lunes, octubre 21, 2013

JUSTICIA EN PROPIA MANO


“Eleuterio Olvera Medina, vecino del mismo lugar de Encinillas, acusado del delito de Homicidio perpetrado en la persona del que en vida llevó el nombre de Vardomiano Olvera Rea, quien fuera también vecino del propio lugar. Manifiestan los comparecientes y dicen que durante la información practicada en el lugar de los hechos, o sea en el Rancho de Encinillas, fueron informados, por los familiares del hoy occiso Vardomiano Olvera Rea, encontrándose presente una de las hermanas del mismo, de nombre Ma. Cruz Olvera Rea, quienes aseguran bajo protesta de decir la verdad que su pariente fue victimado por el presunto responsable Eleuterio Olvera Medina, a las seis horas del día 2 de diciembre del año de 1955, en camino vecinal y en despoblado cuando el desaparecido salió de su casa dirigiéndose a su parcela; puntualizan los interrogados, precisando que por la información recabada, tienen conocimiento que Eleuterio Olvera Mejía, cometió su delito con todos los agravantes de la Ley y con la complicidad de un individuo de nombre Cirenio, del Estado de Querétaro pero que ya murió, según el decir del propio malhechor, de otro sujeto de nombre Juan Olvera Medina, hermano del acusado, y un tercero de nombre Próspero Olvera Medina, también hermano del malhechor, cuyos individuos se apostaron a un lado del camino, tras de una cerca de piedra y a cinco metros de distancia aproximadamente, y de allí venadearon al hoy desaparecido Vardomiano a quien le hicieron múltiples disparos con arma de fuego, considerando la hermana del occiso, que se encuentra presente, que no fueron menos de treinta impactos los que se apreciaban en el tórax y cabeza del desaparecido, también manifiestan los comparecientes que el presunto responsable varias veces incurrió en contradicciones, pues al interrogarlos ellos, primero manifestó que solo él había disparado con un rifle máuser, calibre 7 milímetros, y como se le requiriera a que se condujera con verdad, éste dijo entonces que él le disparó con rifle y con pistola, que en una mano portaba el rifle y en la otra la pistola, cosa que desde luego no es creíble porque difícilmente se podría hacer disparos con ambas armas a un mismo tiempo, quedando comprobado con ello, que el malhechor cometió su delito con varios cómplices, ya que éste solo confiesa haber cometido su fechoría con la complicidad de dos individuos pero de plano confiesa su delito…”

También comparece Juan Olvera Rea, de 46 años, casado, no sabe leer, agricultor, originario del Rancho de Encinillas, perteneciente al Municipio de Lagunillas, S.L.P. y vecino del Ejido El Trigo, jurisdicción de éste Municipio (Tamasopo) quien agrega que su hermano se dirigía a su trabajo en un potrero denominado “Charco de Piedra” cuando fue victimado a la altura de una huerta propiedad de Sotero Rodea, en donde se encuentra la cerca de piedra y junto a sus cómplices Próspero Olvera Medina, Atanacio Olvera Medina, Cenobio Mejía y otro de nombre Juan, siendo los tres primeros hermanos y sobrino el último.

El detenido Eleuterio Olvera Medina, de 64 años de edad, casado, agricultor, originario del Rancho Los Jassos, correspondiente a Tancoyol, Estado de Querétaro, y vecino del Llano de Amoles, correspondiente al Municipio de Lagunillas, S.L.P., dice ser verdad que el día 2 de diciembre de 1955, a las seis de la mañana, él personalmente dio muerte a Vardomiano Olvera Rea y que aunque lo acompañaba Cirenio, cuyo apellido no conoce, fue él y solo él quien disparó contra el hoy occiso. Explica el interrogado y dice que el 12 de agosto de 1955, Vardomiano en compañía de Felipe Olvera, Daniel Cruz y Miguel Cruz, asesinaron a uno de sus hijos, de nombre J. Isabel Olvera Almazán, a quien obligaron a salir del pueblo y a menos de un kilómetro le dieron muerte a pedradas y machetazos desbaratándole la cabeza a machetazos, el motivo fue que su hijo se iba a casar con una señorita y ya habían pedido la mano.

Vardomiano Olvera Rea y Miguel Cruz, solo estuvieron cinco días en Cárdenas, detenidos, pero cuando regresó se volvió más agresivo y escandaloso, y que hasta de día pasaba por la casa (de Olvera Medina) haciendo disparos quizás para demostrar su impunidad, así creció el odio y la sed de venganza, misma que se hiso realidad. Ese día, dice Eleuterio, que su víctima no iba sola, le acompañaban Felipe Olvera, Daniel y Miguel Cruz, llevando escopetas y pistolas, pero éstos huyeron inmediatamente. Primero le disparó con un rifle máuser 7 milímetros y como no caía del macho, tres veces cargó su pistola con cargadores de 10 tiros, en total disparó 33 balazos.

Por el crimen fueron sentenciados, Eleuterio, Próspero y Juan, de los mismos apellidos.

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