia claramente la marca que ha dejado la circunferencia a su paso, su última mirada seguramente fue al infinito engaño celeste testigo mudo del accidente.
Un padre despierta de su profundo sueño, el cansancio físico y la temperatura en su cuerpo le han provocado constantes reproches de su patrón. Al preguntar por sus dos hijos y no encontrar respuesta de su mujer, decide salir a buscar a sus traviesos pequeños. Se perfila al jardincito principal pero no los encuentra y decide entonces, ir hasta Agua Buena ya que sabe de amistades que los niños frecuentan.
Pareciera, debido a su insistencia por encontrarlos que, ha soñado a sus hijos y un instinto o presentimiento le indican que algo no anda bien.
Con la prisa de llegada, retorna rápidamente dirigiéndose a su casa. Empezaba a obscurecer cuando se aproximó a su domicilio y no le extrañó ver a sus vecinos a las afueras, rostros tristes con miradas esquivas, profundos silencios que densan hasta el aire que se respira. Su hijo mayor le sale al encuentro solo para adelantarse a los más funestos de sus presentimientos; quizás ya soñados. “¡Papá, papá, mi hermanito está muerto!”
Las autoridades locales investigaron el caso, los carreteros detenidos y liberados posteriormente cuando el mismo padre de la víctima acepta que todo fue un accidente provocado por la misma inocencia de si hijito al no medir el peligro y pretender subir a la carreta trasera de la forma que lo hacen los carreteros, poniendo el pie izquierdo en uno de los rayos ascendentes para que, al girar lento, la inercia del giro lo eleve y pueda llegar hasta las rejas de la carreta.
Como la familia en desgracia es de condición económica precaria, todos los gastos del funeral fueron absorbidos por los carreteros y el dueño de los bueyes. Como el dolor de la madre es muy grande y considera el padre afectado que para aliviar un poco la irremediable perdida tiene que regresar a su lugar de origen, pide ayuda nuevamente a los involucrados quienes se cooperan entre ellos juntando 200 pesos, mismos que entregan al padre del niño Lorenzo Hernández Vega.

EL ARENAL


El río Tambaca alberga en su longitud varias playas de arena, todas distintas entre sí; con sombra y sin ella, al borde de la ribera o en lo poco profundo, pero El Arenal se ubica en el interior del río formando un área predilecta que los infantes suelen preferir con insistencia.
Su gruesa y amarillenta arena además de estimulante al caminar sobre ella resulta ser un espacio testigo de los castillos que ingeniosas y constructoras manos edifican y que en un pequeño arrebato emocional son los pies quienes destruyen lo que la sensibilidad de las manos levantaran.
El camino que conduce a éste paraje se encuentra a pocos metros del primer acceso a la comunidad del Kilómetro 470; perteneciente a la Delegación de Tambaca. Tome la carretera Tambaca –Tamasopo (de terracería) y después de haber transitado unos 2.5 kilómetros, aproximadamente, entre cañaverales de su lado derecho, apreciará la entrada. Considere por obvio lo siguiente, el río siempre estará a su lado derecho, al salir de Tambaca usted tendrá que ver desde la carretera, desde su auto; la enorme arboleda que dibuja su silueta. A su lado izquierdo observará las paralelas de hierro. Existe un primer espacio en el que habrá de observar el río muy de cerca, se trata de un estrecho paso en doble semi curva, por un lado el río y por el otro la vía férrea, después a 200 metros, la carretera se perfila junto al río; la exuberante maleza y un nutrido follaje de otates no permite ver el cauce, sin embargo, considere usted como señal los abundantes otates y por el otro lado pequeño manchón de plátanos, aquí, al concluir la maleza, observará por segunda ocasión la transparente e incitadora agua que, aparentando inmovilidad, le aguarda plácida para una entrega sin reservas.
Entre 60 o 70 metros más, a su lado derecho, un sencillo callejón habrá de conducirlo hasta toparse con el río; precisamente en El Arenal. Este pequeño acceso será plenamente visible si considera muy en serio cada señal que le hemos compartido; igual, dos exhalaciones antes, tendrá que observar un enorme árbol que desde antes de la primavera se viste de rosa y que manifiesta en todo su esplendor contrastando con el verdor de la caña de azúcar que insignificante le rodea.
Le recomiendo llegar temprano pues a partir de medio día el sitio se observa muy frecuentado por habitantes tanto de Tambaca como del Kilómetro 470.
Si usted es de las personas que insisten en medir la distancia con tiempo, es posible que jamás ubique este lugar sensacional. No encontrará ningún anuncio que indique la existencia del sitio, no cuenta con infraestructura, no es de cuota. Cuando asista, no mutile ni destroce lo que no ha construido, no arranque ni corte lo que no ha sembrado, y si por gusto propio lleva basura; por favor, no la olvide, bastante tenemos con la nuestra.

