sábado, junio 07, 2008

DÍAS DE CAMPO INTERNO


La recreación es un aspecto espiritual que nos brinda la sensacional oportunidad de hacer pauta en el ritmo de la cotidianidad, nos alimenta con escenas distintas a las acostumbradas, con episodios inesperados y con paisajes ambientales no solicitados que atestiguan nuestro esparcimiento.
“Yo no lo se de cierto, lo supongo”, que en muchos de los municipios con características rurales; como Tamasopo, la gente suele acudir a las caravanas de campaña proselitista en tiempos electorales con el principal objetivo de distraerse, de romper una monotonía, de nutrir sus pulmones con un aire más limpio, más puro.
Por lo general, de lunes a viernes los partidos políticos se enfocan hacia las comunidades más pequeñas y alejadas de la cabecera y dejan para los fines de semana aquellos centros demográficos mayores, poblados que encierran un momentáneo reto pues el principal objetivo es impactar a la sociedad residente y que este impacto trascienda y penetre la consciencia de la población general; misma que llega a expresar “no pos` yo con ellos, train harta gente”. Entonces las caravanas se convierten en una medida visual que bien puede pronosticar resultados electorales.
No es la intención, desnudar el proceso, mostrar sus características o las sublimes estrategias. Hasta aquí percibimos dos tipos de paseo, el primero relajante, rural; reflexivo y lleno de humanismo, el segundo, agitador, o lleno de Sol o empapado de agua, masivo, escandaloso, desordenado y esperanzador.
Al primer tipo, acuden familias mayores pretendiendo reencontrarse con actividades de antaño, les encanta observar los paisajes, transitar por los caminos lentos que entre la sierra se proyectan para concluir en la explanadita del centro escolar, frente al palacio ejidal, bajo la sombra de algún frondoso árbol, asisten para mirar rostros, para derramar unas cuantas monedas en pequeñas misceláneas, para escuchar promesas de soluciones ante problemáticas añejas, para sentarse a la orilla del camino; sobre una roca e ingerir alimentos enlatados o previamente preparados.
Este selecto grupo, llega con mucha anticipación al rancho programado, con ello garantiza la oportunidad de visitar el pozo, la iglesia, la cueva, el cañón, apreciar el medio, degustarlo, sentirlo.
En el segundo grupo, un sector suele disponer de auto propio; por lo común, camionetas. En ellas además de llevar a los integrantes de la familia o vecinos, puede sumar a seguidores o simpatizantes de la candidatura.
Estos vehículos después del encuentro, se dirigen a cualesquier población semi-urbana para mostrarse, para denotar su capacidad de convocatoria; creando con ello espectaculares marchas nocturnas.
La presencia de jóvenes es notoria, ellos en su “onda”, escapar de sus obligaciones familiares, pasarla bien. Estos nutridos actos guardan profundas expectativas, por ello la inversión que se destina es significativa, esencial
Algo curioso sucede, la localidad en donde se habrá de desarrollar el mitin se vuelve receptora de simpatizantes o agregados de las comunidades serranas, alejadas, distantes; completamente rurales; ellos vienen no solo al evento de los gritos y los aplausos, hay quienes aprovechan y adquieren consumibles, víveres, enseres, siempre confiados en que “a mí me trajeron y ahora me llevan”; además la adhesión al acto incluye refrigerio.

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“SOLICITUD de concesión para aprovechar en uso industrial las aguas del río Tamasopo, municipio del mismo nombre, S.L.P.   Al margen u...