ORDEN TELEGRÁFICA

“San Luis Potosí. Marzo 21-40.
Presidente Municipal de Tamasopo.-

Objeto garantizar orden en Conflicto se esta desarrollando entre INGENIO AGUA BUENA y OBREROS misma factoría, SIRVASE TOMAR PRECAUCIONES ESTIME CONVENIENTES HACIENDOSE RESPONSABLE DE TRANQUILIDAD Y BUEN ORDEN. CONTESTE DE ENTERADO.
Afectuosamente
Gobernador Constitucional del Estado, General REYNALDO PEREZ GALLARDO.”

El anterior texto es de un telegrama urgente girado al C. Presidente Municipal de Tamasopo, en su contenido se denota la situación desesperada por el movimiento que inevitable se avecinaba, en esos tiempos, cualesquier manifestación social era motivo suficiente para preocupar a las autoridades que veían no sólo “moros con tranchetes”, catalogando a los líderes de rojillos, marxistas, revoltosos, antipatriotas, entre más términos que tendieran tajante y terminantemente, señalarlos como rivales de un sistema post revolucionario, guardián del orden y del progreso.

Demasiado curioso el hecho de que se gire indicaciones a un Presidente Municipal sin jurisdicción sobre un asunto social de otro Municipio, claro que podemos entender de que no podría dirigirse con el Presidente Municipal de Agua Buena pues obviamente éstas autoridades eran parte del conflicto laboral.

Resalta de sobremanera, una carga de autoritarismo que disfraza la impotencia ante la nula capacidad de dar soluciones a fenómenos sociales como el que se vivía en Agua Buena en esos días, nada de mesas de diálogos, concertaciones, acuerdos, acercamientos con las partes, solo la indiferencia cómplice de la injusticia, aunque no tendría por que ser extraño cuando la costumbre para solucionar los conflictos se caracterizaba por involucrar la pólvora y la sangre. Motivo por el que el 19 de agosto de 1941, el Gobernador del Estado fue desconocido por el Congreso Local al quedar descubierto su participación intelectual en los asesinatos de Higinia Cedillo y del Licenciado Courtade.

Total que, Pérez Gallardo, con la arrogancia y el fuerte carácter que le caracterizaba, ha pasado a la historia estatal sin pena ni gloria; más no así su hijo, quien se convirtió en héroe nacional a los 19 años de edad al formar parte del Escuadrón 201, a quien por su arrojo y valor, los norteamericanos apodaron “Pancho Pistolas”.