EL PLATANAL


En Tambaca habrá de localizar este singular paraje que el río brinda a la población local que lo ha seleccionado de su preferencia. Para acceder solo aborde la Avenida Veinte de Noviembre y recórrala hasta pasar el edificio de la Delegación Municipal, doble a su derecha sobre la calle Allende y 400 metros después el sitio del Platanal a su vista.
El Platanal es de los pocos lugares en donde podrá encontrar playas de agua dulce, arenales de una tonalidad incitadora que ha despertado desde hace mucho tiempo, la algarabía infantil, el derroche de energía que jóvenes de siempre hacen cuando convierten los arenales en áreas de su propiedad momentánea.
Pequeñas caídas de agua anteceden a pozas poco profundas ideales para nadar, estas pozas con ligera corriente tienen un color ligeramente verde en sus fondos, ocasionados por variedades de minúsculas algas que suelen desarrollarse en primavera.
Llorones sauces engalanan el sitio, precarios de sombra, exagerados en cantidad, pequeño bosque que lentamente avanza sobre las arenas reduciendo con ello el espacio seco.
Otro de los atractivos del lugar son los sarros que en el interior del río asoman a la superficie como si tratasen de respirar, múltiples rocas areniscas llenas de colorida vegetación, pequeñas florcillas lilas y musgos aterciopelados son los habitantes comunes en el relieve arenoso.
Si usted lleva consigo visor, podrá apreciar desde sardinas, charales, mojarras caracoleras, tilapias, caracoles y conchas. También si lo desea, el uso de lanchas le permitirá apreciar la ribera rumbo al Oeste por más de 3 kilómetros, un paseo por tranquilas aguas en donde es muy común observar patos, tortugas, gigantes árboles de espectaculares sombras y más de tres recónditos relajantes sitios.
El sustantivo del lugar nace como consecuencia lógica del fruto predominante en algún tiempo escondido en la memoria, hoy en día solo un pequeño grupo de plátanos cercanos al río se puede apreciar.
Existe otro acceso para este concurrido y singular arenal. Aborde la carretera Rascón - Agua Buena, al dejar la gasolinera “El Mirador”, en menos de doscientos metros, encontrará la entrada entre nutridos cañaverales; seguramente a orillas del camino mirará el anuncio de éste lugar pero con el nombre de “Isla Escondida”. Propiedad particular con amplio estacionamiento, palapas con asadores y buen área para acampar; además de centro recreativo se cultiva tilapia, se crían borregos y cuentan con una amplia huerta de litches, todo ello, en la isla más grande del complejo El Platanal.

DE PASO POR EL PASO ANCHO


Uno de tantos hermosos sitios que puede usted visitar en Tamasopo es El Paso Ancho, sitio en donde enormes sabinos e higuerones proporcionan encantadoras sombras que habrán de seducirle para que pueda acampar a orillas del río y refrescarse con sus transparentes aguas.
El cauce aquí es tranquilo, lento, propio para nadar sin preocupación o simplemente, para buscar la sombra ideal y bajo su regazo respirar profundo contemplando la singular belleza del paraje.
Para acceder al lugar tome la carretera Tamasopo – Agua Buena, en el kilómetro 2.5 encontrará una desviación de terracería a mano izquierda; ahí, en ese punto, como referencia, podrá observar múltiples anuncios que indican la existencia de opciones por disfrutar, también ahí, a un costado el pequeño santuario de San Judas Tadeo. Abordando este acceso tendrá que recorrer dos kilómetros, aproximadamente, para llegar al Paso Ancho. El lugar inicia justo en Rincón Campestre, un espacio acondicionado para su comodidad, ideal para acampar bajo una total sombra, encontrará además un puente colgante y un sencillo tobogán. Continuando por el camino llegará a un rústico campo muy espacioso en donde seguramente su estancia será placentera. El camino lo conducirá primero, hacia un puente y posterior a Cabaña Aventuras, un balneario con excelente infraestructura para su esparcimiento y seguridad. Aquí podrá acampar en sus áreas verdes, rentar bicicletas de montaña, cuatrimotos, incluso; subirse a la banana. Cabaña Aventuras le brinda la oportunidad de visitar El Puente de Dios y la Playita del Amor, caminando por la ribera, río arriba, una ruta que lo transportará por los más bellos colores de Tamasopo, los múltiples verdes del follaje de la selva húmeda que asecha al río y el azul del agua en Puente de Dios; un azul: ! celestial ¡
Además aquí, en Cabaña Aventuras, encontrará el más selecto servicio de hospedaje, cabañas confortables con todos los servicios a su disposición.
Retomando el punto de desviación, es importante señalar que en el transcurso de tránsito por el sencillo camino de terracería habrá de encontrarse con tres ramales diferentes a intervalos espaciosos, siempre a su lado derecho, los caminos conducen a otros sitios igual hermosos.
El Paso Ancho es un espacio de casi un kilómetro de longitud, el acceso Norte, el cual le he descrito, le brinda la sensacional oportunidad de conocer varios lugares en donde la ausencia de grandes cascadas permiten disfrutar un paisaje más tranquilo, inspirador.
Existe un acceso Sur utilizado por los lugareños, este camino parte de la misma cabecera municipal rumbo al Panteón, de ahí, unos trescientos metros y llegará al río justo enfrente de Rincón Campestre, si su vehículo es suficientemente alto, podrá atravesar el río y acceder a los sitios ya mencionados.
El Paso Ancho, es un paraje muy concurrido por las familias de la cabecera municipal durante los “días santos” principalmente, común es, encontrarse incluso con amistades que el tiempo había marginado o la distancia suspendido. Hoy en día, cuando llega un tamasopense radicado en otro lugar, a visitar su tierra, es normal que se le aprecie en El paso Ancho; pretendiéndole arrancar episodios al pasado.

