QUEJA NIXTAMALERA

“C. B. B. Perkins. Presente:
Se ha recibido en eta oficina de mi cargo, escrito firmado por varias señoras de esta localidad, clientes del molino de nixtamal que según ellas está registrado por usted, quejándose de varias irregularidades que se notan haciendo saber que usted no se preocupa porque se atienda como es debido, queriendo que la obrera Francisca Segura haga todo el trabajo, como montar bandas, picar las piedras, etc. Habiendo puesto además un joven el cual no ayuda a la misma en nada sino como espía. Y como las peticionarias desean se coloque a un hombre que atienda el servicio, ya que a las 4 de la mañana ellas tiene urgencia de tener que enviar los lonches y el joven de referencia, no atiende, pues se dan casos en que cuando este joven se va a la parranda, se amanece dormido; no les contesta cuando le hablan o no le encuentran, y cuando suele venir anda solicitando que los empleados de la turbina le anden ayudando. Por lo tanto dicen, que como sus derechos de molino, desean se ponga remedio a esta situación ya que están recibiendo serios perjuicios con las irregularidades que señalaron y hacen presentes.
Además he de agradecer a usted Sr. Perkins, que atendiendo a la queja que estas personan ponen, tenga a bien librar sus apreciables disposiciones para que se ponga término a esta situación.
Atentamente
Sufragio Efectivo. No Reelección.
Agua Buena, S.L.P. a 23 de agosto de 1941
El Presidente Municipal
Pascual Martínez T.”

Los molinos de nixtamal, ingrediente fundamental en la cotidiana vida de las poblaciones rurales representan no solo el rápido auxiliar en la molienda de los granos de maíz (nixtamal) para transformarlos en la masa, son ante todo una sencilla factoría que genera un movimiento económico nada despreciable, en nuestro extinto Municipio de San Nicolás de los Montes, hemos encontrado que el dueño del molino es el señor Antonio Rivera; quien el 18 de Abril de 1922 recibe de la Tesorería Municipal un exhorto para que pague sus derechos de patente por venta de hielo al menudeo y por el referido molino de nixtamal. En 1936, los molinos de nixtamal, restaurantes, mesones y las peluquerías, cubren una cuota mensual de entre los 2.50 – 6.00, impuesto que ingresaba a las arcas municipales; claro está. Para el mes de Enero de 1937, la Tesorería Municipal, en su declaración de movimientos, expresa que por concepto de molinos de nixtamal ingresó 15.00.

Así su arista económico, generando impuestos, pero concebía aparte de lo ya mencionado, la excelente oportunidad de estar al día, de enterarse e intercambiar los “saberes” vulgares de la infernal vida del pequeño pueblo, de esa vida a la luz de todos, así que acudir al molino y “parar la oreja” tenía su encanto; aunque lo más encantador, era esperar con ansiedad la alborada para acudir con la tina llena de nixtamal y poder ver, a la jovencita de ojos coquetos, de pelo rizado, de pestañas largas y “enchinadas”.

Sobre el Oficio de queja para míster Perkins, era solo eso, una constancia viva, una muestra que evidenciaba el mal funcionamiento en el servicio y la atención a las clientes, quienes deseaban liberar un poco del pesado trabajo a su congénere y de paso, bueno pues, vaciarle sin contratiempos las novedades recientes para su propagación debida y formal.