jueves, febrero 19, 2009

JUEGOS DE ANTAÑO


Importante resulta hacer notar que, toda agrupación social ha evolucionado junto a específicas distracciones o juegos que acaparan la atención de sus componentes, unos propios de la infancia y otros practicados por jóvenes y adultos.
Los juegos son inherentes al ser humano, en ellos va la creatividad, el uso de los recursos del medio, la necesidad de euforia, de romper un estado de ánimo y como alimento esencial de la dieta balanceada en risas, sonrisas y buen humor.
En los años veintes y treintas, entre los niños era común un juego para “novatear” a sus nuevas amistades; más si éste era vecino de Agua Buena y llegaba a Tamasopo buscando con quien jugar. El burro sin cola era la representación del animal por un niño que corriendo, llevando unas pajas de caña aún verdes como la cola del animal, intentaba escapar del alcance de sus otros compañeros que a la vez, procuraban arrancarle la cola de un fuerte jalón. Previo acuerdo, los tremendos pequeños fingían no poder dar alcance al burro, entonces el novato ignorando el plan, lucía su velocidad arrancándole la cola al burro y llevándose la sorpresa de que la cola estaba preparada especialmente para él.
Las hojas de la caña de azúcar habían sido introducidas en previo momento a una letrina para humedecerles la punta, con ello la sorpresa resultaba determinante en el ánimo del ganador y como respuesta la burla de todos.
Este pesado juego no se podía practicar en Agua Buena pues no existían letrinas sino un complejo sistema de sanitarios públicos distribuidos sobre uno de los canales que atraviesan el pueblo.
En Agua Buena, el juego más popular era la lotería, tal como se suele practicar hoy en día en algunas plazas o festivales para recaudar fondos.
Los premios consistían en refractarios que eran una novedad en esos años, además de algunos sencillos misceláneos.
Claro que, no cualquiera podía estar el frente como coordinador del juego, éste tenía que ser autorizado por las autoridades municipales y pagar el impuesto correspondiente.
“Ciudadano Presidente Municipal.
Presente:
El que subscribe, mayor de edad, vecino de este lugar, ante Ud. paso a exponer: QUE deseo poner una lotería de figuras en la plaza o en otro lugar público y deseo me dé el correspondiente permiso.
Agua Buena, a 2 de Octubre de 1925” Narciso Mateos (Rúbrica).
La respuesta oficial se expresaba de la siguiente manera:
“El que subscribe Presidente Municipal CERTIFICA: Que el ciudadano Narciso Mateos tiene permiso para poner el juego que cita arriba hasta las 10 de la noche en las noches de los días no festivos y en estos también, y pagará a la Tesorería Municipal una cuota de $1.00 UN PESO por cada jugada.
Agua Buena, Octubre 3 de 1925”.

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“SOLICITUD de concesión para aprovechar en uso industrial las aguas del río Tamasopo, municipio del mismo nombre, S.L.P.   Al margen u...