LAS CAÍDAS


Las Caídas, espacio recreativo para los habitantes de Tambaca en donde suelen acudir en días soleados para refrescarse y pasar un día familiar.
Ubicado frente a las instalaciones del Ingenio azucarero “Alianza Popular”, este paraje maravilloso resume en un área reducida, todo el potencial turístico que el municipio pudiera ofrecer; dentro del agua. Se aprecian un mínimo de 5 cascadas, tres pozas, diez islotes y entre ellos, amplio espacio para remar, bucear y pescar con anzuelo.
Además cuenta con un estupendo corredor interno que en forma de anzuelo atraviesa por la parte central el paraje, dividiendo a la vez, el área en secciones definidas para un uso más concreto. Verá usted, hacia la parte inferior del corredor la zona es utilizada por nuestros jóvenes que prefieren las profundas aguas y las cascadas, aquí suele apreciárseles en juegos divertidos o practicando clavados; claro que también fui testigo muchas ocasiones del incomprensible gusto por caer de espaldas o a vientre abierto. Si usted visita este lugar, no invada esta zona; a menos que sea un nadador experimentado.
Aún en el lado Norte, entre el corredor y una de las cascadas, se encuentra una pequeña poza que es considerada como un nivel intermedio en el cauteloso aprendizaje nativo en cuestiones hidrológicas, también puede adentrarse en una pequeña zona localizada al final del corredor, ahí la profundidad es mínima y con mucha suerte podrá conocer “la cueva del beso”. Si usted es joven y hermosa no tenga duda de que al menos recibirá la invitación de algún lugareño para adentrarse en el sitio.
En la parte Sur del interno pasaje, se encuentran la totalidad de los islotes, el agua es tranquila y el fondo del río es gradual de tal forma que puede adentrarse con sus pequeños hasta el punto que usted considere salvo. Claro que, le puedo asegurar que sus hijos habrán de preferir el pasillo y utilizar los más de cien metros para recorrerlos con el vientre.
Siempre he creído que caminar por el interno pasillo es terapéutico, brinda un estado de relajamiento, de pasividad interna, despierta la sensibilidad humana y el sonido del agua al diluirse para concluir en momentánea meta al pié de la cascada es excelente consejera.
Las Caídas reciben su nombre no de las maravillosas cascadas que segmentadas en formación curvilínea a lo largo del sinuoso corredor suelen atrapar y complacer al visitante exigente, sino de la acción que al pasar por el corredor experimentamos. Por favor, conjugue el verbo caer. Ingrediente extra responsable de espontáneas risas. ¡Vamos, que más puede pedir!

VIENTOS DEL GOLFO DE MÉXICO


Del Golfo de México las húmedas corrientes atraviesan la planicie costera para arribar a la Sierra Madre Oriental en donde ésta se convierte en una barrera natural que influye determinantemente en las condiciones atmosféricas del resto de la entidad potosina. De esa forma, apreciamos una Zona Media potosina contrastante con el verdor tamasopense y un Altiplano determinado en su esencia por el bloqueo natural que la Sierra Madre Oriental efectúa sobre las húmedas corrientes.
Tamasopo al encontrarse dentro de este sistema montañoso es beneficiado con sus precipitaciones fluviales que en verano suelen presentarse en demasía.
Del Golfo mexicano también hemos recibido cierta influencia gastronómica, en especial al referirse a los pescados y mariscos; por fortuna no adquirimos la depredadora actitud de considerar que todo animal, que repte, camina o vuela esta bueno para la cazuela.
En un período de tiempo, fue muy común que nuestras familias visualizaran en Tampico a la “Capital” o en él, el centro comercial por excelencia. Aún en los años ochentas era muy común que algunos niños jugando fútbol eufóricos gritaban ser “Tampico-Madero”.
De Tampico también, llegan en las primeras décadas del siglo pasado, algunos orientales buscando oportunidades en el ramo de servicios. La mayoría de ellos abrieron restaurantes, complejas tiendas de abarrotes y panaderías.
La comunidad oriental residida en Tampico, vislumbró con la apertura de la vía del ferrocarril San Luis Potosí – Tampico un buen número de oportunidades para afianzarse a éstas tierras; ya no fueron la mano de obra como ocurriera en los Estados Unidos de América, quizás con esa experiencia, aquí se convirtieron en hábiles prestadores de servicios, de ellos, se recuerda por ejemplo, a los que lograron ubicarse en Agua Buena y Tamasopo poseyendo las más grandes tiendas de miscelánea en la región; la primera inició un irremediable declive cuando en el incendio de 1945 arrasó la zona centro del pueblo y la segunda desaparece tras ser asesinado el oriental; caso muy conmovedor en donde se ven involucrados ciertos personajes públicos y “distinguidos” del pueblo.
Del Golfo no solo las jaibas, también los primeros franciscanos, los fuertes temporales, las nubes viajeras, los chinos, la gastronomía, la vía, la caña de azúcar, la pesada manufactura de hierro para la Sugar Company Río Tamasopo y algunas pequeñas tampiqueñas.

DE LAS CARRETAS A LOS CAMIONES CAÑEROS


En la industria azucarera todo evoluciona rápidamente, o al menos, las circunstancias adecuan las condiciones laborales. En lo relativo al medio utilizado para acarrear la gramínea a la factoría desde los campos de cultivo, esta experimentó un gradual cambio que obligó a la búsqueda y mantenimiento de nuevos caminos y a la implementación de “nuevas tecnologías” para el transporte.
En las primeras décadas de la Sugar Company Río Tamasopo, mediante el sistema ferroviario transportaban la mayoría de la materia prima utilizada, el resto empleaba carretas jaladas por bueyes, éstas conllevaban pequeñas dificultades, demasiado lentas y una limitada capacidad en su área de carga de 1.5 toneladas en promedio. Además este medio resultaba inoperante en tiempos de lluvias y en pronunciadas pendientes.
La carreta dio paso al guayín, con ello aumentó la capacidad de traslado; ahora de 5 toneladas en promedio, aunque igual, al usar bueyes para jalarlos, la demora era significativa, aún así, casi por treinta años, los guayines fueron el medio más utilizado tanto en Agua Buena como en Tamasopo; Tambaca y Damián Carmona igual utilizaron guayines pero en distancias más cortas pues ellos enviaban su producción mediante el ferrocarril. Una sencilla variante del uso del guayín resultó más rápida que la anterior, el uso de mulas de carga supliendo a los bueyes otorgó sublimes ventajas de entrega a los pocos poseedores de la misma.
La llegada del camión “cañero” vino a revolucionar la industria, entonces la factoría pudo captar su real capacidad y la rapidez en la entrega despertó la necesidad de más áreas cultivables.
Con la total apertura del camión, los caminos se tornan en un aspecto que adquiere atención física constante, aunque en ese entonces, dichos camiones son pocos, al menos los necesarios para dar abasto a la zona cañera de los años cincuentas y sesentas. Esta introducción tecnológica hace que la empresa retire el servicio de las plataformas férreas, sumado claro está, a las nada favorables condiciones del sistema férreo después del fuerte ciclón de 1955.
Es probable que nuestros abuelos jamás imaginaron que algún día los camiones tendrían que hacer largas filas para poder entrar al Ingenio y descargar la gramínea, también que tendrían en ocasiones que esperar hasta ocho horas en la fila.
La tecnología ha reducido significativamente en tiempo cada una de las actividades integrantes de la industria azucarera, el acarreo se ha tornado rápido más no así la recepción, ahora zonas de Damián Carmona, por citar, en pocas horas hace llegar su producción a la factoría; en cambio, en aquellos nostálgicos y añorados dorados tiempos tardaban “días” pues había primero que llenar las plataformas que en Rascón aguardaban pacientemente.
Claro, en esos tiempos la cosecha era en crudo, factor que contrarrestaba el inicio de la fermentación con la tardanza.
Los primeros camioncitos tenían la fabulosa capacidad de carga de 8 toneladas

