jueves, mayo 21, 2009

UNA DE ADOBES BAR (Anécdota)


Ésta anécdota se la debo a Carlos Cruz Castro, originario de “Cantasapos” y vecino actual de la Ciudad de Veracruz.

Resulta que un día normal, como cualesquier otro, en el interior de la cantina “Adobar Bar”, propiedad del señor Gervasio Ramírez, quien también era el dueño del único cine del pueblo, “El Avenida”, ubicado precisamente frente a la aludida refresquería, se encontraban dos alegres parroquianos disfrutando de las bebidas energizantes con la finalidad de solo mitigar la horrible sed provocada por el intenso calor primaveral que desde medio día, golpea el ánimo de propios y visitantes.
Sobre la barra, en uno de los extremos, los dos amigos entre bromas y chascarrillos bebían aquellas delicias líquidas heladas mientras en el extremo opuesto, cabizbajo, pretendiendo estar sumido en profundos y reflexivos pensamientos, se encontraba “El Bola”, un carnicero de regular pinta y ocasionalmente, despistado. Ahí, sólo él, acompañado claro está, de su alma.

Después de varias horas de amena distracción con temas triviales, llegó la hora de partir, pero para pagar la cuenta uno con otro evadían la suma del consumo y como pareciese no tener fin tanto disimulo, molesto por el cuadro frente a sus ojos, don Gervasio, ni tardo ni perezoso exclama: “¡Será la chingada, pero aquí el más pendejo me va a pagar la cuenta!”

Casi inmediatamente, al otro extremo de la barra, se escuchó la voz del carnicero diciendo: “Y yo por qué, Gervasio”.

No hay comentarios:

SOLICITUD DEL “ALIANZA POPULAR”

“SOLICITUD de concesión para aprovechar en uso industrial las aguas del río Tamasopo, municipio del mismo nombre, S.L.P.   Al margen u...