viernes, febrero 09, 2018

CONTRATO DE COMPRAVENTA DE MADERAS



A continuación, expongo la comunicación dada entre Teodoro Hernández, administrador de la Hacienda El Trigo-Tambaca y, el General Manuel del Refugio González Flores, propietario de estas; quien en ese entonces era Gobernador de Guanajuato, además de ocupar la Presidencia de la República del 1 de diciembre de 1880 al 30 de noviembre de 1884.

Misivas y telegramas relacionadas con el contrato firmado por el primero, con el encargado de las obras del ferrocarril sobre la compraventa de madera.

“Hacienda del Trigo
3 de Diciembre de 1887

En la Hacienda del Trigo, propiedad del Señor General Don Manuel Gonzalez y ubicada en el Partido de Hidalgo del Estado de San Luis Potosí á los veintinueve dias del mes de Diciembre de mil ochocientos ochenta y siete, reunidos en el despacho de la misma Hacienda los Señores, Administrador Teodoro Hernandez y el contratista Don George Bollingan, el primero mejicano y el segundo de origen americano, ambos mayores de edad y capaces de obligarse y ser obligados con sujeción á las leyes mejicanas segun aceptacion de este ultimo, y ante los testigos José Martin Valera é Isidro Medina, hicieron el contrato de compraventa de maderas para el Ferro-carril de San Luis á Tampico, bajo las condiciones y clausulas siguientes:
Primera. El Señor Teodoro Hernandez, en nombre de la finca que representa y de su propietario Señor General Don Manuel Gonzalez, vende al Señor Don George Bollingan las maderas que necesite consistentes en leña, durmientes, postes para telégrafos y morillos, cortada toda por cuenta y riesgo del Señor Bollingan, sacando la primera del sobrante que le quede de los palos que corte para sacar durmientes y demás piezas que necesite y pudiendo completar esta con palos inutiles para engrandecimiento del monte, y que no sean utiles para tintas: Sujetandose el expresado Señor Bollingan á hacer su corte en el punto de Tambaca ó inmediaciones del lugar por donde pase el Ferro-carril, y á los precios que enseguida se expresan:
[1] Durmientes de primera clase, á quinze centavos. Durmientes de segunda á dose y medio centavos. [2] Postes para telégrafo, de siete ó menos varas á treinta y siete centavos.
Segunda. El Señor Bollingan no podrá sacar de los terrenos de esta finca ninguna de las piezas mencionadas sin dar aviso á la Administracion para que la revise y hacer antes el entero de su valor [3].
Tercera. El sobrante de los palos que corte el Señor Bollingan lo aprovechará de preferencia en formar por su cuenta también, tareas de leña que medirán cuatro varas cuadradas, y que pagará á esta finca á rason de dose pesos y medio el ciento tan luego como disponga de ellas [4].
Cuarta. La cantidad de maderas que el vendedor Señor Hernandez compromete, será la que el Señor Bollingan pueda sacar [5]. Este por su parte se compromete á sacar: Cien mil durmientes entre primera y segunda clase, cien mil tareas de leña y los postes y morillos que necesite [6]; pudiéndose comprometer á pagar por este contrato, has la cantidad de Veintiocho mil pesos si el monte y palizada le dan este valor.
Quinto. El Señor Bollingan, hará para pago de dicha cantidad, exiviciones en efectivo que sean pesos fuertes y del cuño mejicano, todo lo que arroje el valor de las maderas que en cada quincena pueda sacar; á cuyo efecto el Señor Hernandez, por sí ó por persona de su confianza, pasará á hacer la revisión de la madera que se extraiga y recibir su importe.
Sexta. El importe de estampillas que cause esta escritura sera por cuenta de ambos contratantes y se pondran en la primera oficina del Timbre que hallare el Señor Bollingan.
Asi lo otorgaron definitivamente, comprometiendo el Señor Hernandez los bienes de la finca que representa; el Señor Bollingan los de la empresa que también representa firmando con los testigos que se han mencionado. Teodoro Hernandez.- Una rubrica.- George Y. Bollingan.- Una rubrica.- F.- José Martin Valera.- Una rubrica.- F.- Isidro S. Medina.
Es copia de su original.