ACTITUD PEDAGÓGICA NO COMPROBADA


El día 27 septiembre de 1958, el periódico “El Heraldo” de San Luis Potosí, en su edición número 5962, publicó una nota enérgica, señalamiento duro en el que acusaba a un maestro del municipio de Tamasopo como responsable; por su actitud antipedagógica, de la muerte de un menor.
Al difundirse la noticia por ese medio, las autoridades locales inician inmediatamente las investigaciones, primero para aclarar que el docente en mención no tenía nada que ver con el caso y que, segundo, la muerte de la menor no fue por el castigo impuesto dentro de la escuela.
La niña del caso, vivía con su abuela pues sus padres estaban separados. La señora declara que su nieta llegó un día con un fuerte dolor de cabeza y vómito, incluso menciona que la veía caminar torpe; como mareada, pero consideró que todo era producto del crecimiento físico de la menor. Como el extraño comportamiento había durado ya más de una semana, decide interrogar a su nieta y ésta, le confiesa que a partir del castigo en la escuela no puede sentirse bien. El castigo había consistido, según su versión, en permanecer hincada en el patio escolar por mucho tiempo, bajo los rayos del Sol, como reprimenda por no haber cumplido con la tarea que por la mañana le habían encargado.
Como las condiciones de salud no mejoraban, mareos, vómito y debilitamiento de las extremidades, decide la señora avisar a sus padres para que la lleven a un doctor; éstos al reconocer la gravedad determinan irse hasta la ciudad de San Luis Potosí en donde por quince días la niña recibe tratamiento especial. Al darle de alta se recomendó mucho descanso, reposo. Un médico local la visitó en una ocasión a su domicilio.
Pocos días, muy pocos días después, la niña fallece.
El médico local, a “ojo de buen cubero”, dictaminó que la causa de la muerte obedeció a que la niña tenía un tumor en el cerebro, por tanto el supuesto castigo; aunque hubiese sido cierto, no fue la causa.
Entre otros señalamientos, la abuela declaró que su nieta le comentó que gracias a que un maestro pasó y la vio, aquél maestro le solicito al docente a cargo que levantara el castigo pues el Sol pegaba muy fuerte. Al momento de la declaración de los docentes y directivos de la institución, éstos simplemente proporcionaron una versión muy distinta, lejana a la manejada por la abuela. Desmintieron el castigo y señalaron que la niña solía sudar demasiado. Además comprobaron que el maestro mencionado por la prensa no tenía relación alguna con la alumna en desgracia pues atendía otro grado escolar.
Los gastos médicos y medicamentos adquiridos en la ciudad Capital fueron totalmente cubiertos por el Ingenio de Agua Buena.
El dictamen médico local se dio a conocer solo hasta que se abrió la investigación y se le dio curso.
Entre los docentes se apreció un gran hermetismo, incluso algunos de ellos afirmaron desconocer que la infante hubiese muerto.
Los familiares de la niña aseguraron no ser ellos los que proporcionaron la información a la prensa, para ellos, la muerte de su hija fue algo triste pero que entendían pues estas cosas pasan. El fallecimiento aconteció en los primeros días de Agosto, el 27 de septiembre se difunde la noticia y el 30 de ese mismo mes, las competentes autoridades indagan los hechos.

