sábado, junio 07, 2008

PLÁTANOS EN AGUA BUENA


Hablar de un cultivo que no sea caña de azúcar en el municipio es raro, diríamos mejor: extraordinario.
Nuestras húmedas tierras por fortuna tienen aún la capacidad de hacer brotar, crecer, desarrollar y producir frutos tradicionales en la zona que bien podrían ser canalizados para un plan intensivo. Damián Carmona por varias décadas se perfumó con azahares, por todas partes la temporada de mango nos grita su enorme potencial, al igual que los cítricos, el aguacate, las ciruelas, las guayabas, entre otros, solo de autoconsumo, como árboles de sombra; solitarios e ignorados en su dimensión económica.
En 1929, el señor Anastacio Aguilar, vecino de Agua Buena, Municipio de San Nicolás de los Montes, Distrito de Ciudad del Maíz; manifestaba en su declaración a la Dirección General de Rentas del Gobierno del Estado que se dedicaba al cultivo de plátano, que tenía sembradas dos hectáreas y media, superficie que tenía en arrendamiento con la Hacienda Agua Buena, en mencionada área dice contar con una producción anual de 480 racimos; obteniendo por rendimiento 240 pesos.
El terreno en mención, ubicado en el vértice formado por el Río Agua Buena y la Acequia Grande, se encuentra hoy en día con cultivo de caña de azúcar y otros fragmentos invadidos por líneas semi rectas que delimitan y anteponen su pertenencia humana. Aún con ello, toda la superficie cercana a la Acequia Grande se aprecia siempre verde, cientos de plantas de plátano le han dado un especial toque al medio natural que embellece al Trampolín.
El señor Aguilar vislumbró en este cultivo una sana alternativa de producción completamente diferente a la costumbre de la región, entendamos que no era una actitud de autoconsumo, no podríamos imaginarnos a la familia Aguilar alimentándose de plátanos todo el año. Su cosecha era trasladada a Cárdenas en donde el fruto tenía excelente demanda.
240 pesos anuales en 1929 no eran despreciables. Consideremos, hipotéticamente, que los egresos por concepto de arrendamiento, de cultivo y transporte al mercado, entre otros, equivalgan a un 20%, entonces le restan 192 pesos anuales. En promedio al mes son 16 pesos, el Presidente Municipal de La Palma ganaba al mes la cantidad de 11.62, entonces aunque poco, el cultivo alterno otorgó sueldo equiparable al de un funcionario público.
Las zafras de esos tiempos eran de tres o cuatro meses, el personal obrero ganaba por jornadas de hasta 12 horas la suma de .60 centavos, así que trabajando todos los días los cuatro meses le hacían obtener 72 pesos por temporada; la mitad de los dividendos plataneros. Entonces, cultivo magnífico, alternativa acertada que la envidia del patrón sepultó obligando al señor Aguilar a cambiar su plantío innovador por la gramínea preponderante.

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