El Trigo, Diciembre 3 de 1887.
Teodoro Hernandez.

[Respuesta]:
[1] Que digan durmientes. Que no sea madera fina.
[2] Lo menos 25 centavos. A 18 centavos.
[3] Esto no hay morillos para puente -que expresen que son planchas ó vigas- que mejor quiero se hagan leña los arboles que venderlos á menor precio -que hagan sus proposiciones.
[4]Ver á Sullivan. No su volumen entran cubos esto no es bueno la leña la corta por su cuenta y se le vende por su justo precio.
[5] Fijar la cantidad y cuando no le convenga á la Hacienda puede suspender el corte.
[6] No esta bueno.
[7] Telégrama que no se aprueba el contrato.
Manuel González.

Lista de las maderas que hay en el llano de Tambaca.
Nombres – Aplicación
Ajuate, se utiliza para vigas.
Tepeguaje, se utiliza para grandes construcciones.
Aquiche, se utiliza para bateas y otros utensilios.
Chijol, se utiliza para grandes construcciones. Supremo.
Iquecon, se utiliza para vigas.
Palo colorado, se utiliza para vigas.
Volantin, se utiliza para vigas puestas á la sombra.
Capulincillo, se utiliza para vigas, timones, etcétera.
Gualul, se utiliza para combustible. Tamaño mediano.
Limoncillo, se utiliza para muebles y combustible. Mediano.
Cedro, se utiliza para grandes construcciones y para muebles.
Palo de Rosa, se utiliza para vigas, trapiches y muebles.
Sabino, se utiliza para grandes construcciones.
Ojite, se utiliza para grandes construcciones. La oja es muy buena como pastura.
Mameicillo, se utiliza para muebles. Grandes dimensiones.
Palo de arco, se utiliza para techos. Flexible y resistente.
Chicharrilla, se utiliza para construcciones como el Chijol pero es de menores dimensiones.
Guallavillo, se utiliza para vigas.
Palo azul, se utiliza para cercados. Tiñe el agua.
Orejon, se utiliza para artezas y otros utensilios.
Shote, se utiliza para cabos de herramientas.
Cerón, se utiliza para cabos de hacha, timones, etcétera.
Palo de seda, se utiliza para vigas. Produce un filamento semejante á la seda entre la corteza y el tallo.
Mora, se utiliza para muebles y trapiches.
Alamo, se utiliza para yugos y muebles.
Huisache, se utiliza para combustible.
Capulín de corona, se utiliza para horcones y como pectoral.
Otate, se utiliza para diversas cosas.

Nota.- Hay además encino y algunas otras maderas tanto finas como de construcción, pero el tiempo y la escasés de peones conocedores de ellos, no me permiten completar la colección como deseaba.
He adoptado en la presente lista la nomenclatura vulgar prefiriéndola á la que corresponde por la Botánica, por que de esta manera se expedita mas el pedido que se haga á los encargados de las Haciendas, para quien es desconocido el teqnisismo científico.