SAN NICOLÁS DE LOS MONTES: EL MUNICIPIO


El municipio de San Nicolás de los Montes surge en el año de 1827, en ese entonces la zona se dedicaba principalmente al cultivo del maíz; enormes extensiones pertenecientes a la Familia Barragán quienes ocupaban a los habitantes de San Nicolás de los Montes y los alrededores en las faenas cíclicas del cereal. En el pueblo se ubicaba la “Casa Grande”, lugar en donde habita el administrador de Felipe Barragán y que a la vez, resguardaba toda la producción anual para posteriormente transportarla hasta Ciudad del Maíz.
El municipio se componía por los territorios de la Sierra Madre Oriental que atraviesan al propio San Nicolás de los Montes; pueblo, hasta el Puente de Dios, los valles iniciaban en Agua Buena y se extendían por lo que ahora es San Jerónimo, la Ciénaga de Tambaca, El Chino, Damián Carmona y muy temprano, se le segregó al municipio de Ciudad Valles la zona Norte de Damián hasta Los Ríos y Joya del Tigre y anexarlos a éste.
Las fronteras naturales al Sur y Este fue el río de Agua Buena hasta el punto del Paso Real de Tambaca, y el Tanchamay. El resto de sus fronteras permanecieron igual; aún con el nacimiento de Cárdenas. Al Norte Ciudad del Maíz, al Oeste Alaquines; al Sur, Villa de Tamasopo y, Este Ciudad Valles.
Para 1921, la cabecera municipal se ubica en Agua Buena, entonces la situación se torna más difícil para San Nicolás de los Montes, sin accesos e ingresos directos, el pueblo se sume lentamente en el olvido. De San Nicolás de los Montes solo llegan remotas y lejanas quejas envueltas en papel en donde el juez auxiliar menciona: “Señor Presidente, el portador de la carta …”, aunque también se mencionaba a San Nicolás cuando carecían de profesora que atendiera a los niños, por alguna razón no duraban; incluso preferían otras plazas aún más lejanas que el propio y legendario sitio montesino.
La razón lógica por la que San Nicolás de los Montes y La Palma se erigieran cabeceras municipales pareciera ser el echo de que ambas contaban con Misión religiosa, esa circunstancia ofrecía determinadas ventajas administrativas en aquellos años, entonces los otros sitios demográficos eran desechados para convertirse en cabeceras; en esos tiempos primeros de la conformación nacional, la Hacienda de San Ignacio del Buey era mucho más activa y generadora de recursos que San Nicolás de los Montes. De igual manera, la hacienda de Tambaca o el mismo Pasquines resultaban con más esperanzas alentadoras para consolidarse y evolucionar como cabeceras que La Palma.
Pasó el tiempo y el, que todo lo quita, derrumbó la influencia religiosa e impuso el peso económico; así Agua Buena con su monstruoso ente de hierro se transforma en la cabecera aún por encima del Ingenio Rascón, El Chino y el recóndito San Nicolás. Tamasopo se beneficia indirectamente, no fue el paso ferroviario ni el peso de la vestimenta post revolucionaria, fue una determinación económica y el sitio más cercano del vecino municipio era precisamente; Tamasopo.
La suerte estaba echada, otros tiempos después cambiaron lo económico por lo político y el 4 de octubre de 1946 el municipio de San Nicolás se adhiere al de Tamasopo. Años antes, San Nicolás de los Montes había perdido el Sur de su territorio para que surgiera el municipio de Agua Buena.

GASTRONOMÍA


La gastronomía en este municipio tiene enorme influencia de la zona del Golfo de México y de la zona Media del Estado de San Luis Potosí; de esa fusión culinaria, podemos citar a las enchiladas tamasopenses y las gorditas rellenas, así como la preparación del pescado frito o en caldo. También sobresalen las ancas de rana, el jocoque, el chicharrón de caña y el piloncillo. De origen prehispánico: las gorditas de chamal, el tamal de elote, el atole de corozo, pemoches, entre otros.
Entre las bebidas se pueden destacar las preparadas con frutas de temporada: mango, naranja, toronja, ciruela, jobo, limón y jugo de caña. También de la mayoría de éstas frutas se elabora até o dulce.
Es mentira cuando señalan al jobito licor y al zacahuil dentro de la gastronomía local.
Sobre las gorditas rellenas, éstas han evolucionado. Se vendían inicialmente en el tren, modestas señoras cargaban su canasta de carrizo conteniendo las famosísimas delicias de carne con chile colorado, de barbacoa, de picadillo, huevo con chile verde, frijoles y nopalitos. Con el cierre de las corridas de pasajeros ferroviarios, este sector tradicional se vio afectado y si bien es cierto, que hoy en día se aprecian algunas canastas en la zona centro; éstas pertenecen, en su mayoría, a otra generación.
Aún con ello, las gorditas rellenas son un símbolo gastronómico del Tamasopo actual, completamente llenas de ilusión, de manual herencia perpetuada por la tradición, de sensibilidad hecha a palmadas sobre palmadas, cocidas a fuego sobre un ardiente barro.
Rellenas de paciencia, de ternura; claro que también contienen algo de comida previamente preparada.
Éstas gorditas tamasopenses se preparaban con la tortilla común, de tamaño similar a las producidas en las tortillerías, delgadas, atractivamente esbeltas, de maíz molido en molino de nixtamal y en su cocido leña para la combustión.
Nuestras especiales enchiladas no tienen nada que ver con las renombradas potosinas, aquí las capitalinas son llamadas quesadillas pero son elaboradas en tortilla sencilla no colorada, tampoco nada que ver con las huastecas; éstas para nosotros son las entomatadas, sin cecina.
Las enchiladas tamasopenses surgen en Agua Buena, al ritmo de la migración masiva que desde los años treintas y cuarentas la región experimenta, proveniente de la zona media mestiza pame, sufre profundas modificaciones al asentarse en ésta población.
Bañadas de queso fresco y desboronado, las dobladas tortillas coloradas pasadas por manteca (hoy se usa cualesquier aceite comestible) contienen en su interior un suculento compuesto de papa, zanahoria, chorizo, jitomate y repollo, todo ello acompañado de pollo frito.
Las mejores enchiladas, por supuesto que en Agua Buena, en donde incluso, en un lejano tiempo, excéntricos paladares las preferían con ancas de rana.

FOLCLORE Y COSTUMBRES


Este municipio es mayoritariamente católico cristiano, de ahí se desprenden sus fiestas religiosas; mismas que unifican a la sociedad en torno a ellas. Las principales celebraciones son el 19 de marzo (día de San José Obrero), el 4 de octubre (San Francisco de Asís), 6 de diciembre en honor a San Nicolás de Bari, 12 de diciembre a Nuestra Señora de Guadalupe, con el mismo ímpetu espiritual se participa en las festividades de Semana Santa; la Procesión del Silencio en Tambaca es un magno evento en donde participan fieles de toda la República. El día de muertos es otra de las actividades que el pueblo externa con un profundo respeto.
En las comunidades indígenas no celebran a los difuntos sino hasta el día último del mes de noviembre, y es completamente distinto al resto del país; se aprecia como un duelo comunal en donde se comparten los alimentos (caldo de res) y se baila sobre un petate nuevo durante todo el día.
También existen celebraciones de origen civil, las más importantes son el 12 de octubre: día del azucarero y el 20 de noviembre: fundación ejidal de varias comunidades agrarias.
La fiesta del pueblo se celebra, tradicionalmente, del 12 al 19 de marzo, días en los que en la cabecera del municipio se efectúan eventos artísticos y culturales, ganaderos y artesanales, con la finalidad de brindarle a la ciudadanía un ambiente familiar para su distracción y esparcimiento. Originalmente, la fiesta tenía que concluir el día 19, santoral de San José Obrero, patrono; de los obreros azucareros de la lejana Agua Buena, de hecho el nombre del evento es: Feria Regional Cañera, “Cañera” en honor a los obreros-cañeros fundadores de la dinastía azucarera de la región; los mismos que fundaron el Ejido Agua Buena en los años treintas del siglo pasado.
En el aspecto artesanal, son los indígenas quienes elaboran con barro cocido infinidad de piezas tanto de ornato como de uso doméstico; salseras, floreros, porrones, ollas, comales, guajes, cazuelas, entre otros. De palma tejida sencillos sombreros, sillas, sillones, petates, ventiladores y escobetillas.
Cabe aclarar que, la alfarería pame tiene solo algunos años de haber traspasado la línea de uso personal a la extensión comercial; gracias a cursos que el Instituto Nacional Indigenista proporcionó en los años noventas.
No es ninguna tradición cultural de una generación a otra, esto, repito, es literalmente nuevo, aunque evoluciona rápidamente como consecuencia de la demanda que el turismo ejerce.
En donde si fue toda una tradición, ya desaparecida, fue en San Miguel, cerca de La Gavia, su artesanía de barro se dice era la preferida en los antiguos tianguis huastecos.

WILLIAM HENRY JACKSON


Fotógrafo norteamericano que trabajó para la empresa ferroviaria de los Ferrocarriles Centrales, amante de la lente, su trabajo es considerado como una excelente joya memorística que registró desde las últimas décadas del Siglo XIX hasta las primeras del XX, tanto los paisajes como sus gentes.
Su legado se encuentra resguardado en la Biblioteca Central del Congreso de los Estados Unidos de América y esta disponible para todo el mundo en su versión digital; gracias al Internet.
Su trabajo fotográfico fue utilizado en 1899 por la Compañía Southern Pacific Company para editar un sensacional libro turístico titulado “Vamos a México”, edición que circuló en sectores pudientes de los Estados Unidos de América y que, obviamente, invitan a la población de aquél país a visitar México mediante el ferrocarril que ellos administraban.
En este libro aparece una preciosa imagen del Espinazo del Diablo, fotografía indudablemente realizada durante su tercer viaje al país, en 1891.
Sobre Tamasopo, William Henry Jackson capturó más de veinte sensacionales imágenes que muestran tan solo un poco, de lo que, obviamente más le agradó. El Espinazo del Diablo, la Hacienda Tamasopo, el Puente de Dios, las Cascadas de Tamasopo, el Puente de Hierro o Gran Puente en Rascón, así como sus nativas viviendas a la margen del tendido paralelo del ferrocarril, parajes de río, entre otras.
Todas las gráficas son de excelente valor histórico, sin embargo existe una de incalculable valía por lo que representa, el negativo ha sido manipulado para apreciarlo a color; se trata de una toma sobre la “Hacienda Tamasopo”, en ella se aprecian dos jinetes, uno de ellos de barba cerrada y el otro muy moreno; incluso podríamos asegurar su origen negroide. Al fondo se encuentran tres construcciones, una de ellas parecer la casa principal, con techo de palma, otra más corresponde al trapiche y la más pequeña bien pudiese corresponder a la choza de servidumbre.
Un enorme eucalipto engalana la toma, además se aprecia un sencillo corral con algunas bestias dentro, al pie del árbol.
De adobe y piedra se construyeron las rústicas edificaciones. Atrás del complejo, inicia una pendiente a levantarse, pequeños matorrales de hoja caediza un tanto grisáceos, esto bien podría hacernos suponer que se trata de una fotografía tomada en temporada de sequía (Abril, Mayo y/o Junio). Temporada utilizada como zafra en la elaboración de pilón en la Hacienda Tamasopo.
El valor de la toma, bien puede ser en este sentido, revela la histórica hacienda Tamasopo tal como es, sin ponerle grandeza ni restándole importancia. Muestra una edificación rústica, demasiada simple para considerarse como “casa grande” o como para indicar un poderío hacia el exterior. Se trata de la vivienda temporal de un administrador que a su cargo tiene la molienda del trapiche, no es ni casa de campo o recreación. Muy lejos de ser hacienda, alberga de entre 6 y 8 trabajadores.