El Trigo
Febrero 26 de 1888
Señor General Don Manuel González
México

Muy respetable Jefe, y por su bondad amigo:
Doy contestacion á las muy apreciables de Usted de 13 y 14 del corriente.
Procurare en el presente año, buscar recursos en cambio de esquilmos, y sembrare todo el zacate. Para que me sea posible á efecto de conseguir que sus ganados mejoren y engorden como Usted desea, asi mismo me prometo que los negocios que se hagan sean en beneficio de Usted y no beneficiar á otras personas, en lo cual no tengo intención ni voluntad, y si la mejor buena fé para con Usted.
He mandado suspender el corte de maderas, habiendose cortado solo 3,000.00 durmientes que se están reuniendo en el Ensinal (El Ensinal, área adjunta al Kilómetro 470; de hecho mencionada superficie conforma al día de hoy la “Parcela Escolar” de dicha fracción ejidal de Tambaca), rio abajo de Tambaca, para ratificar la cuenta y dar á Usted oportuno aviso.
No he recibido el parte que Usted me puso por el Telégrafo y le suplico me diga á que parte fue dirigido, para buscarlo. Espero con ahinco el contrato que usted proyecta, para presentarlo al Señor Bolling, el que desearía le conviniera y continuara sus trabajos, pues es persona muy empeñoza y aun le hacen proposiciones de las Haciendas de Gallinas y Cárdenas, no asi Tamazopo pues como Usted veria por la copia de la carta del Señor Ledezma, creen estos propietarios que toda la madera cortada está en sus terrenos.
Por la carta que original le acompaño verá Usted que perdi la oportunidad de hacer un buen negocio con el Café, y no me dará el resultado que deseaba, todo lo cual arreglaré á la llegada á ésta, del Señor Don José V. de Santiestevan, mi Jefe á quien me dirijo hoy pidiéndole sus órdenes. Esperaré así que la compañía fije el lugar de la estación de Tambaca, para arreglar de otra manera los potreros de aquella finca, pues el camino del Ferrocarril, le troza sus terrenos cultivados desde Santa Cruz, hasta salir de Tambaca por lo cual han paralizado la siembra de maiz y trato de llevarla adelante buscando los medios posibles.
Por la apreciable de Usted de 14 veo que tiene Usted mucha razón, no tengo poder especial para firmar un contrato de tal naturaleza, por cuya falta involuntaria doy á Usted la satisfacción mas cumplida, le pido á Usted mil perdones pues no tengo voluntad en traslimitarme y le suplico me crea siempre leal y obediente. Yo hago lo que puedo y está á mi alcance por que Usted asi me lo indico, en Silao, cuando tuve el gusto de verlo, me ordenó Usted que vuscara la manera de vender maderas á la Empresa del Ferro-carril, y asi lo hise en la parte que me fue posible, maxime cuando á mi humilde juicio, si le conviniera á Usted vender los palos y palmas que tiene Usted en estos terrenos, á diez centavos, sacaria Usted lo que desea, y me allanará las dificultades que sobre el particular se me presentan.
Es verdad, hise mal en poner en practica el contrato de maderas y recibir dinero á cuenta de ellas sin tener antes la superior aprobación de Usted, pero esto Señor General, le suplico á Usted me disimule, tomando en consideración, la penosa situacion en la que me encuentro á veces por la falta de recursos para pagar los operarios en el dia, que ejecutan los trabajos mas presisos para la conservación de esta su casa.
Concluyo suplicándole á Usted encarecidamente y por otra vez mas, que ya el Señor Don George Bolling ha suspendido su corte con algún perjuicio á sus intereses, y solo se ha concretado á recopilar las maderas que tiene cortadas sin sacarlas de estos terrenos, se sirva Usted inclinarse á que este Señor pueda entregar estas piezas á la empresa con quien las tiene contratadas y cuya madera no dudo que la pagará al contado y en los términos del contrato que para nosotros estaba celebrado, toda vez que la misma empresa le paga el numero de piezas cortadas.
Anticipo á Usted una vez mas mi sincero agradecimiento y me repito su atento subordinado y seguro servidor.
Teodoro Hernandez.

[Respuesta]: ¿Cómo tiene dificultades teniendo mas [ilegible] mozos y cuantiosos intereses de que disponer? Puede entregar la madera no quiero perjudicar á Bolling.
Café.- Siento que se haya perdido oportunidad de vender bien el café, a Santiesteban, en lo sucesivo tenga cuidado para no perder oportunidades.
Manuel González.
(Citado por José Valenzuela, 1994: 259-264)

La actitud asumida del General se debe quizás al hecho de pretender presionar las circunstancias para aumentar un poco el precio de las maderas y, de paso bueno, darle una sacudida sentimental a su subordinado administrador.

Bibliografía consultada:
LOS FERROCARRILES Y EL GENERAL MANUEL GONZÁLEZ. Necesidad, negocios y política.
José Valenzuela, Georgette Emilia.
Universidad Iberoamericana.
México, 1994.

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