EL PAN DE LOS PAMES


El Dioon edule es una típica planta conocida con el nombre vulgar de “chamal”. Sus características físicas denotan un erecto y grueso tallo del que se desprenden en la parte superior las hojas de tipo palmeras, puntiagudas y de un color verde encendido que lo han convertido últimamente en artículo de ornato para los jardines o áreas verdes.
La altura de su tallo llega a medir 1.5 metros, 90 centímetros de circunferencia; en promedio, sus ramas suelen medir más de un metro y se proyectan curvas hacia el suelo en donde las hojas puntiagudas parecieran formar una barrera incómoda que protege a la planta.
Custodiada por autoridades ecológicas, es considerada en peligro de extinción, su ilegal mercado es fuertemente sancionado. Su presencia es más notoria en la biosfera queretana, al interior de la Sierra Gorda.
De esta planta tóxica brota un fruto que provoca en el ganado que la ingiere una inicial debilidad en las extremidades y culmina con un paro respiratorio; es común que la gente mencione: se “enchamaló” para referirse a que el animal comió aquella planta. Situación que ha tornado a los ganaderos de la región con una intolerancia muy marcada para con el dioon edule; es decir, padecen “chamalafobia”.
La planta en verdad es bonita, atractiva, singular. Quizás algún día, los animales entiendan que veneno que no se ingiere no hace daño.
Este fruto fue utilizado por mucho tiempo por los pames como un alimento más de su especial dieta. Mediante un sencillo proceso de amasamiento con cal formaban una masa consistente y firme con la que elaboraban panecillos, estos panecillos duraban varias semanas y podían, por su tamaño, ser transportados con suma facilidad. La preparación de la masa conlleva una exacta combinación de calidra, misma que habrá de reducir las probabilidades de una intoxicación al ingerirlas.
El pan de los pames es una interesante línea gastronómica que culturalmente incorpora un elemento más al estudio de la étnia. No se trata de un platillo especial como el bolim, es un recurso alimenticio similar a las gorditas del mezquite elaboradas por algunos grupos del Altiplano e incluso, por pames alaquines.
Todas las culturas sedentarias basaron su dieta en un cereal, en Mesoamérica el maíz ocupó un sitio especial al ser considerado como regalo de dioses, sin embargo, para sectores semi nómadas o semi sedentarios; aunque no desconocían el maíz, éste no fue considerado como sustento alimenticio, era solo un fruto temporal que había que aprovechar, al igual que el chamal.
La tendencia gastronómica ha desaparecido casi por completo, las nuevas generaciones de pames desconocen la elaboración de las gorditas de chamal, incluso la mayoría de ellos no las han probado. Argumentan la escasez de la planta y las enormes distancias por recorrer para encontrarlas; entonces, por eso, “prefieren evitar la fatiga”.

LA MAGIA DE SAN NICOLÁS DE LOS MONTES


De todas nuestras comunidades, San Nicolás de los Montes no solo es especial, sino mágica. Sus lejanas cercas de piedra toda, anchas, con longitudes impresionantes que resguardan las propiedades particulares. Sus recuerdos orales que asemejan a leyendas encantadas en donde no tienen cabida las mentalidades cosmopolitas e incrédulas. Leyendas enriquecidas con experiencias personales y con narraciones heredadas por un núcleo demográfico que al carecer de medios masivos de comunicación y luz eléctrica convirtieron el pensamiento expresado en vívidos y coloridos episodios; como aquél viejo Macondo en donde lo desconocido no era producto de la tecnología sino de hermosos encantamientos.
San Nicolás de los Montes es de esos viejos pueblos que tienen mucho que contar, sus desnudos muros al igual que sus santos escondidos, enterrados, sepultados en el pasado, sus veredas cubiertas ante las miradas extranjeras, sus fantásticas grutas; cavernas de tesoros incalculables solo para los elegidos.
Poseedor de un pasado glorioso en donde la riqueza espiritual fortalecía el alma de unos cuerpos agotados en los campos de maíz, un pretérito de rezos y religiosos; después la caída, el destierro, el final de una espléndida etapa y el comienzo de otra, con el vacío dejada por la primera y llenado lentamente con décadas de antagonismos cristianos.
Paso Real, camino de bandidos, asaltantes cubiertos de los rostros pero con los pies descalzos, único vínculo con el exterior que la maleza se tragó.
Mágico, en sus arroyos que nutren la tierra, en sus ruinas erguidas que alimentan la consciencia; mismas que continúan retando al tiempo en una abierta e inmovible actitud, vestigios de una grandeza histórica saldada con vigas y durmientes, de mora, de encino; con la resignación del que calla y obedece.
Entre sus calles nocturnas transitan los espíritus, juegan con el viento y lo azotan contra todo, contra las puertas de madera, contra el follaje de los árboles, agitan de vez en cuando las campanas para hacerlas inesperadamente sonar y romper la armonía del silencio, en ocasiones tejen trenzas con el pelo de las bestias y le amarran el hocico a los perros para que no ladren, en otras especiales circunstancias, suelen jugar con bolas de fuego, las lanzan lejos, entre los cerros, las suben, las bajan y después las apagan.
San Nicolás de los Montes es mágico, transportador, lleno de encantos, de silenciosos lamentos por la ausencia y de sepulcros metálicos dorados resguardados en verdes dimensiones que suelen confundir y extraviar.

EL PASO REAL DE TAMBACA


Conocido también como las Adjuntas, el Paso Real de Tambaca es el punto geográfico donde se une el Río Frío con el Río Tambaca, un lugar que desde tiempos pretéritos ha sido transitado pues precisamente por aquí, el camino viejo que venía desde Tampico se prolongaba hasta llegar a San Luis Potosí.
El cruce del río se hacía en una pequeña canoa que personal del Rancho atendía.
Este paso o cruce de camino, mejor dicho; de río, era además un pequeño descanso que las diligencias tomaban, además de renovar bestias la gente solía tomar sombra y desentumir su cuerpo.
En 1850, la Sección de Estadística Militar manda imprimir la “Colección de Itinerarios y Leguarios” con la intención de que la información sea utilizada por la administración general de correos para su interna organización. Oficiales del Gobierno Mexicano, al transitar la ruta que unía el incipiente Puerto de Tampico con la ciudad de San Luis Potosí, citan en la página 72, sobre este punto en mención que, “este río, que también se llama de las Adjuntas, necesita un puente para su paso; es estrecho y el puente fácil de construir con los enormes sabinos que hay en sus orillas: el camino a la salida debe abrirse mucho más de lo que está”.
Posteriormente, para 1856, José J. Álvarez y Rafael Durán, miembros del Estado Mayor del Ejército, escriben “Itinerarios y Derroteros de la República Mexicana”, en el solo agregan que desde Tambaca hasta el punto llamado Pasquines el terreno es bajo y llano.
Por medio siglo más, este punto es forzoso para los viajeros que utilizaban la diligencia. Posteriormente, el establecimiento del ferrocarril hizo sucumbir el medio de transporte y el Paso Real de Tambaca, sin embargo, el cruce continuó utilizándose, cada vez menos, hasta mediados del siglo XX.
En 1940, el señor Prisciliano Gómez, propietario del sitio, es notificado que remodele o utilice una nueva canoa para cruzar a la gente que lo solicita pues, en meses recién pasados, lluviosos, esta se volcó poniendo en grave peligro a sus tripulantes; quienes estuvieron a punto de perecer ahogados en las turbias aguas del Tambaca. Mediante oficio, el Mayor de Caballería Moisés J. Villanueva, autoridad militar a cargo de lo civil en Rascón, le exhortaba más atención y medidas de seguridad en el funcionamiento del paso.
Esta ruta, de la que formaba parte El Paso Real de Tambaca, es muy posible, que inspirara el trazo final de las paralelas de hierro, claro que, la proyección tuvo que ser desviada un tanto para encontrar los niveles del suelo requeridos.
Ambos trabajos editados marcan una distancia de 2 leguas desde El Paso Real hasta la Hacienda de Tambaca.

ESCUDO DE ARMAS


El Escudo de Armas del Municipio de Tamasopo es un rectángulo vertical, con sus líneas exteriores ligeramente engrosadas en color negro, presenta sus vértices inferiores curveados y su interior segmentado en tres porciones. Al lado izquierdo superior se aprecia la imagen de una cascada simbolizando la riqueza hidrológica con la que cuenta el Municipio, el azul de esta cascada es la pureza de sus cristalinas aguas, el verde que la rodea es la exuberante flora propia de una región sub húmeda, llena de bosques tropicales, a su derecha, conformando el segundo sector del escudo, se aprecian dos brazos humanos cruzados, uno de ellos empuña una llave mecánica y el otro un machete, se lee bajo este símbolo la frase “LIBERTAD Y PROGRESO”, el fondo de este segmento es blanco ya que resalta la pureza y dinamismo de la clase activa que une constantemente sus esfuerzos para darle vida a las actividades económicas principales de la región, obreros y campesinos que edifican con su esfuerzo decidido el mejor de los futuros, al lado inferior; dentro de la geométrica vertical, se distingue un tractor de color rojo arrastrando unos cinceles (picos) con la finalidad de suavizar el terreno que ya ha sido cosechado, el terreno agrícola se muestra de color café y la líneas verdes suavemente sinuosas son la gramínea preponderante en los valles fértiles del Municipio.

En el exterior de la geometría básica se ubican cuatro elementos, el primero de ellos es la mitad de un engrane mecánico que emerge del centro superior y representa a la clase obrera que concentrada en el sector azucarero forjó y perfiló la evolución del Municipio, el segundo y tercer elemento, surgen del centro de ambos costados de la forma principal, a la izquierda un brazo sosteniendo un machete y la otra, en su derecha, de igual manera, sosteniendo una caña de azúcar; los dos son connotaciones de la actividad agrícola cañera. El último de los elementos se encuentra en el inferior del escudo, a todo lo largo de la anchura rectangular se despliega un listón azul que dice: “MPIO. DE TAMASOPO”, los extremos de esta cinta tienen leves ondulaciones y surgen de esos extremos una caña de maíz en la izquierda y, por la derecha una rama de olivo.

El origen de dicho Escudo es reciente y se empezó a usar en la Administración Municipal 1980-1982, con el señor Amado Olguín García como Presidente Constitucional. Surge de un concurso estudiantil en el Centro de Estudios Técnicos y Agropecuarios de la Delegación de Agua Buena; hoy CBTa No. 141, convocado por el H. Ayuntamiento, aunque la propuesta ganadora del joven Juan José de Jesús Moreno Ortiz llevaba al centro del Escudo el “Chacuaco” del Ingenio “Agua Buena” haciendo alusión a la actividad preponderante en la región, incluso esa propuesta llegó a publicarse en algunas inserciones periodísticas en esos días, empero, se modificó con la idea de resaltar elementos más representativos de la Cabecera Municipal, así que, el enfermero José Benito Martínez Rodríguez, siendo colaborador de Olguín García, con la anuencia de éste, altera el original despojándole la grandeza obrero-azucarera y le inserta rasgos extraídos de los otros trabajos estudiantiles en donde obviamente, destaca la cascada más popular dentro del Ejido de Tamasopo, esa intervención hace que el Escudo presente por ejemplo, innecesario dos machetes, como si se enunciara insistentemente “somos campesinos”, “somos campesinos”. De igual manera, el texto de “LIBERTAD Y PROGRESO” no encaja con la representación de los brazos cruzados empuñando una llave mecánica una, y la otra, un machete, entonces la interrogante es; ¿cuál representa a cuál? O bien, si el machete indica “libertad”, pues da a entender una lucha social que ninguna generación local experimentó.

No es que el Escudo final se encuentre mal, solo que la operación del rediseño acabó con el “alma” original, con la visión creadora de un joven en su apreciación histórica y cultural de una entidad completamente cañero-obrera-azucarera.

Aún con ello, el Escudo, a treinta años de su aparición, poco a poco, lentamente, “despacito muy despacito” se ha adentrado en el gusto de las nuevas generaciones que reconocen en él, la representación viva del quehacer municipal, pues aunque sobresale una cascada, los elementos más insistentes son los relacionados con la actividad agrícola cañera.

Ahora bien, la descripción del Escudo Municipal expuesta anteriormente, y que por cierto las recientes administraciones municipales usan como propia, es producto de un consciente abuso de cafeína durante una calurosa noche de verano; plasmada bajo la romántica visión por pretender darle significados a las ausencias y vacíos de la que era objeto.
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